Servicio del Día del Señor del 1 de diciembre del 2024
Comprobando lo que es agradable al Señor
(Efesios 5:10)
Pastor Sung Hyun Kim
“¿Cómo podré agradar a Dios?” Desde el día que nos convertimos en cristianos, escuchamos la Palabra de la Verdad para encontrar la respuesta de esta pregunta. Pero no debemos tratar la verdad meramente como un conocimiento. El conocimiento de la verdad tiene que transformarse en la habilidad que juzga cómo serán vistas nuestras acciones por Dios. En el caso de que un cristiano no posea tal habilidad, es porque que no ha aprendido lo suficiente de la verdad o nunca ha dado prioridad al hecho de escuchar la Palabra desde el principio. En tales personas, la obra del Espíritu Santo de transformar a los creyentes se verá limitada.
Si los creyentes limitan sus acciones y manifiestan su cambio, será evidente que la obra del Espíritu Santo es activa en sus vidas. Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza: cada uno de estos frutos del Espíritu Santo se refleja como un resultado moral. Pero si un creyente continúa haciendo la maldad en lugar de tener estos frutos, es porque la obra del Espíritu Santo se ha detenido en su vida. Este es el resultado de su persistente rechazo y desprecio hacia la verdad que Dios le ha hablado continuamente a través de la iglesia.
El mundo constantemente crea confusión para evitar que los creyentes reciban la verdad. Haciendo que consideren lo malo como bueno y lo bueno malo; convierten la luz tinieblas y las tinieblas luz, y ponen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo (Is 5:20). Esta es la razón por el cual necesitamos la luz de Cristo. A través del conocimiento de la verdad, debemos aprender lo que agrada a Dios y permitir que esto guíe nuestras acciones. Si esto continúa durante toda nuestra vida, seremos transformados en personas que producen el fruto de la luz. Al final de este cambio, con la guía de Dios nos gozaremos con el Señor mientras descubrimos que estamos en la gloria del cielo.