2019.07.14 – Dios es espíritu

Carta de Simuon

Los invito a todos ustedes quienes aman el cuerpo, alma y espíritu al Avivamiento de Verano MongSanPo. Este avivamiento de verano llevara acabó el Cuarto Avivamiento de la Sanidad.

El propósito de nuestra fe no es solo para el beneficio de nuestro espíritu, ni tampoco es para el solo beneficio de la carne. Dios trata el espíritu, alma y cuerpo del hombre como una persona. Y a ustedes que son llamados y usados por Dios son invitados a este avivamiento de verano. Esta invitación no viene del pensamiento de hombre sino por la voluntad de Dios. Nosotros tenemos que esforzarnos mucho más para poder amar más a Dios y seguir la voluntad de Dios.

Aunque constantemente confesamos que queremos complacer a Dios, tenemos que saber y escuchar cual es la voluntad de Dios. Si no la conocemos, se preguntará: “¿Por qué tengo que hacer este trabajo?”, incluso cuando es claro lo que tengamos que hacer algo según Su voluntad. Tenemos que tener en cuenta que un avivamiento realizado en el nombre de Dios no puede ser hecho según la voluntad del hombre.

Dios ciertamente es grande pero el tomo interés en este mundo que es tan sucio. Dios envía a su Hijo para salvar a aquellos que aguantan la tristeza de este mundo y consolarlos. El Hijo derramo su sangre muriendo en la cruz según la voluntad del Padre. La razón por el cual Dios muestra tan cierto testimonio de la salvación, es para que las personas no reciban el amor de Dios como un mero concepto.

El hecho de que Dios haya amado al mundo de esta forma no es una ideología o doctrina. Dios personalmente derramo Su sangre y las personas vieron esa sangre. El amor de Dios hacia el hombre no es un amor abstracto, sino una realidad. Esto es una verdad que el cielo, el universo o las personas del mundo pueden negar. El amor que he recibido de Dios no es abstracto. Dios nos da la redención de pecados hasta el punto de derramar Su sangre. Yo tengo la certeza sobre esta verdad. Por lo tanto, deseo ser testigo sobre ello incluso si tengo que dar mi vida.

El amor de Dios está en Su sangre. La sangre de Dios en sí, es el amor de Dios. El Espíritu Santo testifica sobre ello. La razón por el cual la identidad de los demonios es revelada y se van con temor, es porque ellos conocen el poder de esa sangre. También es porque nosotros tenemos la certeza de que la palabra de Dios es la verdad y es palabra que tiene la sangre de Dios. Nosotros no nos reunimos para escuchar algo interesante. Sino que nosotros somos quienes tenemos la certeza sobre la verdad del Dios viviente, y no dudamos de esta realidad.

Todo cuerpo necesita de sangre. Nosotros creemos en el poder, amor y gracia que contiene la sangre de Dios. Por lo tanto, nosotros tenemos que experimentar Su gracia. Nuestra fe es una realidad. Todos recibamos el amor de Dios participando en este avivamiento de verano. Queridos hermanos los invito. Gracias.