Servicio del Día del Señor del 21 de mayo del 2023
Dios te vindicará en el último día
(Mateo 10:24-33)
Pastor Sung Hyun Kim
Nosotros, como miembros de la iglesia, somos discípulos de Jesucristo y somos Sus siervos. Como discípulos suyos, debemos parecernos a Él, y como sus siervos debemos dedicar nuestras vidas a la obra de predicar el Evangelio que nos ha encomendado. Pero es inevitable que enfrentemos persecución a través de este proceso. Jesús, quien es nuestro Maestro y Señor, recibió persecución antes que nosotros. Por lo tanto, no es extraño que nosotros, siendo sus discípulos y siervos, recibamos la persecución. Incluso Jesús, quien es el dueño de la casa, fue menospreciado al ser llamado el rey de los demonios, entonces ¿qué tipo de trato podemos esperar como personas que pertenecen a esa casa?
Sin embargo, Jesús nos ha dicho que no tenemos que temer en ninguna situación y mencionó tres razones. Primero, Dios está atento a todos los eventos detallados que nos suceden. Aunque los discípulos de Cristo pueden sufrir injustamente en esta tierra, en el último día, Dios mismo demostrará que hemos trabajado arduamente por la justicia mientras estuvimos en este mundo. Además, en ese día, se revelará la maldad de aquellos que nos persiguieron y servirá como evidencia para su castigo.
En segundo lugar, lo peor que las personas que nos persiguen pueden hacer es matar nuestro cuerpo físico. Pero ellos no pueden destruir nuestro espíritu. Aunque nuestra carne es asesinada por ellos, eventualmente resucitaremos y seremos levantados como seres eternos. Por lo tanto, a quien debemos temer es Dios, no ellos. Dios tiene el poder no solo de destruir el cuerpo del hombre, sino también de arrojar el espíritu al infierno. El cuerpo después de todo desaparecerá, pero el espíritu no se extinguirá y existirá por la eternidad, asumiendo la responsabilidad de las decisiones que tomadas durante nuestra vida en esta tierra.
La tercera razón por el cual no debemos temer la persecución es porque el Padre, quien es Dios, nos valora enormemente. El Señor dijo que ni siquiera un pajarillo, que es una criatura insignificante, caen en la tierra sin el permiso de Dios. Mucho más aún, si Dios, quien es nuestro Padre, nos valora y cuida hasta el punto de contar cada cabello de nuestra cabeza, ¿cuán gran interés tendrá en los problemas espirituales que enfrentamos? Mientras nos dedicamos a la obra del Señor, en ocasiones nos encontramos con grandes dificultades y podemos sentirnos abandonados, pero incluso en esos momentos, no demos olvidar que estamos dentro del alcance del dominio y protección de Dios.
Llegará un momento en el que dejaremos este mundo y entraremos en el reino eterno de Dios, un día en el cual nos encontremos con Dios, pero también será un día en el que Él revelará todo lo oculto y llevará a cabo el juicio. Aquellos que no tienen certeza acerca de ese último día no tendrán la capacidad de confiar su vida a Dios, por lo tanto, cuando enfrenten dificultades o tentaciones, fácilmente abandonarán la obra de la iglesia e incluso la ignorarán irresponsablemente. Sin embargo, aquellos que toman la determinación de prepararse para ese día se mantendrán como discípulos del Señor hasta el final en cualquier dificultad, y se dedicarán a la iglesia como siervos del Señor, entregando sus vidas. Para estas personas, el ultimo día no será un día de temor, sino un día de gozo en el que el Señor los vindicará.