2018.01.21 – Hable por el Espíritu
in Sermones
Hable por el Espíritu
(1 Corintios 14:1-25)
Dios
Es espíritu.
Él
Creó al hombre
Toda la tierra de hombres y se originó el lenguaje. (Génesis 1:28:30)
Sin embargo,
El lenguaje del hombre es solo un sonido, (Génesis 11:1)
Mientras
Que la Palabra de Dios es espíritu y vida. (Juan 6:63)
El espíritu del hombre tiene vida
Pero
La Palabra de Dios es la que otorga vida
Y el espíritu del hombre vive por ella. (1 Corintios 15:45)
El lenguaje del hombre es para comunicarse
Pero no puede comunicar lo del espíritu.
No puede expresar los secretos del espíritu. (1 Corintios 2:11)
Sin embargo,
El Espíritu puede comunicar los secretos del espíritu
Y manifestarlos a Dios. (1 Corintios 14:2)
Solo el Espíritu
Conoce las cosas profundas de Dios.
◌ Las lenguas dadas por Dios no son palabras humanas
Sino espirituales.
Solo Dios las entiende.
◌ Al vivir como pecador el espíritu es mudo
Pero cuando recibe el perdón de los pecados es libre.
Las lenguas son el clamor del espíritu.
◌ Las profecías son esperanza.
Son palabra de Dios.
El Evangelio es palabra espiritual.
※ Hablar en lenguas
Es hablar con Dios.
Debemos orar con el corazón y con lo espiritual.
1 Corintios 14:1-25
1Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.
2 Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.
3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
4 El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.
5 Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.
6 Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?
7 Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara?
8 Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?
9 Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire.
10 Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado.
11 Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí.
12 Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.
13 Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla.
14 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.
15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.
16 Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.
17 Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado.
18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros;
19 pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.
20 Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.
21 En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor.
22 Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.
23 Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?
24 Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado;
25 lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.
Resumen
Comunión con el Ser Viviente
Dios es espíritu. Las palabras “Dios es espíritu” significa que Él vive por toda la eternidad. La forma en la cual Dios y nosotros nos comunicación es completamente diferente a la comunicación que tienen las personas del mundo con los muertos. Cuando ellos visitan a sus familiares en el cementerio dice: “Abuelo, he venido. ¿Cómo ha estado?”, ellos no necesariamente esperan que ellos vayan a responder. En cambio, ellos lo hacen por razones personales, para consolarse a si mismo. Sin embargo, nosotros expresamos nuestros problemas a Dios es porque tenemos la fe de que Dios todopoderoso escuchara nuestras peticiones y nos responderá.
Dios tomo la fe de Abraham como justicia. En la región donde vivía todas las personas se arrodillaban a los ídolos, pero Abraham fue diferente. Él creyó en su corazón y confeso que: “Dios debe estar vivo. Él tiene que escuchar la voz del hombre. Dios siendo todopoderoso tiene que ser nuestro Señor. Debe de tener la autoridad de dar el mandamiento. Y el cumplir su mandamiento es mi fe.” Dios llamó a este y le ordeno a que fuera a la tierra que le había ordenado, tomando la fe de Abraham como justicia. De esta forma, Abraham no sirvió a ídolos muertos sino a Dios viviente.
Jesús dijo: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” (Juan 4:23-24). Cuando dice que Dios es espíritu significa que vive por la eternidad. Para poder adorar al Dios viviente tenemos que abandonar la actitud y el método de servir a los ídolos que no tiene vida, y necesitamos la actitud y método espiritual para poder verle.
Aunque los ciegos no pueden ver a sus padres, ellos cuando tienen algún problema consultan sobre ello a sus padres, obtienen el consuelo de sus padres, y la ayuda de sus padres. De la misma forma, aunque nosotros nos podemos ver a Dios con los ojos, el servirle estamos teniendo comunión con un ser viviente. Por lo tanto, las personas que vienen a la iglesia para rendir el culto deben tener este anhelo en sus corazones: “En el día de hoy veré al Dios viviente, voy a decirle todas mis necesidades, recibiere Su consuelo, recibiré Su amor, recibiré Su gracia, y recibiere Su guía.”
El espíritu de las personas que no creen en Jesús está muerto. Por lo tanto, aunque ellos se esfuercen con todas sus fuerzas no pueden tener una comunión con Dios. Sin embargo, como el espíritu de las personas que creen en Dios está vivo, Dios tienen una comunión y escucha sus necesidades. Así de grande es la diferencia entre las personas que creen en Jesús y los que no creen. Las personas que creen en Jesús pueden ver a Dios con el espíritu y pueden tener una comunión con el espíritu.
Hable en lenguas según el Espíritu Santo
Luego de que Jesús resucito y subió al Cielo, como prometió el Espíritu Santo comenzó a morar en las personas que creían en Él. Hace dos mil años atrás el Espíritu Santo vino a esta tierra por primera vez. Hechos 2:2-4 dice sobre esto: “Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados: y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”
La naturaleza existe cuando el mundo fue creado. Sin embargo, el hablar en lenguas existir en el mundo luego de que Jesucristo ascendió y el Espíritu Santo morá por primera vez hace dos mil años. Por lo tanto, esto no es un fenómeno natural, sino es algo que solo es manifestado en los que creen en Jesucristo. Jesús refiriéndose a esto dijo: “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas.” (Marcos 16:17).
Las personas que están llenas del Espíritu Santo experimentan que su lengua es movida sin involuntariamente. Esto también es un testimonio de que Espíritu Santo ha morado en esa persona. Como no podemos ver al Espíritu Santo es difícil saber cuando el Espíritu Santo ha morado en uno. Sin embargo, como nos dice en la Palabra: “comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”; si una personas comienza a hablar en lenguas demuestra que en esa persona ha morado el Espíritu Santo.
Jesús al decir: “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas.”, estaba diciendo: “Los que creen en mí, por lo menos él tendrá que hacer estas cosas”. Él estaba determinando el nivel básico y los requerimientos necesarios que los creyentes deben de tener. Nosotros no deberiamos simplemente conformarnos por el solo clamar que somos creyentes, sino que tenemos que hacer que Dios testifique por nosotros diciendo: “Esa persona verdaderamente cree.” 2 Corintios 1:22 menciona sobre esto diciendo: “El cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.”
Jesús dijo: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo.” (Hechos 1:8). Según esa promesa nosotros hemos recibido el Espíritu Santo, y según el Espíritu Santo comenzamos a hablar en lenguas (Hechos 2:4). Lo que tenemos que tener saber con exactitud, es que el hablar en lenguas es solo el comienzo de los poderes cuando el Espíritu Santo mora en nosotros. Como un soldado al paso del tiempo sube de rango, la persona que recibe el Espíritu Santo tiene que hablar en lenguas, la persona que habla en lenguas tiene que recibir la palabra de sabiduría, y la persona que recibe la sabiduría en la palabra tiene que tiene que recibir el conocimiento de la palabra. De esta forma, tiene que recibir todos los dones que el Dios quiere dar.
Trate de profetizar más
En 1 Corintios 14 explica con detalle sobre las lenguas y la profecía entre los muchos dones del Espíritu Santo. Nos está diciendo que tan importante son las lenguas y la profecía. La persona que habla en lenguas no debe satisfacerse por el solo hecho de que ha recibido los dones del Espíritu Santo, sino que tiene que ir aún más y profetizar. Cuando habla sobre la profecía no está hablando sobre la adivinación, y tampoco es que profetice como lo hicieron los profetas en el Antiguo Testamento. El evangelizar sobre la verdad que creemos es el profetizar. El hecho de que el Señor haya dicho: “Si ustedes creen en mí recibirán la salvación.”, es la profecía; también al decir: “Reciban la vida eterna.”, es la profecía. También es profecía cuando nos dice: “En los postreros días, ustedes participarán en la primera resurrección y entraran en el Cielo.”, y al decir, “Ustedes tienen que tomar de mi sangre para que tengan la vida, y tienen que comer mi carne para que tengan la vida eterna.”
Para que una persona reciba la salvación tiene que tener la fe, para obtener la fe tiene que escuchar la palabra, y si escucha la palabra tiene que llevarla. Romanos 10:14-15 dice: “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!!”. Si no hay nadie que predique tampoco abra persona que reciba la salvación. Por lo tanto, la persona que habla en lenguas tiene que anhelar el profetizar. Uno no tiene que satisfacerse del don que ha recibido sino tiene que seguir creciendo espiritualmente.
No importa cuanto las personas que estén debajo de la Ley se esfuercen en buscar a Dios no puede recibir la ayuda espiritual porque espiritualmente han estan muertos. Sin embargo, luego de que Jesús resucitó y subió al Cielo y el Espíritu Santo mora, las personas comienzan a hablar en lenguas. Ahora las personas que estaban en la puerta del infierno se le es dada la abilidad de poder decir todos sus secretos a Dios por el espíritu (1 Corintios 14:2). El hablar mucho en lenguas es muy beneficioso para nuestro espíritu (1 Corintios 14:18).
Sin embargo, el profetizar es de gran ayuda para la iglesia. Pablo enfatizando la verdad de que el profetizar es muy importante para la iglesia diciendo: “Quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis.” (1 Corintios 14:5). Aunque el hablar en lenguas es de más provecho para uno mismo, para la edificación de la iglesia el profetizar es mucho más importante. El profetizar en simples palabras es el llevar el evangelio, enseñar a las personas para que estén despiertos y alentarlos. Solo así, los creyentes podrán estar despiertos en cualquier situación y sostener hasta el día en que el Señor vuelva de nuevo.
La razón por la cual las personas aun teniendo sus vidas de fe caen es porque menosprecian el profetizar. 1 Timoteo 4:14-15 dice: “No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.” Especialmente las personas que fueron ungidas como lo son, los pastores y diáconos no deben menospreciar los dones.
Uno tiene que esforzarse en hablar en lenguas, pero tenemos que esforzarnos aún más en profetizar. Hay personas que por no sostener bien las lenguas termina perdiéndolas. ¿Será que estas personas tienen el poder de predicar? Por lo menos se debe tener la fuerza de hablar en lenguas, para así poder llevar el evangelio con ello. De la misma forma, como la temperatura del agua tiene que llegar a cien grados para que hierva, las personas que están llenas del Espíritu Santo hablarán en lenguas. En otras palabras, sin la llenura del Espíritu Santo no podrá hablar en lenguas.
Haga que su espíritu pueda clamar sus necesidades a Dios. 1 Corintios 2:11 dice, “Porque, ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.” ¡Reciban la llenura del Espíritu Santo! ¡Hable en lenguas y crezca aún más y profetice! Esto no significa que sea adivino. El primer pacto también es la profecía, y el nuevo pacto también lo es. El primer pacto ya ha sido cumplido, y en los postreros días se cumplirá el nuevo pacto de que Jesús volverá. Esforcémonos en profetizar diciendo: “¡Preparémonos para recibir al que vendrá de nuevo!” ¡Anhelemos el llevar y enseñar el evangelio!
¡La sangre preciosa, el Espíritu Santo y la Palabra! Yo he vivido toda mi vida predicando estas tres cosas y seguiré haciéndolo. Aunque yo era un pecador que tenia que ir al infierno a través de la sangre preciosa he obtenido la salvación. Y Dios ha enviado el Espíritu Santo a este como yo. Yo predicare toda mi vida dependiendo del Espíritu Santo. ¡Si en su interior tiene la sangre de Jesucristo haga que el Espíritu Santo more en usted! ¡Si ha recibido el Espíritu Santo, este lleno de Él y hable en lenguas! ¡Y crezca aún más y lleve el evangelio!
Carta de Simuón
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Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Traduccion de la sintesis: Da Un Chung
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang