2016.02.21 – Lo más importante de la ley
in SermonesLo más importante de la ley
(Mateo 23:23-24)
Dios
Es amor.
Él
Se interesa en el mundo, porque tiene una gran voluntad. (Mateo 6:10)
La voluntad de Dios es el amor por Su Hijo (Juan 6:39-40)
Por lo que prepare todo para Él. (Hebreos 1:3)
Por esta razón,
Al enviar el Hijo al mundo
Lo envió a través de la Palabra de Dios. (Juan 1:14)
El Verbo
Es la voluntad que se encuentra en el seno de Dios. (Juan 1:18)
Y el hombre debe recibir al Verbo como mandamiento. (Juan 10:17-18)
La Ley es Palabra
Y la Verdad es Palabra,
Su principio es el amor
Por lo tanto,
En la justicia hay amor,
En la misericordia hay amor,
Y en la fe hay amor.
Si se conoce la Ley y se cree en el Evangelio, pero no hay amor
Entonces se está despreciando la gran voluntad de Dios.
○ Ay de los que
Aunque entiendan completamente la Ley
Pero su justicia no se basa en el amor.
○ Ay de los que
Aunque reciban completamente el Evangelio
Pero su misericordia no se basa en el amor.
○ Ay de los que
Aunque tengan fe
Su fe no se basa en el amor.
※ Jesucristo advirtió
Que no debemos despreciar
Lo importante de la Ley, el Evangelio y la fe.
(Mateo 23:23-24)
23 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
24 !!Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!
Resumen
Sea fuente de bendición para que sus hijos y descendencia reciban la bendición
Dios es amor. Dios es un ser a quien no podemos ver con nuestros ojos. Sin embargo, Dios se mostró a sí mismo por medio de el amor exclusivo hacia su Hijo. El hecho de que nosotros podemos contar un poco con el amor de Dios es porque cualquiera ha experimentado el amor que uno recibe de sus padres. Los padres aman a sus hijos más que sus propia vida. Asimismo, es el amor de Dios hacia su hijo. El conocer ese amor de Dios es nuestra fe.
Cuando escuchamos la palabra bendición, las personas piensan que es tener la fortuna de ganar riquezas como ser el ganador de una lotería. A nuestro alrededor hay personas necias que piden riquezas materiales, luego al no recibir la respuesta se decepcionan e incluso llegan a perder su vida de fe. Algo que nosotros debemos entender claramente es que la palabra de Dios es como la semilla que tiene la bendición. Si alguien quiere recibir la bendición, ciertamente tendrá que recibir esa palabra. No querer recibir la palabra es igual que rechazar la bendición.
Recibir la bendición es igual que la tierra que recibe la semilla. Dios le prometió a Abraham, “Te bendeciré”, ciertamente él recibió la semilla que Dios sembró en él. El labrador, para obtener el fruto, primero tiene que sembrar la semilla. Para que esa semilla crezca a ser un árbol se necesita el tiempo de la paciencia. De la misma manera, para obtener los frutos de la bendición ciertamente se necesita la paciencia.
Dios al prometer la promesa siempre dijo, “Tú y tu descendencia recibirán bendición” o “tus hijos hasta la generación mil tendrán bendición” Incluso, aunque ahora mismo los resultados de la bendición no son manifestados, si nuestra comunión con la Palabra de Dios tiene su raíz dentro de nosotros, algún día esos frutos serán manifestados y en conclusión nuestra descendencia de generación a generación comerán de ese fruto. Por otra parte, como la idolatría es lo mismo que sembrar la maldición, de la tercera y hasta la cuarto generación comerán del fruto de la maldición.
Testifiquemos el amor hacia Dios
Si expresamos en una palabra el tema de la Biblia, podemos decir que habla de las relaciones. En la Biblia primero habla de la relación entre padre e hijo, la cual es el amor y la piedad filial entre el padre y el hijo, segundo, habla de la relación entre los esposos, la cual es la relación entre Jesús quien es el novio y la iglesia quien es la novia, y tercero habla de la relación entre hermanos en la cual nos señala a todos los santos como un solo cuerpo en Cristo, también el énfasis más importante entre las relaciones es el amor. La Biblia se enfoca diciendo, aunque uno guarde toda la ley, pero si no conoce el amor que es mucho más importante que la ley no es nada, aunque uno reciba todo el evangelio pero si no tiene el amor hacia los hermanos no es nada, aunque tenga una fe que mueve montañas pero si no tiene amor hacia Dios no es nada.
Aunque ante los ojos del hombre se pueda ver como necedad, el hecho de que podemos entregar el diezmo a Dios es porque amamos a Dios. Entregar el diezmo es diferente a entregar voluntariamente nuestra propiedad a Dios. La razón por la cual algunas personas sienten una carga con el diezmo es porque ellos desde el principio tomaron esto como su propiedad. El diezmo desde el principio es de Dios (Malaquías 3:7). Las personas que no pueden ser perfectas en el diezmo, en lo más posible, cuando entregan sus ofrendas tratan de entregar poco. La palabra “ofrenda” originalmente tiene el significado de “bendición”. El ofrendar con un corazón gozoso es presumir y testificar a otras personas que hemos recibido la bendición.
El hecho de que una persona que está dentro del mundo se convierta en cristiano es una obra muy difícil. Sin embargo, también no es fácil que un cristiano fielmente guarde su fe hasta el final, cuando Cristo venga otra vez y entre con Él en las bodas del cordero. Antes de que la puerta sea cerrada, debemos arrepentirnos. Cuando tengamos la oportunidad debemos amar a Dios. Judas Iscariote, quien perdió la oportunidad de amar a Dios, igual que el rey Saúl, terminaron sus vidas con el suicidio. No debemos apartarnos más de la oportunidad de arrepentimiento que Dios esta dando. Comenzando con el hecho de robar a Dios, ¿Cuántas situaciones hemos tenido en la cual vamos a encontrar a Dios? Cuando Dios nos da su palabra debemos arrepentirnos rápidamente y volver.
No desechemos la justicia, la misericordia y la fe
En la vida de fe la justicia es algo muy importante. Una persona que no conoce la justicia de Dios no tendrá mas opción que ser obligado a tener una vida religiosa. Aunque los fariseos quienes llevaban una vida de fe santa, incluso delante de la ley, era difícil encontrar un error en ellos, pero ellos no conocían la justicia de Dios. El hecho de que Dios manifestó su amor hacia su hijo, esta es la justicia. La persona que conoce la relación entre Dios y su hijo conoce la justicia, y ese tipo de personas pueden ver la gloria de Dios.
Como Dios por medio de Cristo manifestó el amor hacia nosotros, nosotros siendo el cuerpo de Cristo, debemos manifestar nuestro amor hacia Dios. La relación entre Jesucristo y nosotros, es de marido y mujer. El punto de la relación entre los esposos no es el cumplir obligadamente un contrato sino que está en el amor sin mentira. Ese amor no es un amor temporal. Se sacrifican a sí mismos entre ellos. Aunque haya encontrado un error en la otra persona, hay que perdonar una y otra vez para guardar esa relación.
Lo que Jesucristo desea de nosotros, quienes somos su esposa, es la justicia, la misericordia y la fe. El núcleo de la justicia, la misericordia y la fe es el amor. Si importar que tan bien guarde la ley, si no tiene amor es igual que colar el mosquito y tragar el camello (Mateo 23:24). Aunque como un fariseo que por sus acciones sea una persona perfecta pero si no recibe el amor de Dios no es nada, aunque sea una persona que ha recibido mucha gracia pero si no ama a la iglesia no es nada, aunque sea una persona que tenga una gran fe pero si no ama a Dios no es nada. Debemos entender que es lo que Dios nos esta pidiendo y mostremos el amor hacia Dios. El amar a Dios es la fe. Ahora, debemos volver de la incredulidad y desobediencia hacia Dios, y amar a Dios.
Carta de Simuón
La bendición más grande que una persona puede recibir en este mundo como un hombre de Jesús es ser escogido por Dios (Juan 15:56). Que la gran inspiración de Dios y bendiciones estén sobre el hombre y la familia escogida por Dios.
Dios escogió a David y dijo, “varón conforme a mi corazón” (Hechos 13:22). Los padres de Juan el Bautista no tenían ningún hijo, incluso cuando eran de avanzada edad. Sin embargo, como fue la voluntad de Dios, Elisabet dio a luz a Juan. La madre de Jesús fue solo una humilde mujer, y la palabra de Dios vino a ella y finalmente concibió a través del Espíritu Santo. Esto ocurrió porque la virgen obedeció la Palabra de Dios (Lucas1:31-35, 37-38).
Aunque las personas desean ser bendecidas por Dios, ellas tienen miedo de amar al Señor u obedecerlo, y como resultado no pueden experimentar las manifestaciones del Espíritu Santo (Hechos 5:32). Esto es porque creen que trabajar para Dios no es de beneficio para su cuerpo, ya que las obras de Dios son difíciles y envuelven sacrificio y sufrimiento. ¿No está usted comparando los asuntos del cuerpo con los asuntos de Dios? (Rm 8:5-8)
El movimiento de Berea es ciertamente un gran movimiento, uno de los más grandes movimientos Cristianos desde la ascensión del Señor Jesús. Ha desarrollado raíces durante un período de más de medio siglo a través de evangelismo, ministerio eclesiástico, misiones, teología y escritos. ¿Cuánta persecución, desprecio y sufrimiento el movimiento encontró durante este periodo? Sin embargo, triunfamos, aunque morimos diariamente.
Con una piedrecita en su boca, un joven adulto llamado Simuón persistió a través de todo y perseveró hasta este día. También tengo un hijo, y ciertamente me siento abatido y siento lástima por mi descendencia. Sin embargo, el Señor dijo: “si alguien vendrá en pos de mi, el debe negarse a sí mismo, su padre y madre, esposa e hijos. De otra forma no es merecedor de mí (Mateo 10:36-37). Él prometió que cuando obedezco y hago lo que es merecedor ante sus ojos, me recompensará incluso mientras esté en este mundo (Marcos 10:29-31). Testifico Sus palabras, y ustedes testifican de la evidencia con sus propios ojos. El Señor nos dijo de ante mano que habría una persecución severa para aquellos que son escogidos por el Señor (Hechos 9:15-15). ¿Quién está dispuesto a estar parado a Su lado cuando el mundo lo haya rechazado? ¿Quién cargará la cruz por Él, cuando el mundo se aleje e ignore Sus obras de verdad? (Mateo 25:31-46)
Por favor, acepten el verdadero llamado por Berea. Como si estuviesen plantando una semilla, planten este llamado profundo en sus familias, y hagan preparativos ahora para que la semilla germine desde sus familias incluso después que Simuón parta de este mundo. Por favor, que no haya lamento después de haber sido cerrada la puerta. Por favor, reciba al Señor y no lo deje solo como un extraño en las calles. “Señor, permíteme recibirte. Si es tu obra, la haré.” Con este corazón, tome la iniciativa y plante esta semilla dentro de usted. Aunque será el Señor quien decida, esté listo en temporada y fuera de temporada (2 Timoteo 4:2). Por favor, matricúlese en el Seminario Teológico Internacional de Berea (BITS, por sus siglas en inglés) y prepare su familia para convertirse en una familia de siervos del Señor.
Los estudios teológicos no son solo necesarios para futuros pastores. Aunque esté dirigiendo su propio negocio, si escoge prepararse para batallar y levantarse sobre el conocimiento de este mundo, Dios recordará lo que ha escogido. Verdaderamente espero que cada miembro de nuestra iglesia sea un hombre del más alto nivel de conocimiento. Este listo, especialmente cuando los días son malos…
Carta de Adoración del Día del Señor
Pastor Ki-Dong Kim
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Interpretación: Ministro Da Un Chung y Eun Sol Jang
Traducción: Ministro Da Un Chung, Eun Sol Jang y Richard Olivieri