2019.03.03 – La salvación tiene el testimonio
in SermonesLa salvación tiene el testimonio
( 1 Juan 5:1-12 )
Dios
absolutamente perfecto.
Él
enviá al Hijo al mundo para
cumplir con la voluntad de salvar a la humanidad. (Juan 6:38-39)
Él
viene a través de agua, (Mateo 28:19)
a través de sangre, (Juan 6:53-55)
y viene por el Espíritu Santo. (1 Juan 4:13)
Por lo tanto,
estas tres cosas se unen para ser uno. (1 Juan 5:8)
Estas son el testimonio de la fe. (1 Juan 5:10)
Los que creen en Jesús tiene el testimonio. (1 Juan 5:11-12)
El que tiene el testimonio tiene vida,
y el que no tiene el testimonio no tiene vida.
La fe no es una religión sino es la verdad.
La verdad como es verdadero tiene su testimonio, (Juan 8:32)
por lo cual lo que no es verdadero no tiene testimonio.
Nosotros poseemos la fe que tiene testimonio. (Marcos 16:20)
Ese testimonio es la experiencia verdadera.
El Espíritu Santo con su poder hace que podamos tener esa experiencia.
◌ La sangre de Jesús vence la Ley
y abroga toda autoridad de la Ley.
Nos da la libertad a través de Su sangre.
◌ El Espíritu Santo vence al diablo
y vence la autoridad de la muerte que tiene el diablo.
El Espíritu Santo nos da la libertad con la verdad.
◌ El bautismo vence con todo deseo de la carne
y hace que todo sentimiento de la carne sean dejados atrás.
El bautismo nos guía adelante hacia dirección de la meta de la resurrección.
※ Lo único que vence al mundo, vence al diablo,
y vence los deseos de la carne es el testimonio de la fe.
Abandonemos la religión que no tiene experiencia y tengamos la fe.
1 Juan 5:1-12
1Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él.
2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.
3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.
4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
6 Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad.
7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.
8 Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.
9 Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo.
10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.
11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
Resumen
Carta de Simuon
Aunque en el pasado no sabíamos el qué era el hombre o el por qué existían, luego de creer en el Señor Jesús entendimos que el hombre es el que instruye el camino del Hijo del Hombre. Por lo tanto, nuestra vida en el pasado buscaba las cosas de la carne. Sin embargo, a través del bautismo enterramos todo esto, y ahora tratamos en no seguir los deseos de la carne. En cambio, tratamos en permanecer en el Señor Jesús. Ahora vive el espíritu y no la carne.
Ante de que mi alma conociera a Jesucristo, solo dependía en los deseos de la carne. Pero ya que el espíritu ha vivido, el alma depende del espíritu. Esta es la razón por la cual uso las palabras “Mi espíritu”. Ahora mi espíritu vive solo a través de Jesucristo. Vive por la palabra de Dios y recibe la guía del Espíritu Santo, la cual es la gloria de convertirnos en hijos de Dios. Pero en algún momento el enemigo viene esparciendo la cizaña, haciendo que una cizaña crezca en mi corazón.
Los frutos de mi espíritu deberían ser solo de amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Pero en cambio dentro de mí está creciendo el lamento, la ira, la enemistad, el dolor y la tristeza, como cizaña. Ciertamente está no es la voluntad de mi espíritu, sino son cosas que el diablo da. Cada vez que abro los ojos solo escucho sonidos que esparcen la cizaña. Los pensamientos de odiar o culpar a alguien cruza en mi espíritu como el viento del otoño. Por este viento, mi espíritu se está secando.
Sin embargo, al estar consciente sobre la situación trato de estar despierto. Aunque el viento del otoño sople haciendo que las hojas de los árboles cambien de color, el fruto que cuelga de las ramas tiene que madurar. Aunque la carne viene al otoño cambiando sus colores como las hojas de los árboles y caigan una por una, mi espíritu tiene que colgar con frutos que sean deseables para que el dueño las coseche. Por lo tanto, debemos vivir por nuestro espíritu. Ahora que el viento del otoño esta soplando haciendo que las hojas de los árboles cambien de color, abandonemos los deseos que pertenecen a la carne y solo vivamos por mi espíritu.
Mientra he estado en este mundo yo he enseñado todo lo que yo debía enseñar, y he hecho todo lo que he podido hacer. Ahora lo que busco no son los planes de esta carne, sino busco que mi espíritu obre a través del Espíritu Santo. En estos momentos, mi espíritu está lleno de la inspiración que viene de Dios. Sin embargo, mi carne está decayendo y no tiene el vigor. Como mis días ya están terminando, lo único que haga hasta ese día es aguantar y aguantar. La victoria es para quienes aguantan y aguantan. El único que vindica mi espíritu es nuestro Dios, Jesucristo.
Dios es la fuente, no solo de mi carne, sino de mi espíritu. Entonces, ¿quién es este Dios? Él es Jesucristo. Él vino del cielo y creció en Nazaret, quien nos muestra que Él es el Hijo de Hombre. Nuestro Dios es el Hijo del Hombre. Aunque el mundo se burle yo soy feliz. Ciertamente soy feliz por conocer, creer y amar en nuestro Dios. Nuestro Dios es el Hijo de Hombre que está en los cielos.
Créditos
Centro Misión Iglesia Sungrak
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Departamento de Castellano
Traducción de sintesis: Eun Sol Jang
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang