Servicio del Día del Señor del 19 de mayo del 2024

Pastor Sung Hyun Kim

Muchas personas consideran la iglesia como una de las muchas reuniones que existen en el mundo. La manera como ellos hablan de la iglesia revela que están dispuestos a aplicar los mismos estándares que usan en las reuniones hacia la iglesia. Sin embargo, la iglesia es guiada por Dios según Su método. Cualquiera que desea que la voluntad de Dios sea hecha en la iglesia y desea que la bendición del cielo venga en ella, primero debe reconocer que la iglesia tiene que operar acorde al método de Dios.

Dios ha dado como regalo a cada iglesia a un pastor para qué la guie según Su voluntad. La obra que el pastor hace es capacitar a los santos, haciendo que sirvan, y así edificar firmemente la iglesia. Con respecto a esto, Pablo escribió en su carta para la iglesia de Éfeso, diciendo: “A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.”

Ser capacitado tiene el significado de ‘preparar a alguien para que tome cierto rol’ o ‘restaurar las partes dañadas de algo para usarlo’. Hacer conocer a las personas caídas de su estado trágico y hacer que dependan del Salvador, llevándolos a realizar la obra que Dios desea, es el rol del pastor. Para alcanzar esto, los pastores enseñan la palabra basada en la Biblia, entrenándolos y en ocasiones reprendiéndolos. Mientras algunos solo se enfocarán en obtener un nuevo conocimiento en las enseñanzas, y otros menospreciarán la autoridad del pastor, el pastor debe persistir en hacerlo, sea a tiempo o fuera de tiempo, para capacitadas completamente a las personas.

Aquellos que son capacitados al recibir la guía del pastor pueden hacer la obra de ministerio en la iglesia. La obra de ministerio no significa participar en actividades para acumular experiencias, ni tampoco es tomar un cargo y ganar méritos espirituales. Sino es servir. Servir es el método de Dios. Aunque el mundo considere negativo sacrificarse o ser perjudicado por otros, en la iglesia esto es bendición. Esto es porque Dios los recordará y recompensará con la bendición eterna.

Cuando las personas capacitadas sirven de esta manera, inevitablemente llegan a edificar la iglesia que es el cuerpo del Señor. Cuando la construcción de un edificio físico se detiene podremos ver intactamente lo que se ha hecho, pero esto es diferente con la iglesia espiritual. Si el entusiasmo de edificar la iglesia se detiene, incluso lo que se ha construido se verá afectado, así que el esfuerzo de construir la iglesia debe continuar. La edificación de la iglesia va más allá de simplemente aumentar el número de miembros, es fortalecer el interior. Así que el cambio interior es clave para edificar el cuerpo del Señor. Una iglesia formada por personas desinteresadas en asemejar la naturaleza del Señor se desmoronará con el más mínimo toque como fichas de dominó.

La iglesia no es un lugar en la cual nos reunimos para obtener un conocimiento ni recibir un servicio. ¡Sino es donde aquellos que al escuchar la palabra cambian sus corazones a través del arrepentimiento, aquellos que manifiestan la prueba de su cambio con las buenas obras, aquellos que cada vez se parecen a Cristo al ser corregidos, reprendidos y amonestados a través de la palabra, y aquellos que sirven en la obra del ministerio con gratitud y gozo! La iglesia es el reino de cielo que es formado por tales personas. El plan de Dios hacia la iglesia sigue operando, y ese plan ciertamente triunfará. Participemos en esta victoria al unirnos a la voluntad de Dios a Su manera.