2019.04.14 – Jesús, quien completa la Ley

Carta de Simuon

La razón por la cual en el día de hoy verdaderamente soy gozoso y agradecido es porque soy lleno del gozo de conocer a Jesús. Aunque no puedo describir esta felicidad con palabras, mi espíritu es ciertamente gozoso. La respuesta de la pregunta que viene de la carne de hombre solo la tiene el espíritu del hombre. Solo el Espíritu Santo puede escuchar las peticiones del espíritu y el Espíritu Santo solo puede recibir esa respuesta del Hijo de Dios. Solo el Hijo de Dios, quien es Jesús, es la voluntad de Dios. El conocimiento de Dios no puede ser encontrada en los ángeles del cielo ni en el Hijo. Sino solo el Padre Dios que está en los cielos tiene ese conocimiento.

Aunque Dios creo el Cielo, ese cielo no fue perfecto. Aunque Dios creo el universo, ese universo también no fue perfecto. La respuesta para perfeccionar el cielo y el universo solo la tiene Dios. La humanidad tiene una pregunta que debe solucionar, la respuesta de ello solo la tiene Dios. La razón por la cual Dios envió al Unigénito, que estuvo en Su seno, ha esta tierra no es solo para perfeccionar a la humanidad sino también a toda la creación. El Hijo de Dios es la llave para abrir las puestas del Hades, y también es la llave para entrar al Reino de los Cielos. Esta es la verdad. Dios al enviar a su Hijo nos envía la respuesta. Nada puede ser perfeccionado si no es por Jesús.

Deseo que todos nosotros seamos gozosos. Pero la respuesta de esto es Jesús, Él desea que vivamos. La respuesta que es Jesús hace que podamos ir al cielo y obtener la vida eterna. El reino, el poder y la gloria están en Dios. Sin embargo si sobrepasamos la voluntad de Dios ciertamente no podremos ser perfeccionados. Aunque acumulé sus méritos toda su vida, esto no le garantizará encontrar la respuesta en los postreros días. También todas las cosas que obtenemos en el mundo con un gran esfuerzo y sabiduría no nos dará la respuesta. En el final, la carne no tiene más opción que volver al polvo de la tierra luego de su muerte.

Jesús es la voluntad de Dios. Él es la respuesta y es la verdad. La verdad es la llave que le pertenece a Dios. Esa llave es dada solo a aquellos que conocen a Jesucristo. Mi vida en este mundo puede ser lleno de dolores y puede llegar a ser una vida que nadie vaya a envidiar. Sin embargo, para mí, Simuon, esta vida es llena de la felicidad. Aunque en el mundo he recibido múltiples insultado y hasta puedo ser golpeado sin piedad, mi espíritu ciertamente está lleno del agradecimiento. La razón de ello es porque a través de Jesús he descubierto a mi espíritu, y ahora mi espíritu conoce a Jesús.

Dios introduzcamos a Jesús a nuestro espíritu diciéndonos: “Come carne y bebe mi sangre”. No podemos obtener la respuesta a nuestra pregunta solo por el hecho de que verlo en nuestros ojos. Sino Dios nos está ordenando a introducir a Jesús dentro de nuestro espíritu. La razón por la cual el espíritu perece es porque no tiene a Jesús.

Los que tienen a Jesús son personas perfeccionadas. No solo entrarán en el Cielo sino que también vivirán por toda la eternidad. También obtendrán la gloria espiritual en esta tierra. Sin embargo, tenemos que cumplir lo que nos ha dicho: “Dad, pues a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”. Si obedecemos esta ordenanza, Dios nos dará la verdad eterna, la cual es la respuesta eterna. Si la recibimos, seremos bendecidos. Aunque los que no tiene a Jesús viven en la desgracia, aquellos que tiene a Jesús son los más gozosos.