2020.01.19 – El diablo, príncipe de la potestad del aire

Carta de Simuon

El agua que ya ha sido regada no puede ser recogida, el viento que una vez ha soplada no puede volver a soplar. Yo ya soy un hombre con 83 años. El camino que tengo que ir se ha filtrado en mi corazón como viento del otoño.

Los eventos del pasado recorren en mi mente como las nubes que pasan. Estos forman en su propia forma como las piedritas que fluyen en el agua. Sin embargo, todas ellas son diferentes. El rostro de estas personas que se han ido son tan confusas. Extraño a algunos de ellos y otros que quiero olvidar. Con franqueza, nunca me he escondido de ellos. Aunque viví tranquilamente, ahora entiendo por qué las rosas deben de tener sus espinas. La tristeza de las rosas que fueron rotas hace que cierre los ojos.

Si tuviera que sacrificarme, deseaba ayudar a los demás. Sin embargo, nunca pensé que esto iba a traerme una gran desilusión y traición. Como todas las nubes son diferentes, todos somos diferentes. Aunque pensé que yo tendría que llevar este dolor en mi corazón hasta el final, hubo días en que la desilusión fue tan grande que no podía dormir. ¿Será que soy tonto o estúpido? ¿Por qué estas personas hicieron cosas tan horribles? Al mirar atrás, veo que estas cosas son fruto del mundo. Al observar el espacio me he preguntado varias veces: ¿será que la vida se trata de engañar a las personas una y otra vez?

Sé que no son muchos los días y las horas que me faltan. Ahora tengo que seguir ese camino que Dios me ha dado. Para cumplir con esto, tengo que organizar mi carga para poder alivianarlo. Esto es hecho para que en ese día cuando no tenga fuerzas en las manos y rodillas, los ángeles me tomen de este mundo.

Primero, no debe haber ninguna mentira en mí. Segundo, no debe haber ninguna avaricia en mí. Tercero, tengo que continuar confiando y creyendo en los compañeros, que dan su vida por el Movimiento de ‘Volver a la palabra’. No importa que es lo que piensen las personas del mundo, ellos tendrán que dar cuenta sobre ello en el día del juicio. Un cuervo no es negro por dentro porque sus plumas sean negras. Una garza no es blanca por dentro porque sus plumas con blancas. Yo he aguantado y perseverado en todas las cosas para preparar mi camino.

Yo no conozco ni tengo nada de este mundo. Pero, yo he jurado a Dios el conocer a Jesús con todo mi espíritu. Aunque yo tenga que irme, el ministerio continuara obrando. El llamado de Dios de los Bereanos, conocida como ‘Volver a la palabra’, mi mente, mi corazón, y mis manos me han impulsado a escribir libros como Mediador del Evangelio. Ellas están llenas del conocimiento y sabiduría de Dios, y ellas harán su trabajo por un largo tiempo.

Mi deseo es que todos mis amados actúen como mi rostro y voz leyendo muchos libros. Yo creo que el reino, poder y gloria solo están en Dios.