2016.11.20 – Amor mutuo, iglesia que produce fruto
in SermonesAmor mutuo, iglesia que produce fruto
(Juan 15:9-17)
Dios
Le entregó el mandamiento que salva al Hijo.
Jesucristo
Nos compró y salvó con su sangre,
Y estableció la Iglesia que obedecería sus mandamientos (Hechos 20:28).
El Espíritu Santo
Obra para que seamos obedientes a los mandamientos del Señor Jesús
Y nos hace crecer a través del obispo y los siervos del Señor (Hechos 9:31).
La razón por la que Jesús recibió el amor de Dios
Fue su obediencia al mandamiento de Dios, (Juan 10:17-18)
Y el mandamiento que recibió
Fue el amor sincero hacia nosotros.
Debemos
Ser absolutamente obedientes al mandamiento de Jesús
Para recibir su amor (Juan 15:10)
Y así dar fruto eterno (Juan 15:5).
El tema del mandamiento de Jesús
Es tener el espíritu y la fe
Que tiene como trasfondo el amor sincero hacia los santos (1 Juan 3:23).
Este
Es el mandamiento espiritual para vida eterna y el mandamiento del Señor Jesús.
○ Para el crecimiento y gozo de la Iglesia
Debemos vaciarnos,
Y ser uno espiritualmente en amor y paciencia. (Hebreos 10:22-23)
○ Por la victoria del Movimiento de Berea
Debemos unirnos en un corazón
Y en fuerza.
○ Siendo obedientes al Pastor
Animemos y exaltemos a los santos (Hebreos 10:24-25)
Ellos le ayudarán sinceramente.
※ Seamos una Iglesia
Que reciba el gran amor
Del Señor Jesús.
Juan 15:9-17
9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
17 Esto os mando: Que os améis unos a otros.
Resumen
Cumplamos el mandamiento
Dios no tiene presión o el deber de amar a alguién. En otras palabras, Dios no tiene que amar a alguién. Por el contrario nosotros somos quienes debemos practicar el amor. Aún si esto es algo que naturalmente sale de ustedes, o es algo que no quieren hacer, nosotros tenemos que practicar el amor.
Jesús dijo, “Como yo siempre obedezco al mandamiento del Padre, el Padre me ama.” La razón por la cual Dios ama a Jesús no es por el simple hecho de que sea el Hijo de Dios, sino porque siempre obedece los mandamientos del Padre. De igual manera cuando nosotros obedecemos el mandamiento del Señor podemos recibir Su amor.
El mandamiento que recibió Jesús del Padre es, “Tu se sacrificio vivo y lleva mi amor a la humanidad.” Para el Hijo de Dios sufrir la muerte era algo que en conclusión no era fácil o de gusto realizar. Pero apesar de todo Jesús obedeció al mandamiento del Padre. Por lo que por medio de esto recibe el amor del Padre, y también tuvo los frutos de salvar a la humanidad, juzgar al diablo y heredar el trono del cielo.
El mandamiento que hemos recibido del Señor es, “Amensen entre unos a otros”. Acá la persona que recibe ese amor no se refiere al simple significado de prójimo, osea vecinos de una región, sino se refiere a los miembros que forman un solo cuerpo en Jesús. La razón por la cual los miembros que son un solo cuerpo tienen que amar no es para que obtengan una buena personalidad, sino porque el hacerlo es mandamiento del Señor. Jesús para obedecer este mandamiento incluso dio su vida. ¿Cuánto más tenemos que esforzarnos nosotros quienes no somos más que una creación?
¿Cuál es la razón por la cual el mandamiento es importante? Esto es porque el resultado de los que cumplen con el mandamiento y los que no es completamente diferente. Cuando el pueblo de Israel estaba recibiendo entrenamiento bajo la ley los que no cumplían con el mandamiento recibian el castigó instantáneamente. Esto es porque en la época del Antiguo Testamento, el precio del pecado era pagado con la carne, y en el Nuevo Testamento el precio del pecado es pagado por el espíritu.
Es posible que las personas que desobedecen el mandamiento de Dios carnalmente sean prósperos. Sin embargo, la persona que desobedece al mandamiento de Dios llegará al momento en que por si misma descubrirá que esta siendo llevado por algo y que esta yendo encontrá de Dios. El hecho de que habrán consecuencias por la desobediencía es un principio de Dios que no cambiará (Deuteromonio 7:9-11). Simplemente como ahora estamos en la era de la gracia la consecuencias están siendo pospuestas por un momento. Por lo tanto, tampoco debemos pensar que como no hay una consecuencia inmediata, no hay pecado. En realidad Dios esta recordando todas nuestras desobediencias de Su mandamiento, y en los postreros días nos pasará la cuenta por todo ello.
Cumplamos con el nuevo mandamiento
Podemos dividir la palabra de Dios en los mandamientos comunes y el nuevo mandamiento. Como el mandamiento de Jesús, “Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.”, el mandamiento común tiene que ser llevado oficialmente por medio de los siervos del Señor. El Pastor enseña a los santos miembros como guardar la Palabra del Señor. El repartir el pan es dado a cada uno, uno por uno. Jesús dice sobre el mandamiento común, “el que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” (Juan 14:21).
En las palabras de Jesús el “Améis unos a otros” es llamado como el nuevo mandamiento (Juan 13:34-35). También el apóstol Juan en sus cartas enfatiza en diferentes ocasiones sobre el nuevo mandamiento (1 Juan 2:7, 4:21, 2 Juan 1:5). De la misma manera como el Señor separó y enfatizó especialmente en el nuevo mandamiento, es un tema básico que tenemos que cumplir. El nuevo mandamiento es la mejor entre las palabras del Señor, y es el criterio que puede decidir en este mismo instante la bendición o la maldición.
El propósito por el cual el Señor nos da el nuevo mandamiento es para que la iglesia sea una. El hecho de que el Padre Dios quiere que sus hijos sean uno es algo obvio. Jesús también pidió al Padre diciendo, “Has que ellos sean uno, como lo somos nosotros.” En la naturaleza del hombre el amar entre unos a otros y ser uno es algo que odian y es difícil de hacer. Esto es porque el hombre fue hijo del diablo. Sin embargo, ahora abandonemos todo pensamiento que pertenece al diablo, y hagamos la obra que Jesús desee.
El Señor dijo, “Si guardaréis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” (Juan 15:10). El mandamiento que el Señor recibió del Padre es el amar a la humanidad, y el mandamiento que nosotros recibimos del Señor es amar a la iglesia. Si nosotros cumplimos con el mandamiento del Señor, el Señor nos amará, y en nuestro interior estaremos llenos del gozo que recibimos del amor del Señor (Juan 15:11). ¿Qué le faltaría al que recibió el amor del Señor?
Iglesia, seamos uno
Para amar y servir a la iglesia tenemos que entrenar nuestra personalidad. Aunque hallamos recibido la limpieza de nuestro espíritu, la persona que no entrena su personalidad es difícil que el Señor lo use. Tenemos que evitar guardar rencor hacia la iglesia y hacia el Obispo. Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios (Santiagos 1:20).
Isaías 66:4 dice, “También yo escogeré para ellos escarnios, y traeré sobre ellos lo que temieron; porque llamé, y nadie respondió; hablé, y no oyeron, sino que hicieron lo malo delante de mis ojos, y escogieron lo que me desagrada.” Si conectamos esto con la circunstancia en la época del Nuevo Testamento, la palabra “yo” tiene una profunda conexión con la iglesia. La iglesia es el cuerpo del Señor. Si una persona abandona la iglesia el Señor también lo abandonará, pero la persona que ama la iglesia el Señor también los amará y hará que tenga frutos. La persona que quiere recibir la ayuda de Dios en situaciones de urgencia, en su vida diaria tiene que amar a la iglesia. El hijo que quiere recibir el apoyo del Padre, en su vida diaria tiene que apoyar a la iglesia. La recompensa para los que aman a la iglesia será hasta mil generaciones.
Tenemos que amar la iglesia cuando la iglesia este en un momento difícil, en el momento en que enfrente una urgencia, cuando la iglesia este triste. El que tiene en su corazón el pensamiento de abandonar la iglesia tiene el potencial de caer ante la prueba. Nosotros somos representantes del Señor. Obedezcamos el nuevo mandamiento y al amar a los santos hagamos cálida la iglesia. Dios es el Dios de toda consolación. Él es quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios (2 Corintios 1:3-4). Nosotros somos siervos del consuelo y el animo. Si en nuestro alrededor tenemos a un miembro que esta pasando por una prueba, al consolarlo hacemos que Dios toque la puerta de su corazón. Consolemos y animemos a los hijos, esposas y esposos.
La iglesia es la oportunidad de servir que el Señor nos señala, y el Obispo es el siervo que Dios pone para bendecir a los santos miembros. Nosotros tenemos que ser personas que agradecen por la iglesia que el Señor nos da, y personas que puedan cargar la carga de la iglesia cuando la iglesia este en dificultad. También es dar fuerza al Obispo para que pueda sostener bien su rol como el que da la bendición de Dios. Cuando la iglesia sea una se realizará Su obra por medio de ella.
Pastor Lee Ki Taek
Centro de Misión Sungrak
Carta de Simuón
¡Queridos y amados santos de Sungrak! Siempre estoy orando por sus familias e hijos y por sus almas, y verdaderamente los amo.
Estoy seguro que cada uno de ustedes conoce el llamado de nuestra iglesia. El objetivo y propósito de nuestra iglesia al ser plantada fue muy claro. Aunque fui educado en la teología Calvinista no permanecí en la denominación Presbiteriana, sino que planté una iglesia Bautista. Primero que nada, la característica principal de la iglesia bautista es que es una iglesia independiente. Proclamamos que la iglesia es el cuerpo de Cristo, y que la cabeza de la iglesia tan solo es Jesucristo, y conocemos y creemos en el Panorama de la Voluntad de Dios que es revelado a través de Él, plantamos nuestra iglesia sobre la roca de esta fe. A través de toda mi vida, nunca he pensado en el ministerio como un método de ganarme la vida. Anticipando cuanto nuestra iglesia se desarrollaría en el futuro, plante nuestra iglesia aquí (Singil), que era como un charco peligroso.
Comencé aquí para establecer un lugar para la mediación del evangelio, el cual vehementemente predique los diez años anteriores, confirmando que, aquí en nuestra iglesia, predicaría el evangelio el cual he estado proclamando a las Iglesias secularizadas y al mundo, como la cuna del Movimiento de Berea. Posteriormente establecí el seminario teológico (BITS), que enseña la verdad de la voluntad de Dios y a través del cual nuestra iglesia es de nivel mundial. También he escrito muchos libros para la mediación del evangelio.
Ahora, cualquier persona de cualquier denominación puede leer mis libros, y si alguien desea avivar su iglesia y ser exitoso en ministerio, él o ella de seguro será influenciado por el movimiento de Berea. Sin embargo, la cuna del movimiento de Berea es aquí, la iglesia Sungrak. Entonces, en ningún otro lado se puede entender completamente el Panorama de la Voluntad de Dios, la enseñanza central del movimiento de Berea, como es aprendido en la iglesia Sungrak. Solo en la cuna misma, en la iglesia Sungrak uno puede entenderlo de forma comprensiva.
Si alguien le tienta diciendo, “puedes aprender el Panorama de la Voluntad de Dios de Berea aquí”, sus planes ocultos son de engañar a las apasionadas almas de la iglesia Sungrak. Algún día en el futuro, cuando sus pastores cambien, lo perderán todo, convirtiéndose en errantes nuevamente
Sin embargo, como la iglesia Sungrak ha sido construida sobre la roca solida de fe, tales cosas no pasarán. Esto es porque este es el lugar en donde nuestra fe ha crecido, por ende es la cuna y la fundación donde puede estar en paz con su alma. Esto es porque mantendremos la promesa ante el Señor y nos mantendremos de acuerdo con el espíritu de Song-Jook-Ahm (esto significa, pino – bambú – piedra, es decir firmeza) hasta la venida de Jesucristo, sin ser engañados. Mis amados santos de Sungrak, ¿está siendo descarriado porque su fe se ha debilitado? Al menos por el bien de sus descendientes, que su fe tenga raíces aquí, y trabajen fuerte.
Columna de Adoración del Día del Señor
Pastor Ki-Dong Kim
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Interpretación: Ministro Da Un Chung y Eun Sol Jang
Traducción: Ministro Da Un Chung, Eun Sol Jang y Richard Olivieri