2019.06.02 – Beba de la sangre de Jesús
in SermonesBeba de la sangre de Jesús
( Juan 6:53-58 )
Dios
es vida.
Él
envía el Verbo para darnos la vida. (Jn 1:4)
El Verbo es la vida que salva nuestro espíritu. (Jn 6:63)
Dios desea darnos esta vida,
por lo que envía a Jesucristo. Jesús es el Verbo. (Jn 1:14)
Jesús dijo: “Yo soy el camino y la vida.” (Jn 14:6)
Jesús es la vida que vino como hombre.
La humanidad no tiene vida por el pecado.
Y perecerán por el pecado y la muerte. (1 Cor 15:56-58)
Aunque la carne pueda verse gloriosa, (Ap 3:17)
el espíritu no lo es.
Sino que esta debajo maldición y al final morirá por la eternidad. (Ap 20:12-14)
Como el espíritu es eterno, él morirá por la eternidad.
Entrará a las llamas del fuego y sufrirá por la eternidad.
Como no conocen acerca del infierno, no creen en el Evangelio.
Sin embargo,
el infierno está esperando.
Los demonios también temen ese lugar. (Lc 8:31)
El Espíritu Santo para salvar a nuestro espíritu
hace que comamos y bebamos de la carne y sangre de Jesús. (Rom 8:1-2)
◌ Dios conoce donde irá la humanidad.
Conoce que los que no son justos perecerán,
y lo que son justificados recibieran la vida eterna.
◌ Esta es la razón por el cual Dios nos revela que
Jesucristo es la vida.
◌ Nuestra fe es creer que Jesús es la resurrección.
Esta es nuestra esperanza.
Esto es la promesa de Dios.
※ Cuando el último día venga nosotros ciertamente resucitaremos.
Esto es porque tenemos la vida en nuestro espíritu.
El Espíritu Santo será testigo de esto.
Juan 6:53-58
53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
Resumen
Carta de Simuon
Para todos mis queridos miembros de la Iglesia Sungrak y mis compañeros bereanos que se han sacrificado para llevar el Movimiento de Volver a la Palabra. Todos nosotros somos figuras publicas que Dios ha llamado. Todas las enseñanzas y obra que realizamos en la iglesia no son personales. En cambio, son obras que tienen la esperanza.
Dios enviá al Unigénito a esta tierra. Dios cuida de Él, lo estima y le ordena personalmente el camino que tenia que ir, la obra que tenia que hacer, y en todas las cosas. Este es el ministerio que llamamos como: vida publica de Jesús. Aquellos que pertenecen en su palabra son hechos Sus discípulos. Ellos estuvieron junto con Él, ordenándoles que prediquen y dándoles la autoridad de echar fuera demonios. Esto también fue dado a nosotros, haciendo que tengamos la vida publica de la igual manera.
En el momento en que Dios me llamo como, Simuon, he determinado: que mi vida es la vida publica. Desde ese momento no he pensado en trabajar para alimentar a mi familia. Con respecto a mi familia la he dejado en las manos de Dios, de la misma forma como Dios provee con pan a Elías a través de los cuervos debajo del enebro. Me he dedicado completamente en alimentar el cuerpo de la Iglesia Sungrak.
Y constantemente le he dicho a mi esposa: “Toda obra que yo hago son parte de la vida publica. Yo soy una figura publica. Por lo tanto, no trates de saber lo que yo hago, ni esperes que yo me encargue en ganarme la vida. Sino tú y yo debemos tener una vida publica”. Por lo tanto, mi esposa sufrió mucho. Sin embargo, ella no intervino en la obra que hacia, si esto incluyera vender la casa, o si entregaba una fortuna a Dios, o si usaba el dinero que ganaba para mi vida pública. Ella nunca quiso saber o nunca intervino o se quejaba de toda la obra que hacia. Ella solo callaba. Y dio gracias a Dios por darme tan gran compañera de la fe.
Mi vida publica, es decir el ministerio de Simuon, no es igual a las otras. Es el camino especial que Dios me ha dado. Ya he venido al final de este camino, y el que viene tras mí tendrá que cargar este sufrimiento de la misma manera. El pensar que no habrá sufrimiento es igual a una mujer embarazada que piense en no tendrá dolor de parto. Esto es algo imposible. Dios ya ha dicho a la mujer: “Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos.” De esta forma este mandamiento ha sido cumplido hasta el día de hoy. Es lógico experimentar el dolor de parto al tener un hijo.
Hasta ahora hemos aprendido de la enseñanza ya establecido por Simuon acerca de la Mediación del Evangelio. Esto es algo que todos han aprendido con la fe y el llamado que han recibido. Yo tuve la determinación de escribir 250 libros acerca de la “mediación del evangelio” desde hace 50 años. Espero que no vuelvan a deambular en su fe y vuelvan a construir el fundamento que ya he construido. Estos libros que he escrito es la fe y enseñanza de nuestra iglesia. Cuidemos, protejamos y enseñemos de la síntesis que he escrito y la propiedad intelectual que la Iglesia Sungrak tiene. Aprendamos de ellas continuamente y realicemos la voluntad de Dios en esta tierra.
Créditos
Centro Misión Iglesia Sungrak
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Departamento de Castellano
Traducción de sintesis: Eun Sol Jang
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang