2019.03.24 – Edifique la iglesia
in SermonesEdifique la iglesia
( Efesios 4:1-12 )
Dios
es absolutamente perfecto.
Toda
la obra que hace es absolutamente perfecta.
Nosotros, quienes creemos en Él, debemos ser perfectos como Él,
para cuidar y edificar la iglesia de Dios. (Efesios 4:15-16)
La cabeza de la iglesia es
Jesucristo, quien resucito. (Efesios 1:22)
Nosotros somos su cuerpo.
Es claro lo que nosotros tenemos que hacer como Su cuerpo.
Uno es el Señor, una es la fe, y uno es el bautismo. (Efesios 4:5)
Dios es solo uno, quien es Padre de toda la creación.
Cada uno de nosotros fue dada la gracia
conforme a la medida del don de Cristo. (Efesios 4:7)
¿Cómo podremos pagar está gracia?
Él mismo constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas;
a otros, pastores y maestros. (Efesios 2:11)
Esto es para que los miembros santos sean perfeccionados y sirvan en la obra
para la edificación del cuerpo de Jesucristo.
Jesús es nuestro Dios, y el Espíritu Santo, quien Él a enviá,
hace que volvamos a nacer. (Juan 3:3-5)
◌ Seamos humildes y obedientes
siendo miembros santos que
edifican la iglesia, que es el cuerpo de Jesús.
◌ En la iglesia solo hay un Señor, una fe y un bautismo.
Solo hay un Dios, por lo cual no argumentemos entre nosotros.
El bautismo es la verdad que hace que volvamos a nacer.
◌ Recibamos la abundancia del Espíritu Santo y obedezcamos.
Seamos armado a través de la palabra de la verdad.
Demos nuestra vida para edificar la casa de Dios.
※ La iglesia es la llenura de Aquel que lo llena en todo.
La autoridad y poder que puede someter a la creación es la iglesia.
Todos con un solo corazón edifiquemos la iglesia.
Efesios 4:1-12
1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,
2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,
3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;
4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;
5 un Señor, una fe, un bautismo,
6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.
8 Por lo cual dice:
Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad,
Y dio dones a los hombres. m
9 Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?
10 El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.
11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.
Resumen
Carta de Simuon
Una de las características que cambio en mí, luego de creer en Jesús es la paciencia. Aunque antes esto no hubiera sido posible, cuando el Espíritu Santo al entrar en mi corazón me ha señoreado. Caín al estar lleno de la ira y el celo hacia su hermano pensó en como matarlo. Dios le dijo a Caín: “El pecado está a la puerta; y tú te enseñorearás de él”. Sin embargo, Caín termino matando a su hermano. La razón de ellos es porque Caín no tenia el poder para señorear su naturaleza.
Hoy en día el Espíritu Santo entra en nosotros, y señorea nuestros corazones haciendo que seamos mansos. Esta es para que conozcamos la naturaleza de Dios. Jesús dijo: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”. El hombre quien estuvo lleno de los deseos de la carne, no puedo caminar junto con la voluntad de Dios. Sin embargo, Jesús compro al hombre son su sangre y le da el Espíritu Santo. Y hace que a través de los dones del Espíritu Santo manifiesten la naturaleza del Espíritu Santo.
Ya han pasado 60 años desde que he testificado la palabra en el púlpito, pero como dice la Biblia la persecución desde el momento en que recibí la palabra no ha sido poca. También pienso que hablan personas que me odian y desean hasta matarme. Sin embargo, yo tomo estas situaciones como bendición y con mucha perseverancia oro por ellos.
En muchas ocasiones nosotros tratamos de tomar nuestra propia personalidad y sabiduría como justicia. Sin embargo, nuestra propia justicia no puede realizar la voluntad de Dios. Solo la justicia de Dios puede realizar la voluntad que Él tiene. Nosotros al recibir el bautismo hemos participado en la muerte en la cruz que experimento Jesucristo. Hemos enterrado toda nuestra naturaleza, deseos y pensamientos de la carne con la que hemos nacido. Ahora nosotros tenemos que pensar y obtener la sabiduría a través del Espíritu Santo, que el Señor Jesús nos ha enviado. También tenemos que sacrificarnos para realizar la obra del reino de Dios. El diablo lleno de la ira y celo hacia los santos que tratan de vivir de esta forma, trata en matarlos y hacer que caigan como lo hizo Caín.
Nosotros somos quienes ya no vivimos más por la carne sino por el reino y justicia de Dios. Por lo cual no debemos caer en el engaño del diablo y caer en tentación. El que cae en la tentación del diablo es la caída. Quien ha caído no puede evitar el cometer el pecado deliberadamente, llevándolo a ser abandonado. Nosotros con la fe que Dios nos ha dado y con el poder que son manifestados con esa fe, realizamos la obra del Señor y amar a nuestro espíritu. Sin embargo, de la misma forma como el Señor ha derramado su sangre dando su vida, nosotros también tenemos que pelear en contra de la injusticia hasta el punto de derramar nuestra sangre. Y pelear con el enemigo y siempre tener la victoria.
No seamos negligentes en la vida de fe. Caín al ser engañado por el diablo mato a su hermano. Dependamos del Espíritu Santo para que en nuestros corazones sea aún más lleno del poder de la perseverancia y el aguantar. Seamos espirituales. Seamos espirituales siendo personas del Espíritu Santo. Este es el deseo del Señor Jesús.
Créditos
Centro Misión Iglesia Sungrak
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Departamento de Castellano
Traducción de sintesis: Eun Sol Jang
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang