2019.11.03 – La sangre y la vida
in SermonesLa sangre y la vida
( Juan 6:52-59 )
Dios
vive y hace su obra.
Él
envía al Verbo y realiza personalmente la obra que ha prometido. (Hch 1:4-5)
Él realiza todas las promesas que fueron reveladas por el Hijo.
Por lo tanto,
dijo: “Ustedes coman de mi carne,
y beban de mi sangre.”
Si comemos de la carne del Señor Jesús, obtenemos la vida eterna.
Si bebemos de la sangre del Señor Jesús, obtenemos la vida. (Jn 6:53-55)
No importa que tan reverentes seamos
si no nos revestimos del mérito de Jesús, no podemos ser salvos.
Esta es nuestra fe.
El comer de la carne y beber de la sangre de Jesús,
es como el hombre tiene que comer y beber para vivir.
Jesús tiene que estar en nuestro interior a través de la experiencia de la fe.
Por ejemplo, Si usted cree en Jesús,
tiene que clamar al mundo lo que usted cree.
El clamar es el mandamiento.
El comer y beber esta alimento santo
es el clamar. (1 Cor 11:23-27)
○ El tratar la Santa Cena como una consciencia
puede mostrarse como religioso, pero esto no es la fe.
La fe es clamar.
○ Cuando la carne y sangre de Jesús este en nosotros
tenemos que clamarla.
Tenemos que depender del Espíritu Santo y clamar.
○ No hay vida en practicar la doctrina.
La Santa Cena es una obediencia.
Tenemos que clamar la palabra hasta que el Señor vuelva de nuevo.
※ El aprender la palabra del Señor
y no ponerla en práctica es la desobediencia y la incredulidad.
El que la práctica es quien la obedece. Esta es la fe.
Juan 6:52-59
52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.
Resumen
Carta de Simuon
El Señor Jesucristo nos ordenó a, “Prestar atención”. El Señor Jesús ama el espíritu de los que le prestan atención. Sana las enfermedades de aquellos que le presten atención. Incluso si uno de ellos es paralitico, hace que se levante y tome su camilla. ¿Por qué será que Jesús dijo que le prestemos atención??
Él dijo, “Ame a los míos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.” Por lo cual, nosotros tenemos que ser quienes reciban el amor de Dios. El que ama al Señor no recibirá juicio, sino que obtendrá la vida eterna. La persona que no prestan atención al Señor, sino que miran a otro lado recibían el juicio. ¿Dónde ira el espíritu de las personas que reciben el juicio? En el momento en que la carne se separa del espíritu, será manifestado en otra forma diferente. Esto es algo que he descubierto innumerablemente en toda mi vida a través de los enfermos y oprimidos.
La vida en la iglesia es dejar la vida del pasado a través del bautismo y poner atención solo a Jesús y obedecerle. ¿Por qué será que no prestan atención a Jesús, sino a sus siervos que ha llamado? Esto claramente es una convicción religiosa. La religión se centra en el hombre y en la moral y ética. Ellos dan todo su esfuerzo y devoción para obtener la justicia del hombre. Sin embargo, la fe teocéntrica es abandonar toda justicia del hombre y recibir el bautismo para solo obedecer la justicia de Dios.
Nosotros no menospreciamos la justicia del hombre. Sino que la respetamos. Esto es básico para todos los creyentes. El hombre no fue pecador por la Ley. Ellos ya eran pecadores y eran gobernados por la muerte. Ellos ya eran muertos. La Ley es hacer recordar al hombre por qué sus espíritus han muerto.
El hombre no es pecador por su propia consciencia. Sino que, desde el principio, incluso antes de sentir la culpa por la consciencia, no había nadie que era justo, nadie que era santo y nadie que buscara a Dios. Por lo tanto, no existe hombre que pueda salvarse a sí mismo. Aquellos que no creen son llámanos pecadores. Si es pecador, están debajo de la muerte y el futuro de ese espíritu ya ha sido decidido.
Nosotros éramos pecadores que no teníamos más opción que morir. Nosotros dependemos del mérito del Señor Jesús para ser salvos. Si el Señor no nos hubiera salvado, no hubiera existido nadie que pudiera tener la vida ni la vida eterna. Lo único que le esperaría eran las llamas del infierno. Por lo tanto, el Señor Jesús ordena a todos que pongamos nuestra atención en Él. Esta es la fe teocéntrica.
El prestar atención al hombre o a otra cosa en el mundo son aquellos no tienen nada que ver con el Señor Jesús. Las personas que prestan su atención al mundo, aceptan a Jesús solo como un judío de Nazaret. Sin embargo, solo que prestan atención a Jesús confianza que Él es el Hijo de Dios, el Cristo que Dios ha enviado. Solo presten su atención a Jesús. Esto es la fe.
Créditos
Centro Misión Iglesia Sungrak
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Departamento de Castellano
Traducción de sintesis: Eun Sol Jang
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang