Servicio del Día del Señor del 12 de noviembre del 2023

Pastor Sung Hyun Kim

Algunas personas afirman diciendo: “Cualquiera puede recibir la revelación de Dios. También he recibido una nueva revelación. Dios me ha mostrado una verdad que nadie nunca había recibido antes. Solo me lo ha revelado a mí. Esta revelación es única.” ¿Será que estas afirmaciones van alineadas con los hechos? Cuando entendemos con profundidad el significado de la palabra de Dios, comúnmente decimos que hemos ‘recibido la relevación de Dios’, pero en realidad este es un proceso en el cual confirmamos y tenemos certeza de la palabra que fue revelada por los apóstoles y profetas en la Biblia. Esto no es implicar que ha recibido una revelación que va más allá de la revelación que ya se ha cumplido.

Pablo enfatizó en su carta hacia la iglesia de Éfeso: “Misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu.” (Ef 3:5). Pablo fue una persona que Dios ha llamado especialmente para la revelación. Su revelación no fue dada a ninguno antes y después del tiempo de Pablo, es única. Él consideró este hecho como algo extremadamente importante, que incluso escribió este mensaje en su carta hacia la iglesia de Gálatas: “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.” (Gal 1:8).

Pablo dijo: “Leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo.” (Ef 3:4). Él usa la palabra ‘conocimiento’ para describir la revelación que había recibido. Esto se refiere al entendimiento o discernimiento. La revelación que Pablo recibió no fue impuesta en él unilateralmente a través de un poder sobrenatural, sin relación a su intelecto, emoción o voluntad. Fue a través con su propia voluntad que juzgó y analizó una serie de eventos, que lo llevó a entender la esencia subyacente. En otras palabras, este conocimiento no entro repentinamente en su mente a través de la inspiración, más bien, la personalidad y promesa del Señor estaban absorbidas en su interior.

Entonces, ¿cómo será que las personas pueden confirmar que Pablo ha recibido la revelación? Pablo dijo sobre esto diciendo: “Que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo.” (Ef 3:3-4). Esto significa que Pablo recibió la primera revelación y lo escribió, y cuando cualquiera lea la revelación, experimentará la obra de Dios que conmueve sus corazones haciendo que lo entiendan. En otras palabras, los creyentes no son obligados a creer doctrinas, sino que reciben la revelación indirecta al operar su discernimiento espiritual cuando leen las palabras escritas en la Biblia.

Desafortunadamente, algunos rechazan la revelación de Dios, incluso si viene a ellos. La Biblia afirma de los que les falta el discernimiento espiritual diciendo: ‘su necio corazón fue entenebrecido’ (Rom 1:21). Hoy en día, el pulpito de la iglesia es el lugar principal donde la revelación se cumple. Cuando un siervo de Dios predica no es simplemente para transmitir un conocimiento bíblico, o enseñar la doctrina, ni compartir información sobre la fe. A través de la prédica, el siervo que Dios ha puesto trasmite las emociones, sentimientos y corazón de Dios. Por lo tanto, al escuchar la prédica debemos aceptarla como la palabra de Dios. Confiemos que Dios está usando toda la personalidad del siervo para llevar Su palabra. Abramos nuestros corazones a aquel que predica la palabra de Dios y entreguémonos a la obra actual de Dios que nos salva.