2015.11.22 – Si desea ser testigo de Jesús
in SermonesSi desea ser testigo de Jesús
(Mateo 16:24-28)
Dios
Es el Dios vivo.
Él
Envió al Jesucristo al mundo
Para que el mundo escuche, vea y aprenda de Dios.
Por lo tanto,
Cualquiera
Que no esté con Jesucristo
No puede conocer ni estar delante de Dios. (Juan 14:6)
Jesús
Dijo que cualquiera que desee seguirle debe negarse a sí mismo
Y cargar su cruz. (Mateo 16:24)
Quien carga la cruz entrega su vida.
Uno no se convierte en discípulo de Jesús
Por llevar mucho tiempo en la Iglesia;
Sino por negarse a sí mismo. (Efesios 1:22-23)
Los testigos de Jesús son un cuerpo con Él (Juan 15:5-7)
Y deben seguir donde Jesús les guíe,
Deben seguirle desde Nazaret hasta el Gólgota.
Si uno está vivo
Jesús no vive allí, y por lo tanto, no puede ser discípulo.
○ Seamos discípulos de Jesús.
Sigamos a Jesús y complazcámosle
Y estemos con Él en la vida y en la muerte.
○ Seamos discípulos de Jesús
Neguémonos a nosotros mismos
Y seamos discípulos que complacen únicamente al Señor.
○ Seamos discípulos de Jesús.
Los que le siguen
Deben seguirle con determinación.
※ El Señor resucitó
Y también lo harán los discípulos,
Esta es nuestra fe y esperanza.
Mateo 16:24-28
24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
28 De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.
Resumen
Si desea ser testigo de Jesús
(Mateo 16:24-28)
Debemos convertirnos en discípulos de Jesús
Dios está vivo. Dios por medio de su Hijo reveló su existencia, y ahora a través de los hombres lo hace también. Creer en Jesucristo no significa que es una religión. Lo que nosotros hemos recibido por medio de Jesucristo es la vida y la vida eterna que Dios ha otorgado. Dios para salvarnos y darnos vida eterna envió al Hijo unigénito para que se manifestara. Jesús al hacerse conocer dijo, “Coman mi carne y beban mi sangre. Así en ustedes estará la vida y la vida eterna”.
Cuando Jesús vino al mundo, la obra que comenzó a hacer fue tomar a los creyentes como discípulos. Incluso ahora Él desea tomarnos como sus discípulos. No hay ninguna persona que haya visto a Dios con sus ojos. No ha habido ninguna persona que haya ido al Reino de los Cielos. La única persona que conoce a Dios y el Reino de los Cielos es Jesús. Jesucristo desea hacernos conocer las cosas que Él conoce. Nosotros al recibir lo que Él nos hace a conocer, debemos comer su carne y beber su sangre.
Hay quienes se esfuerzan en su vida de fe por un tiempo pero por alguna situación caen en la prueba y terminan cayendo. En el caso de que ellos hubieran conocido un poco más profundamente a Dios, seguramente no hubieran sido derrumbados. Aquí está la razón por la cual Jesús a través de nosotros, quiere que seamos sus discípulos. Cuán precioso es el hecho de que el Hijo de Dios es nuestro maestro, que por medio de nosotros hace conocer a Dios, que hace conocer el Reino de los Cielos, que hace conocer la historia de Jesucristo, que hace conocer al Espíritu Santo. Ciertamente, nosotros debemos estar conscientes de la verdad de que nosotros no somos religiosos sino que somos discípulos de Dios.
Debe negarse a sí mismo y aprender sobre Jesús
Para ser discípulos de Jesús, el hombre tiene que negarse a sí mismo. Jesús dijo, “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguense a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.” (Juan 16:24). El factor que obstaculiza la relación entre nosotros y conocer a Dios y a Jesucristo quien Él envió, somos nosotros mimos. Cualquiera que quiere seguirle tiene que cargar su cruz. En otras palabras, tiene que estar preparado para morir según el mandamiento de Dios.
Es importante que el discípulo de Jesús este junto con Jesús. Después de que Jesús llamo a los doce discípulos que Él deseaba, lo que Él quería de ellos como fundamento era que estuvieran con Él (Marcos 3:14). El hecho de venir a la iglesia constantemente en el Día del Señor no significa que tenga una buena vida de fe. Aunque muchos niños van al colegio todas sus personalidades son diferentes. Asimismo, si cualquier persona asiste a la iglesia no podemos creer que todos son discípulos de Dios. Si es discípulo de Jesús, tiene que aprender sobre Jesús. No deben estar satisfechos con el hecho de escuchar la predica en el centro de adoración sino que deben desear con un corazón ardiente la palabra.
Debemos hacer discípulos
Si conocemos a Jesús es imposible no enseñar acerca de Él. Al beber la sangre de Jesús y tomar de su carne las personas no son capaces de soportar el impacto y por esta razón tienen que anunciarlo. Mientras más personas haya con este sentir dentro de la Iglesia, habrá un avivamiento en ella. En otras palabras, si la Iglesia desea crecer, debe haber muchos discípulos dentro de ella. Un discípulo de Jesús es aquel que luego de haber recibido la Palabra es capaz de tener efecto en otras personas. Acerca de esto Jesús dijo: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.” (Juan 15:8).
Las personas que se encuentran con nosotros deben convertirse en personas que crean bien en Jesús. Las personas que tenían una buena fe no pueden caer en tentación luego de encontrarse con nosotros. En la escuela de teología la gente suele decir que uno entra como Pastor, al segundo año como anciano, al tercer año como diácono, al cuarto año como miembro, y al graduarse sale como incrédulo. Aunque parezca una broma, esto es real en muchos casos. Las escuelas teológicas no deberían ser así, y nosotros mismos no podemos ser así. Todos los que se encuentran con nosotros tienen que convertirse en discípulos de Jesús.
Hay personas que no pueden convertir en realidad el mandamiento de hacer discípulos. Algunas personas toman personas dentro de la Iglesia para convertirlas en sus discípulos. Y extrañamente, después de un tiempo, estas personas no siguen al pastor, sino a la persona que los está discípulaban, y posteriormente dejan la Iglesia. No podemos hacer discípulos de esta manera, no podemos tomar miembros de la Iglesia para poner en ellos nuestros cimientos; sino que debemos hacer verdaderos discípulos de Jesús.
No podemos ser únicamente nosotros, sino toda la familia. Cuando Dios ve a nuestra familia debe reconocer: “Esta familia me conoce”. Las personas que se encuentra con nuestra familia deben convertirse en discípulos de Jesús. Jesús y la vida y la muerte tienen que estar juntos
Para ser discípulo de Jesús tiene que estar con la vida y la muerte. Si no uno no está preparado para morir al seguir a Jesús, no puede ser discípulo de Jesús. De ahora en adelante nos espera una terrible generación. Hoy en día, ha habido hechos en toda parte del mundo en la cual los gentiles han asesinan a los cristianos, estos tipos de noticias han incrementado aún más y más. No estoy seguro si en Corea también se manifiesten esos hechos. Ahora las historias de los hombres que han bombardeado la iglesia y muchos miembros de esa iglesia han muerto no serán historias de otros países.
Al expulsar a los demonios podemos recibir persecución. Hay personas que al ver que expulsan a los demonios critican diciendo que es hechicería. Pero nosotros a pesar de todo debemos expulsar a los demonios como nos lo ha ordenado y prometido. Jesús dijo “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echaran fuera demonios; hablarán nuevas lenguas” (Marcos 16:17), por lo tanto, sin importar como reaccionen las personas ciertamente nosotros debemos cumplir con esta palabra.
Cuando nosotros decidimos convertirnos en discípulos de Jesús, el Espíritu Santo obrar en nosotros. Jesús le dijo a los que ya habían recibido el bautizo, “Yo les mando que no se alejen de Jerusalén. Cuando el Espíritu Santo desciende en ustedes recibirán el poder, y cuando salgan serán mis testigos.” (Hechos 1:4-8). Por lo tanto, nosotros debemos hacer que el Espíritu Santo obre en nosotros. Como nosotros nos hemos encontrado con Jesús y ahora nos parecemos a Él, debemos hacer que por medio de nosotros las personas que han tenido un encuentro con nosotros se parezcan a Jesús.
Pastor Lee Ki Taek
Centro Misionero de Traducción Simuón
Carta de Simuón
Carta de simuón
Cada día es verdaderamente preciado para mí. Veo personas de mi edad y entiendo cuan difícil es su situación, se están ahogando en este mundo, pero no hay nada que puedan hacer, la única salida es volver a nacer. Cuantas personas habrán en el mundo que se menosprecian y odian a sí mismas. ¡Casi puedo sentir su odio y resentimiento! Nuestro tiempo en este triste mundo es corto, y cuando nos marchemos nos desprenderemos eternamente. El reino de Dios es distinto, esta lleno de gloria y paz, y debemos asegurarnos que ese será nuestro próximo destino, el lugar de vida eterna.
Esta escrito en la Biblia, “Soy el camino, la verdad y la vida”. Debemos verdaderamente entender y creer en esto. No hay nadie que dude acerca de las dificultades de este mundo, ¿Cómo las superaremos? A través del transcurso de mi vida, esta es la absoluta y única verdad que he descubierto, y esto lo descubrí en Jesucristo. Con pensamientos latentes tales como, “¿Qué puedo hacer por mí mismo?”. Busqué un oficio para luego entender que no había ninguno en este mundo. Por el contrario, decidí trabajar para alguien más, y esto fue un momento que abrió mis ojos. Trabajar para otro y no para mí mismo implicaba devoción pastoral.
¿Cómo puedo trabajar para alguien más? Los deberes pastorales no se pueden ofrecer sin nuestro sacrificio. En cuanto a mí, aunque haya delegado mis responsabilidades como Pastor, continúo estando de pie en el púlpito como predicador. Uno de los elementos más importante como predicador es la inspiración espiritual, y ésta solo es derramada sobre aquellos con fe, porque únicamente procede de Dios. Cada palabra, e incluso el levantar de una mano para bendecir la congregación debe ser inducida por esta inspiración, porque sin ella la promesa de Dios no puede estar contenida en los pensamientos o las palabras del predicador. Así como una jeringa vacía no puede ser utilizada con un paciente, de la misma forma ningún sermón o bendición sin la inspiración del Espíritu Santo debe ser presentado, porque esto con certeza estará bajo el juicio del Señor.
A través de mi vida y en los ministerios que me he desempeñado, he obrado bajo la inspiración que Dios me ha brindado. A pesar de eso, ahora debo esforzarme aun más, porque conozco que el Espíritu Santo obra entre aquellos que verdaderamente reconocen y entienden la gracia de la sangre de Jesús. Ahora soy anciano y estoy gastado; no soy la esperanza de la iglesia. Pero, aquí estoy finalizando lo comenzado, esperando que el sol llegue al final de su ciclo. Cada día es verdaderamente preciado para mí. ¿Como debería entregarme a mí mismo? Como Jesús, de la misma forma que Él derramó Su sangre, yo también debo derramar mí sangre. Así como entregó Su vida, igual yo debo entregar mi vida. No es algo que puedo dejar para mañana, en vez debo cumplirlo diariamente. El mundo es un lugar con personas que extrañare; pero hay Uno a quién deseo más, Él es el Señor, y me está esperando.
Pastor Ki-Dong Kim
Columna de Adoración del Día del Señor
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Interpretación: Ministro Da Un Chung
Traducción: Ministro Da Un Chung y Richard Olivieri