Servicio del Día del Señor del 29 de octubre del 2023
Prisionero de Cristo por vosotros
(Efesios 3:1)
Pastor Sung Hyun Kim
“Pablo está sufriendo por causa de los judíos.” “Pablo fue encarcelado por el emperador de Roma.” Estos fueron los pensamientos generales hacia Pablo, quien estaba en la cárcel en ese tiempo. Sin embargo, la perspectiva de Pablo era diferente. Él no negó el hecho de que estaba sufriendo y tampoco escogió el hecho de que estaba encarcelado, en cambio, él no dijo que la causa su sufrimiento eran los judíos y el emperador de Roma. Él conocía que Aquel quien lo hizo sufrir y fuera encarcelado fue Jesucristo, y escribió esto en la carta para la iglesia en Éfeso.
Además, Pablo ya conocía que tenía que pasar por estas aflicciones antes de que fuera encarcelado por los judíos en Jerusalén. El Espíritu Santo había testificado que en cualquier lugar que fuera enfrentaría prisiones y tribulación, incluso el profeta Abago lo busco y le informo que iba a ser entregado en las manos de los judíos en Jerusalén. A pesar de esto, él no dudó en ir a Jerusalén para cumplir la providencia de Dios que vino en él. La razón por el cual él pudo hacer esto es porque era consiente que fue sujeto por Cristo para cumplir el propósito de Dios.
Si Pablo no hubiera aceptado la providencia de Dios que lo encarcelo, él se hubiera quejado de su vida llena de aflicciones y hubiera usado métodos humanos para librarse de esas circunstancias. Sin embargo, él conocía que estaba sufriendo por la obra de Dios y se gozaba por el hecho de que sus sufrimientos contribuían al progreso del evangelio. La vida de Pablo estuvo completamente privada de la felicidad que podría tener como ser humano, a pesar de esto, estuvo agradecido por el hecho de que muchas personas serían beneficiadas a través de él. Ante todo, lo más importante para él era el cumplimiento de la administración de Dios a través de la providencia que vino sobre él.
Sin embargo, había personas que menospreciaban a Pablo, aunque estaban en deuda con él. Ellos decían, “Pablo, simplemente hizo lo que tenía que hacer, era su trabajo. ¿Por qué debemos agradecerle si desde un principio no lo hizo por nosotros?” Ellos escucharon sobre la administración de Dios a través de Pablo, pero ellos no eran conscientes sobre la providencia de Dios que fue revelada a Pablo y lo llamo para predicarla. Ellos hablan acerca de la gracia de Dios, pero fallan en aceptar la relación entre Dios y Pablo, quien les servía. Ellos ignoraron por completo el hecho de que Pablo sacrifico su vida por ellos.
Aunque no siempre estemos conscientes de esto, nuestro camino hasta ahora, siendo guiado por gracia, es posible gracias a quienes nos han servido desinteresadamente según la voluntad de Dios. Ellos son prisioneros en Su voluntad, sacrificando sus vidas voluntariamente, permitiéndonos tener la esperanza de mañana. Ahora es tiempo para que cada uno de nosotros sostengamos la providencia que se nos fue encomendada. Si somos parte del cuerpo de la iglesia, nos convertimos en protagonistas de la providencia de Dios. Obedezcamos con gozo al Señor que nos guía a cada uno de nosotros. Sostengamos la aflicción y sirvamos la iglesia. Seamos atados en las manos del Señor, quien cumple con la voluntad de Padre.