2015.10.25 – Gócese en la persecución
in SermonesGócese en la persecución
(Mateo 5:1-12)
Dios
Es el Dios verdadero.
Él
Fue perseguido en este mundo,
Porque la oscuridad odia la luz. (Juan 1:4-5)
Por esta razón,
Jesús fue odiado por el mundo
Esta es la Verdad. (Juan 3:19-2)
Todos en el mundo desean recibir bendición, (Génesis 1:22)
Pero existe la bendición general, que es recibida con la naturaleza,
Y la bendición espiritual que se recibe por Jesucristo. (Efesios 1:3-6)
Aunque todos tengan envidia
De la bendición general que es recibida con la naturaleza;
El mundo odia
La bendición espiritual que se recibe a través de Jesús. (Marcos 10:27-30)
Los verdaderos santos se gozan en la persecución por la justicia,
Se gozan en la persecución recibida en el nombre de Jesús.
Esto
Es lo que ordenó el Señor Jesús (Mateo 5:11-12)
Esto tiene bendición y recompensa en el Cielo.
○ Quien no tiene el Espíritu Santo no es perseguido.
Pero
Quien tiene el Espíritu Santo es perseguido.
○ El diablo y los demonios
Persiguen al Espíritu Santo,
Porque el mundo odia a Jesús.
○ Quien le teme a la persecución
Es una vasija pequeña.
Se recibe persecución, según la medida de bendición.
※ No nos quejemos en contra de la persecución.
Jesús sufrió en la cruz,
Por lo tanto es correcto que nosotros lo hagamos.
Juan 6:53-55
1 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.
2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:
3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Resumen
Mientras rindamos el culto tengamos una fe perfecta
La dirección en que Dios guía a los cristianos es muy diferente a la corriente del mundo. Por lo tanto, no hay nada extraño en que los cristianos sufran persecución y pasen por momentos difíciles en este mundo. Esto es algo que Jesús experimentó en el corto tiempo que estaba en la tierra y es algo que fue anunciado previamente a los creyentes. Mientras estemos en esta tierra tenemos que evitar que cualquiera nos quite la gracia que hemos recibido.
Sin embargo, mientras está en el mundo, inconscientemente, el corazón del hombre puede ser turbado. De esta forma, puede caer en los pensamiento del mundo, dudar de la verdad o incluso perder la pasión que una vez tuvo. Somos quienes obtuvimos a Jesucristo. Aunque, hasta ayer uno se sentía decepcionado de uno mismo, por lo menos al reunirse en la iglesia a rendir el culto, debemos acercarnos a Dios con una fe perfecta.
Contribuyamos a la iglesia con nuestra vida de fe
La lucha de los santos es algo que uno no pueda aguantar solo. Si la vida de fe fuera posible hacerla solo, entonces Dios no hubiera tenido la necesidad de reunir a las personas en la iglesia para rendir el culto. Sin embargo, desde el principio Dios reúne a los que recibieron la salvación en la iglesia y los forma. Creer en Jesucristo y recibir la salvación es algo que cada uno debe hacer por sí mismo. Pero, después de recibir la salvación no significa que cada uno deba tener la vida de fe como uno quiera, sino que debe ser parte de la iglesia, recibir la formación y trabajar juntos con los otros miembros del cuerpo.
Aunque, el interés del hombre generalmente está enfocado en uno mismo, los que están en Jesús deben ser diferentes. Debemos tener interés en la obra de Jesús y para cumplir esa obra debemos reunir nuestros corazones con los miembros. Si el concepto de estar llenos del Espíritu Santo se interpreta mal, es fácil entender este concepto como algo personal. Sin embargo, el que sinceramente está lleno del Espíritu Santo dentro de su corazón, estará lleno de deseo y pasión para que la iglesia esté bien. Jesús prometió que no nos iba a dejar como huérfanos, ¿en qué forma nos está cuidando? Recibimos su amor por medio de los santos, nos da el consuelo por medio de los santos y podemos fortalecernos en la persecución por medio de los ellos.
Hay personas en la iglesia que cuando están en el culto alaban cuando quieren, pero cuando no quieren ni siquiera abren sus bocas. También cuando toda la iglesia ora hay personas que no oran porque no quieren. La razón de esto es porque ellos piensan que el hecho de alabar y orar es un problema personal. Sin embargo, todas las acciones que hacemos en nuestra vida de fe están al servicio de Dios, por lo cual tenemos que entender, estas acciones son las que dan energía a la iglesia.
Para fijar nuestras acciones que sirven a Dios debemos entrenar
Cuando uno viene a la iglesia a rendir el culto no solo se debe pensar en lo que se va a obtener de Dios, sino que se debem manifestar la voluntad de servir a Dios. Debemos manifestar ese amor de Dios hacia los otros. Por lo tanto, cuando uno dice, “Dios, Tú conoces mi corazón”, la verdad no tiene ningún significado, porque algo en lo que uno no puede confiar en el mundo es corazón del hombre. El corazón del hombre está lleno y mezclado de cosas sucias. Pero, lo importante es que vamos a escoger y poner en acciones entre las cosas que están dentro de nuestro corazón.
Obviamente, no es fácil poner en acción algo que hemos decidido en nuestros corazones. Por eso, el entrenamiento es necesario. Entre las personas que aceptan a Cristo no hay ninguna que desde el principio sea experta en la vida de la iglesia. Como los bebes aprenden a gatear antes de caminar, las personas tienen que aprender uno por uno los pasos principales de la vida en la iglesia y entrenarse. Las personas que desprecian la práctica seguramente va a ser difícil que tengan un crecimiento sano en su vida de fe, si esto es así ni se podría hablar sobre la persecución. En conclusión, el entrenamiento no es fácil, sin embargo, si todos los miembros de la iglesia están unidos, el entrenamiento será más tolerable.
Debemos entrenar para fijar nuestras acciones en Dios
Al reunirnos en la iglesia para rendir el culto alabamos, escuchamos la palabra, y oramos, estas son la base de nuestra vida de fe. El servicio a Dios se debe comenzar cumpliendo estas cosas. Al alabar antes de cualquier otra cosa debemos abrir nuestra boca grandemente. Aunque esto es necesario para que salga un buen sonido, pero para que esto sea posible lo más importante es que el que este rindiendo el culto se entregue completamente delante de Dios. Habrá personas a las que alabar fuertemente y aplaudir les parecerá muy incómodo. Sin embargo, si se tiene una fe madura y se está decidido a manejar la persecución, entonces para la edificación de la iglesia podrá superar sus inclinaciones.
Tampoco podemos ver la oración como algo personal. Cuando uno ora a solas, uno se concentra en sí mismo; pero, cuando la iglesia oraa toda junta, entonces debemos estar conscientes que cada uno de nosotros somos el cuerpo de la iglesia y que estamos obrando en ella. Cuando toda la iglesia está orando y una persona que ardientemente ora diciendo: “Santos, estemos despiertos. Reunamos nuestros corazones por la iglesia”, todos deben unirse a esta oración.
Al escuchar la palabra de Dios debemos responder con “Amén”. La palabra “Amén” signfica: “así es”, “ciertamente así es”. En vez de solo escuchar la palabra, es mejor responder con los labios “Amén”, será más edificante en nuestra vida de fe. Las personas que esperan que la palabra de Dios se cumpla en ellos, primero tienen que aceptar esa palabra sin ninguna restricción, para que esto suceda por lo menos deben tener la pasión de aceptar clamando, “Amen”.
Aunque sea una persona que ha recibido muchas heridas por el mundo, mientras este en el culto tiene que manifestar la mejor fe que tiene, por medio de la alabanza a Dios, al escuchar la palabra y en la oración. Esto tiene que suceder no solo por su espíritu sino por la edificación de la iglesia. Aunque no esté acostumbrado a alabar y orar en voz alta o se le haga muy incómodo responder “Amen” durante la predica, debe entrenarse en lo básico para que Dios lo pueda usar tranquilamente. Dios no ignorará el esfuerzo que estamos haciendo, ciertamente Él hará que tengamos una fe madura que podamos aguantar cualquier persecución.
Carta de Simuón
No me ridiculicen por haber vivido neciamente en este mundo. No soy un hombre recto ni tengo muchos estudios. No he hecho más que luchar para apenas mantener mi aliento y sobrevivir en el mundo. Parece ser que el carácter de un hombre debe ser otorgado desde el Cielo. No soy una persona famosa, y mucho menos una gran figura. En términos de la carne, soy únicamente piel y pellejo pudriéndose como un cadáver y un hediento insecto. Aun así, siempre me he preguntado: “¿Quién soy yo?”.
Atravesando los dolorosos años han habido muchos que me han causado grandes angustias. A pesar de esto, no tengo ningún resentimiento hacia ellos. Porque el sufrimiento que he soportado es mi bendición y recompensa, no hay razón para renunciar a éste. Nunca en mi vida he denunciado a aquellos que quisiera denunciar, y aunque lo he deseado nunca los he odiado. A pesar de eso, amé esos años tan terribles como si fueran hermosas flores.
Todas mis coyunturas, de los pies a la cabeza, arden con dolor por este lúgubre mundo. ¿Ha habido alguien que desee ser perseguido? Aunque he sido perseguido toda mi vida. Nunca he tomado prestado dinero de nadie o tenido intenciones de causarle inconvenientes a otros. A pesar de esto, he sido objeto de muchas persecuciones, incluso innumerables veces han intentado persuadirme diciendo: “¿Va a permitir que su hijo herede toda la persecución y deshonor de las acusaciones por herejía a causa de su obstinación? Sin embargo, esto no es lo que le heredaré, sino la fe.
Aunque siempre le pediré disculpas a mi hijo y nietos, no puede parar la tormenta únicamente porque me desagrada. No hago esto por cortesía, simplemente he descubierto el tesoro escondido en el campo y vendí todas mis posesiones y para comprar el campo. No envidio a aquellos que se destacan en el mundo y los círculos cristianos. Por contrario, les tengo mucho miedo. Le temo a la asamblea de pastores, a la congregación de creyentes y a cualquier otro tipo de asamblea. En estas asambleas he sido atacado y apedreado, cada parte de mi ha sido cortada y magullada de pies a cabeza. Mi deseo es rápidamente huir, lejos de este mundo, y por siempre. Este es el deseo más profundo de mi corazón.
Como un pecador natural y habiendo pecado mucho durante mi vida en este mundo, probablemente mi carne merece ser golpeada hasta la muerte. Incluso así, no quiero que esta fe atesorara en mi espíritu fallezca. Mientras se aproxima el día, miro hacia las alturas con los ojos de mi espíritu bien abiertos. En muchas ocasiones he sido engañado por el mundo, pero el Señor nunca lo ha hecho. Él solo habla la verdad y ha mantenido sus promesas, ahora encomiendo mi espíritu en sus manos.
Tratando de proteger la fe que recibí por el Señor Jesús y su amor por mi espíritu, soy maldecido en este mundo. Le agradezco a Dios con todo mi corazón por la tarea que me ha entregado.
Pastor Ki-Dong Kim, Columna de Adoración del Día del Señor.
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Interpretación: Ministro Da Un Chung
Traducción: Ministro Da Un Chung y Richard Olivieri