2019.12.08 – Miren aquellos que fueron escogidos por Dios

Carta de Simuon

Mientras que las flores brotan y la sombra de los árboles abrazan las nubes, puedo ver como el cielo cae en una soledad y sentir como el tiempo pasa. ¿Cuál es la razón por el cual estoy viviendo? ¿Qué es lo que debo de hacer y que es lo que puedo hacer? El mundo que una vez me abrazaba me está dejando ir. La obra que yo he comenzado no ha terminado, tiene que continuar. Lo que siguen mi trabajo son los Bereanos que tiene el llamado de ‘Movimiento de Berea’ en la Iglesia de Sungrak.

Las nubes que pasan cuando las hojas caen me están llamando. No estoy triste, sino que me entristece que haya personas que tratan de bloquear este camino, que he caminado toda mi vida con heridas y pies descalzos. Si pudiera, quisiera hacer más. Yo moriría por esta obra. Doy gracias. Aquellos que vienen después de mí podrán volvía mi nombre, ‘Ki Dong Kim’, pero desearía que ellos siempre recordaran el significado de ‘Simuon’.

Si no hubiera practicado Simuon, (Ver y no decir), en toda mi vida, ¿será que hubiera podido sostener? Sin embargo, doy gracias a Dios por darme esta filosofía de vida. ¿Quién seria feliz de morir? Yo no soy gozoso por la idea de morir, sino que yo deseo cumplir con ese llamado del Señor de morir. Doy gracias a Dios por darme este gran deber, a un ser tan insignificante como lo soy yo. Y doy gracias a nuestro Señor Jesús quien abrió este camino para que yo pudiera ir en este camino. También doy gracias al Espíritu Santo, quien es el Consolador, por guiarme y obrar en mí en este peligroso camino haciendo que de gracias.

Estoy avergonzado, sin embargo, no estoy avergonzado por caminar este camino. Doy gracias por el hecho de que la gracia y el poder del Espíritu Santo han morado en este cuerpo tan frágil. Doy gracias porque Él ha derramado la verdad en mí, en toda mi vida. Doy gracias al Espíritu Santo, quien es el Consolador, quien nunca me ha hecho preocupar de que voy a predicar, de que voy a decir, o de que voy a testificar.

Si Dios me hubiera permitido más tiempo y la habilidad, la fuente de la verdad no cesaría por los siguientes cien años e incluso hasta los mil años. Yo solo he testificado lo que he conocido y lo que creído. Nunca me he parado en el pulpito si no es con la inspiración del Espíritu Santo. Nunca me he quejado en el pulpito. En cambio, miro hacia atrás y miro como he testificado solo la palabra de la verdad en todo el tiempo.

Si lo hace sentir bien el insultarme e incluso si puede dormir mejor haciéndolo, hágalo. Esto no podrá debilitar mi espíritu. Si piensa que esto puede darle bendición, esto es un malentendido. La bendición es un pacto que solo es dado a aquellos que bendicen. Algunas personas podrán envidiar y estar celoso por ser el obispo de esta gran iglesia, pero esto no es algo de que envidiar. El reino, el poder y gloria solo le pertenecen a Dios Padre por todos los siglos. Solo doy gracias por morir, siendo Su siervo.