2019.02.03 – Entréguese a Dios
in SermonesEntréguese a Dios
( Génesis 22:1-19 )
Dios
es quien ordena la bendición.
Él
hace conocer a Jesús, (Juan 3:16)
y entrega a toda la humanidad al Unigénito de Dios.
Dios da la bendición a Abram, dandole el nombre de “Abraham”.
El nombre de Abraham significa “padre de muchedumbre de gente”. (Génesis 17:4-6)
Esto así,
Dios convierte Abraham en una bendición, fuente de bendición.(Génesis 12:1-2)
Dios
no hizo que Abraham gustará de la bendición solo, (Génesis 22:1-2)
sino hace que toda la humanidad reciba la bendición a través de él.
Jesús ordeno en el desierto diciendo:
“¿Cuantos panes tenéis vosotros?
Traédmelos acá.”(Mateo 14:17-18)
Y luego de bendecir los panes muchos comieron de ello.
Tenemos que conocer el poder, la palabra, y la bendición de Dios.
Si alguien entrega todo de él a Dios,
Dios lo usará para que sea bendición para toda la humanidad.
Y si también entrega todas sus riquezas, (Mateo 4:19)
Dios usará esa riqueza para obrar en muchos corazones.
○ Crea en la “Inspiración de los cinco panes y los dos peces”.
La bendición de Dios es la “Inspiración de los cinco panes y los dos peces”.
Esta es nuestra fe.
○ Abraham no rehusó a Isaac sino que lo ofreció a Dios.
Por lo cual, Dios convierte a “Abram” en “Abraham”
y da la salvación a toda la humanidad,
○ De la misma manera, entréguese a Dios.
Entregué sus riquezas y entregué hasta sus hijos,
Dios le dará la “Inspiración de los cinco panes y los dos peces” en ello.
※ Dios es viviente,
y Él obra día y noche por toda la eternidad.
Confiese en su vida de fe que usted es de Dios.
Génesis 22:1-19
1 Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
3 Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.
4 Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos.
5 Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros.
6 Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.
7 Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?
8 Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.
9 Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altarsobre la leña.
10 Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.
11 Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.
13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
14 Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.
15 Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo,
16 y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo;
17 de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.
18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
19 Y volvió Abraham a sus siervos, y se levantaron y se fueron juntos a Beerseba; y habitó Abraham en Beerseba.
Resumen
Carta de Simuón
Cuando creí en Jesucristo llegue a conocer a Dios. También llegue a conocer Su obra, la cual es obra que Él realiza. Antes de ello, tenia una vida solo llena de la pobreza, desesperanza y maldición. Al sentir esa desesperanza en mi vida trate en suicidarme en varias ocasiones. No solo llegue a pensarlo sino que llegue hasta el punto de quitarme la vida. Sin embargo, en ese instante Dios me revelo Su gracia y bendición.
En ese instante, Abraham vino a mi cabeza. Él dejo a su tierra, su parentela y la casa de su padre. Él vivió una vida de peregrino. Luego de dejar su hogar, con los ojos humanos nadie sabia que era lo que le esperaba. En el momento en que Abraham se sintió solo y sin fuerzas, Dios lo busco. Y a través del hijo que le fue dado fue feliz todo los días.
Luego Dios le dijo: “Toma a quien amas y vete a tierra de Moriah, y ofrecelo allí en holocausto uno de los montes que yo te diré.” Abraham obedeció inmediatamente. Él entregó a Dios a su hijo unigénito en quien se gozaba. Por lo tanto, Dios no solo le devuelve a su unigénito sino que también le entregue toda la humanidad: por donde nacería el Señor y salvador.
Aunque cinco panes y dos peces es el alimento que un niño pueda alimentarse con dificultad, Jesús no hizo que esto estuviera en las manos de una sola persona sino que dijo: “Traédmelo acá”. Cuando los cinco panes y los dos peces estuvieron en las manos de Jesús más de cinco mil hombre comieron. Y las mil personas se saciaron de ello.
Finalmente, yo también entendí sobre esta verdad. Entendí sobre la “Inspiración de los cinco panes y los dos peces”. Hasta ese momento estuve lleno de la desesperanza y la maldición porque había tomado todas estas cosas para mí mismo. Pero en el momento en que entregue mi cuerpo a Dios, ya no soy para mi mismo sino me convertí de Dios. Mi cuerpo ha sido usado por Dios hasta estos 82 años. No solo ha sido usado para mi congregación sino también para todas las personas del mundo. También Dios usa los libros que he escrito para obrar en las personas en esos lugares en donde no puedo alcanzar.
Si guardo para mi mismo y me gozo solo con las cosas me fueron dadas, Dios no podrá usarlas. Sin embargo, en el momento en que entregue todo a Dios, Dios me dio la “Inspiración de los cinco panes y los dos peces” para tener a más de diez mil lideres. Me convertir en una persona que comparte la bendición a toda la humanidad, como la bendición que obtuvo Abraham, de que su descendencia seria como las estrellas del cielo y la arena del mar, cuando entrego a Isaac a Dios.
El conocer este secreto es la fe. Si guardamos esto con para nosotros mismo, entonces podremos usar poco de ello para uno solo, pero no podra compartir esto a muchas personas. Sin embargo, si entregamos nuestras cosas y nuestro cuerpo al Señor, serán usadas para toda la humanidad. Esta es una de las razones por la cual les recomiendo el Seminario de Teología Internacional Berea. Entréguese para la obra de Dios. Así es como Dios lo usará grandemente. No disfrute de la bendición usted mismo, sino entréguese a usted mismo a Dios. Haga que Dios lo pueda a usar.
Créditos
Centro Misión Iglesia Sungrak
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Departamento de Castellano
Traducción de sintesis: Eun Sol Jang
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang