2017.07.09 – Jesús es Dios
in SermonesJesús es Dios
(Juan 12:44-50 )
Dios
Es eterno.
Él
Manifestó su vida al mundo (Juan 1:18)
Y reveló su obra a través la Palabra (Juan 12:50).
Escuchamos esta Palabra
Y vimos esta Palabra (Juan 1:14).
Jesús es el nombre del Verbo (Juan 1:12).
Por lo tanto,
Quien cree en la Palabra
Tiene fe en Dios (Juan 12:44)
Y al ver al Verbo que se hizo carne
Ha visto al Padre Dios (Juan 12:45)
El Verbo es inmutable y justo
Por esta razón el Verbo es el que juzga (Juan 12:48)
Sin embargo
El Verbo que se hizo carne, Jesús,
No nos juzga,
Sino que es el Cristo que nos salva.
Jesús es la luz del mundo (Juan 1:3-4)
Y el Espíritu Santo da testimonio de ello (Juan 15:26)
○ Quien cree y obedece la Palabra,
Cree y obedece a Jesús,
Y obedece al Padre Dios.
○ La cruz es el camino a través del cual morimos
Y Jesús es el camino por el cual creemos y obtenemos vida eterna.
Debemos morir y vivir según su voluntad.
○ Jesucristo
Es Dios
Es Dios.
※ ¿Cuál es nuestra identidad?
Somos los que creen en la Palabra de Dios
Los que creyendo y obedeciendo recibieron la salvación.
Juan 12:44-50
44 Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió;
45 y el que me ve, ve al que me envió.
46 Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
47 Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
49 Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
50 Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.
Resumen
Dios es la fuente de vida
Dios es la fuente de vida. Aunque en el mundo podemos encontrar muchos dioses, Dios es el único que vive por si mismo. Todas las cosas en el mundo fueron creadas por Dios. Todo dios en el cielo y en la tierra fue creado y vive por Dios. Dios les dio vida y también puede quitarla. Dios es Él que gobierna sobre toda vida.
La vida que es mencionada en la Biblia no es la vida de la carne. La carne tiene un periodo de vida, al igual que la batería, y también su duración depende de persona a persona. Algunos viven diez años, otros cincuenta años, otros cien años y todos morirán luego de que su duración allá llegado a su fin. Dios ha dado esta carne a la humanidad para que pudieran recibir la vida de Dios y para que pueden trabajar para luego recibir el galardón eterno. La existencia de la carne es temporal, sin embargo es la perfecta oportunidad para prepararse la vida eterna.
La vida que Dios nos quiere dar es la vida de Dios. La vida de Dios es eterna. Esta es la razón por la cual se llama la “vida eterna”. La carne no puede recibir la vida eterna. Dios nos creó con espíritu para que recibiéramos la vida eterna. La transgresión de Adán trajo el pecado al espíritu del hombre, por lo cual Dios enviá a su Hijo para pagar aquel pecado. Hoy en día nosotros somos libres por medio de la sangre de Jesucristo y entramos en Jesús por medio del bautismo.
La vida de Dios, suministrada por medio de la Palabra
Un bebé que esta en el vientre es conectado con la madre por medio del cordón umbilical. Los cristianos están conectados por Dios por medio del cable de la vida. Cuando uno presiona un interruptor las luces son encendidas y esto ocurre porque están conectadas a una planta de generación eléctrica por medio de cables. De la misma manera, nuestro espíritu está conectado a Dios por medio de una linea de vida, la cual es Jesucristo, y por medio de Él recibimos la vida de Dios.
“Las palabras que les he dicho son espíritu y son vida.” Para que la palabra sea vida para nosotros, tenemos que obedecerla. Por lo tanto, tenemos que ser humildes delante de la Palabra de Dios para poder recibir la vida de Dios. No es suficiente el solo leer la Biblia a ciegas muchas veces. El punto esta en ser gobernados por la Palabra de Dios. A los conductores en la calle se les espera que cumplan con las leyes que ya conocen en vez de leer los reglamentos de tránsito constantemente. Por ejemplo, una persona que ha aprendido a no idolatrar ídolos ya sabe lo que tiene que hacer cuando viene la presión de tener que idolatrar a los ídolos sin tener que volver a ver la Palabra. La Palabra siempre nos está enseñando.
La palabra de Dios es viva y eficaz. Es más cortante que toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos. Los santos son aquellos que son gobernados por la Palabra. Por lo tanto, sola la Palabra que da vida tiene que fluir de sus labios. Sin embargo, en ocasiones palabras que matan también salen de sus labios. Esas no son palabras del Espíritu Santo. La palabra del Espíritu Santo siempre dan vida y limpian al hombre. Jesús dijo, “Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.” (Juan 15:3). Esta es la razón por la cual las escrituras se refiere al Espíritu Santo como el “Espíritu de vida”. El Espíritu Santo nos conecta con la vida de Dios.
Sin embargo, cuando el hombre cae en tentación, ellos rechazan la Palabra de Dios. Si la situación persiste, ellos se convierten como incrédulos porque la Palabra de Dios no obra en ellos. Cuando la Palabra obra, la persona se convierte humilde y es verdadero, pero cuando la Palabra no obra, la vida se seca en esa persona. Por lo tanto, la linea de vida que nos conecta con la Palabra de Dios y el corazón de cada persona no debe de ser rota. No solo por nosotros, sino también por nuestra familia y descendencia; tenemos que hacer que la vida trabaje constantemente en nosotros.
La resurrección, la esperanza de los cristianos
Aquellos que han recibido la vida de Dios resucitarán en el día en que nuestro Señor vuelva de nuevo. Esta resurrección no es la resurrección de la carne, la cual perecerá y volverá a la carne. En el día de la resurrección nuestro espíritu se convertirá en un cuerpo. Este cuerpo no es igual al cuerpo que ahora tenemos, y que eventualmente regresará al polvo de la tierra, en cambio, será un cuerpo que no desaparecerá. El cuerpo físico que estamos usando en la actualidad, viene del polvo de la tierra y volverá al polvo de la tierra. Algunas persona malinterpretan pensando que el cuerpo en el cual vamos a resucitar no tiene substancia. Sin embargo, ese cuerpo será igual al cuerpo que tenemos ahora en el punto de que tendrá huesos y carne. Luego de la resurrección, Jesús se manifestó a sus discípulos y les dijo, “Palpad y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.”.
Los cristianos tienen la esperanza de que serán resucitados de la misma forma como Jesucristo lo hizo. 1 Corintios 15:14 dice, “Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vano es también vuestra fe.” Como tenemos la resurrección, nuestro martirio, el evangelio, y fe serán nuestra corona. ¿Cómo resucitaremos en el día en el cual el Señor venga de nuevo?, ¿viviremos firmes en nuestra vida de fe?, y con paciencia sostendremos las dificultades que enfrentamos mientra estamos en la tierra.
Dios Padre es la fuente de toda vida. El Hijo de Dios nació como hombre, y vivió la vida en la tierra como cualquier otro hombre. Él hizo la voluntad del Padre y cumplió con el mandamiento de Dios, fue condenado y el hombre lo mató. El hombre trato de matar a Jesús con todo forma legal que ellos pudieran encontrar, pero Dios personalmente testifica su justicia resucitándolo de la muerte. Esta es nuestra esperanza. Dios reunirá a los justos, quienes tienen el derecho de participar en la resurrección de la misma manera como resucitó a su Hijo de la muerte.
Aunque Jesús estuvo en la carne débil, Él hubiese podido llamar cuantos ángeles Él hubiera deseado. Sin embargo, en el caso de que si Él hubiera llamado a miles de ángeles, su muerte en la cruz no hubiera ocurrido, y la humanidad hubiera perecido por el pecado. Por lo cual, Él no llamó a los ángeles. Él fue empujado, golpeado, burlado, y herido. Él estuvo completamente solo. Justo antes de que Él muriera dijo en la cruz, “Elo, Eloi, ¿lama sabactani?”, lo cual significa, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”. Esto no es una expresión de rabia hacia un padre que ha abandonado a su hijo. En cambio, es una exclamación de admiración al profundo amor que el Padre muestra a la humanidad, que demuestra su amor a las personas que crucificaron a una persona inocente, pero aún Él no se da por vencido de ellos. Esto significaría, “Dios, ¿cómo es posible que quieras salvar a esta humanidad luego de todo lo que hicieron? Realmente tú amor es sin limites.”
Jesús fue resucitado después de tres días. Él no fue resucitado por si mismo, fue el Padre quien lo resucitó. Dios resucitó a Jesús por medio del Espíritu Santo (Romanos 8:11). La forma en la cual Dios nos resucitará es por medio del Espíritu Santo. La resurrección es la meta de nuestra fe, no es el vivir una buena vida mientras estamos en la tierra. Sin la esperanza de la resurrección, nuestra vida de fe no será más que una religión. Jesús se refiere así mismo como la Resurrección (Juan 11:25). Las personas que no creen en la resurrección no creen en Jesús.
Tres poderes en la resurrección
Luego de que Jesús murió, los discípulos estando llenos de gran temor se escondieron en el aposento alto. Las puertas estaban aseguradas, y Jesús quien había resucitado entró en la habitación. Como nadie había abierto la puerta y Jesús estaba en la habitación, los discípulos estában llenos de miedo y comenzaron a pensar que Él era un fantasma. Jesús dijo, ” Palpad y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.” (Lucas 24:39). Jesús había entrado a la habitación sobrepasando el tiempo y el espacio. La iglesia es donde Él entra sobrepasando el tiempo y el espacio. Para ser miembros de la iglesia, Jesús tiene que entrar en cada uno de nosotros (Apocalipsis 3:20).
El Señor quien resucitó se manifestó a los discípulos y dijo, “Paz a vosotros.” (Juan 20:19). Sus corazones carecian de paz, llenos de ansiedad y temor cuando el Señor vino entre ellos trayendo la paz. Traer paz es la primordial función de la iglesia. Primeramente las personas, familias e iglesia deben tener paz. Algunas personas distribuyen la ansiedad a otras personas. Ellos traen acusaciones y dudas sobre la iglesia e incitan a otros cristianos a que se quejen sobre la iglesia. Los cristianos tienen de ser personas que traigan la paz, no problemas.
Lo segundo que el Señor que resucito dijo a sus discípulos fue que recibieran el Espíritu Santo (Juan 20:22). Nosotros necesitamos la ayuda del Espíritu Santo para poder recibir la paz de Dios. Esta es la razón por la cual la iglesia busca el estar lleno del Espíritu Santo. El buscar estar llenos del Espíritu Santo significa que estamos pidiendo que el Espíritu Santo sea manifestado en nosotros. De la misma manera como nuevas ramas retoñan cuando la primavera viene, la sabiduría, el conocimiento, y el poder del Espíritu Santo será revelado a los que están llenos del Espíritu Santo. No es un evento que ocurrió hace dos mil años atrás. La obra del Espíritu Santo sigue obrando en este momento. En cualquier lugar donde la obra del Espíritu Santo es manifestada, el temor y la ansiedad desaparecen y la vida de Dios viene. Por lo tanto, tenemos que estar siempre llenos del Espíritu Santo como el Señor nos ha ordenado.
Lo tercero que el Señor quien resucitó dijo a sus discípulos fue, “A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.” El ser redimidos es diferente con el ser limpio. El ser redimidos significa que los pecados son pagados. Solamente Jesús es el único que puede redimir los pecados. El perdón trae la limpieza. Por lo cual para traer limpieza tenemos que perdonar y ser perdonados. En otras palabras, tenemos que amarnos unos a otros. Una de las funciones más importantes de la iglesia es perdonar los pecados del uno al otro.
Incluso un hombre y una mujer que por amarse deciden casarse pero una vez que comienzan a dudar del uno al otro, la relación entra en peligro. El celo extremo es una de las enfermedades mentales y condición emocional más grave. Una vez que comienza a ver a su esposa con duda, cada acción que haga será motivo de sospecha. Si esto no es tratado puede llegar a separar a la familia o en los peores casos puede terminar en asesinato o suicidio. Hay ocasiones en la cual las personas tienen preguntas sobre temas relaciones con la administración de la iglesia o sobre los pastores. En estos casos, lo más importante es ir a la persona que está involucrada y preguntar directamente para que no hayan malentendidos. Las dudas son como parásitos que pueden hasta destruir la relación de una pareja que se han casados e incluso han vivido juntos felizmente por muchos años. Tenemos que poner mucha atención para no dudar entre nosotros en la iglesia.
Había un hombre que le debía diez mil talentos a su maestro y no tenía dinero que pagarle. El maestro conociendo su situación canceló toda su deuda. Sin embargo, ese hombre puso en prisión a otra persona que le debía cien denarios. Cuando el maestro supo sobre esta situación, se enojo y le hizo pagar toda la deuda que tenía. Ellos quienes no perdonan, no pueden ser perdonados. En el Padre Nuestro dice, “Perdona nuestras deudas como nosotros también perdonamos a nuestros deudores” (Mateo 6:12). Nosotros somos los que hemos sido perdonados. Por lo tanto, tenemos que perdonarnos unos a otros. Uno puede tener paz en la medida de como uno trate de perdonar. Los verdaderos cristianos nunca rechazan el perdonar.
La paz, la llenura del Espíritu Santo, y el perdón son los tres pilares de la iglesia. Las personas en el mundo se acusan entre ellos y llevan a las personas a la corte porque no conocen el perdón. Sin embargo en la iglesia hay perdón, por lo que muchas personas con todo tipo de ambiente pueden venir juntos a alabar. La paz, la llenura del Espíritu Santo, y el perdón no solo son los principales fundamentos de la iglesia, sino que también son el poder de la resurrección. La iglesia tiene que estar lleno de la paz, de la llenura del Espíritu Santo, y el perdón. Tenemos que estar llenos del poder de la resurrección.
Carta de Simuón
Pronto
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Interpretación: Eun Sol Jang
Traducción: Ministro Da Un Chung, Eun Sol Jang y Richard Olivieri