2016.11.06 – Beba la sangre de Jesús
in SermonesBeba la sangre de Jesús
(Juan 6:52-59)
Dios
Es Santísima Trinidad.
Él
Manifestó el Verbo al mundo, (Juan 1:14)
El Verbo vino a este mundo en carne
Y entregó la Palabra y la sangre. (Juan 6:53-54)
Él anhela santidad y justicia,
Los cuales no pueden ser obtenidos en este mundo,
Sino únicamente por la comida y la bebida espiritual que viene del Cielo.
Podemos lavar nuestros cuerpos, pero no nuestros pecados;
Incluso el suicidio no sirve para romper la atadura al pecado. (Mateo 27:3-10)
El pecado es la que muerte que debe cargada por el espíritu.
Somos desechados por el pecado
Y la razón de nuestro falta de prosperidad está en el pecado.
Por lo tanto,
De tal manera amó Dios al mundo
Que envió a Jesucristo para que derramara su sangre.
Sin esa sangre no podemos ser santificados ni justificados. (Hebreos 9:22)
El cristianismo no es una religión;
Es la fe
Donde se bebe la sangre de Jesús.
○ El Espíritu Santo viene a nosotros
Para que nuestro espíritu beba la sangre.
Sólo la sangre nos salva.
○ Nuestra fe y confesión
Es únicamente la sangre de Jesús.
Renazcamos por el Espíritu, Palabra y la sangre.
○ Nuestros labios deben tener testimonio,
El testimonio de la sangre de Jesús.
No debemos escatimar nuestra vida, sino que debemos dar testimonio.
- Seamos santos.
Seamos santos por la sangre de Jesús.
Su sangre es la misma ayer, hoy y por los siglos.
Juan 6:52-59
52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.
Resumen
¿Por qué cree en Jesús?
Aunque en el cielo y en la tierra haya muchos dioses solo hay un Dios que es uno siendo Padre, Hijo y Espíritu Santo y en el cual nosotros creemos y dependemos. Jesucristo por medio de sus obras manifestó la palabra del Padre, y el Espíritu Santo hace que dentro de nuestro espíritu las obras de Jesucristo sean manifestados. Ser cristiano es ser la persona que en su espíritu la voluntad de Dios y los méritos de Jesucristo obran.
Dios por amor al mundo envió a su Hijo. Esto es dar su carne y sangre. Muchas personas piensan que lo que uno necesita es dinero o una casa. Sin embargo, lo que nosotros más necesitamos es a Jesús. El espíritu del hombre no tiene otro camino para vivir que Jesús. Por eso Dios nos envía a Jesús como regalo, y Jesús al derramar la sangre y morir en la cruz nos ofrece su carne y sangre la cual son el alimento y bebida espiritual.
Creer en Jesús, quien Dios envió para salvarnos, es nuestra fe. ¿Cuál es el significado del nombre de Jesús? El nombre de Jesús tiene la definición de, “Él salvará a su pueblo de sus pecados.” (Mateo 1:21). Las personas que no conocen a Dios toman las maldiciones y desgracias como algo del destino. Sin embargo, Dios ha diagnosticado que el origen de la destrucción del hombre es el pecado, por lo que envió a Jesús para salvar al hombre del pecado.
Convertirse en cristiano significa recibir la gracia de Dios la cual es la salvación del pecado. Por el contrario, las personas del mundo no les gusta pensar sobre el pecado. Lo que ellos siempre están pidiendo no va más haya de la prosperidad en las riquezas. Por lo cual ellos también buscan las religiones en el mundo. A diferencia de la iglesia, las religiones del mundo no reciben la molestia del diablo sino que en cambio reciben el apoyo del diablo por lo que es más fácil para que las personas se reúnan. Sin embargo, ¿qué caso tendría darle la bendición material al que ya está muerto?
Debemos beber la sangre de Jesús para ser salvos del pecado, y tomar la carne de Jesús para tener la vida eterna
Dios creo todas las cosas por medio de la Palabra. Cuando Dios dijo, “Sea la luz”, la luz fue hecha, cuando dijo, “Separence las aguas de las aguas”, las aguas se separaron, cuando dijo, “Sean los cielos” los cielos fueron creados. Asimismo la Palabra de Dios es la palabra que es realizada exactamente como es manifestada. Hebreos 11:3 dice, “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios.” La palabra que Dios ciertamente cumplirá, la palabra con la que Dios hace que todo vaya bien, la palabra con la que Dios interviene, es la palabra que Dios nos da a nosotros.
Cuando el verbo se hizo carne y vino a esta tierra pudimos saber que la Palabra de Dios es la verdad y la realidad. Esto es porque toda la Palabra de Dios es manifestada por la naturaleza y acciones de Jesucristo. Las personas tienen que comer todos los días para poder mantener su vida. Por eso el hombre tiene que preocuparse por qué comer y beber toda su vida, por la carne. ¿Por qué será que Dios creó al hombre como un ser con estas debilidades? Los árboles necesitan absorber agua para vivir. Que el hombre tenga que comer y beber el alimento y bebida diariamente para poder vivir nos muestra una revelación natural de que nuestro espíritu tiene que comer y beber de la Palabra de Dios para poder vivir. Ahora el Verbo se hizo carne y vino, por lo que siempre tenemos que comer y beber de Él.
Jesús no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos (Mateo 20:28). Por lo cual la Biblia lo llama como el “Cordero”. El pueblo de Israel antes de salir de Egipto, Dios les ordeno que sacrificaran a un cordero de un año he untaran su sangre en los postes de la puerta y comieran su carne hasta los huesos. Y cuando Dios iba a matar a los primogénitos de Egipto prometió que dejaría vivir a los primogénitos en las casas que tuvieran el dintel y los postes pintados con la sangre del cordero. Todas las personas que obedecieron la Palabra de Dios y untaron la sangre del cordero en los postes y comieron la carne recibieron la salvación. Esta es la parábola de Jesucristo quien es la verdad. Por lo tanto, Jesús al recibir el bautizo Juan clamo, “Miren, este es el que tomara el pecado del mundo, el Cordero de Dios.”
Jesucristo es el verdadero cordero. Nosotros para obtener la vida tenemos que beber Su sangre, y para obtener la vida eterna tenemos que comer su carne. La vida y la vida eterna son diferentes. La vida es la salvación de la muerte por causa del pecado, la vida eterna es resucitar y vivir eternamente en el reino de Dios. Por lo tanto, si al tomar la sangre del Señor obtenemos la vida al ser salvos del pecado, ahora para tener la vida eterna tenemos que comer la carne del Señor.
El nuevo mandamiento es la carne de Jesús
El primer mandamiento que Dios dio al hombre fue, “Del fruto de los árboles del huerto podrás comer, más el fruto del árbol del bien del mal no comerás.” Pero Adán al desobedecer este primer mandamiento el espíritu del hombre murió. Para el hombre, que lo único que le faltaba era ir al infierno, viene el Verbo hecho carne. Jesús para salvar al hombre del pecado vino a morir en nuestro lugar. Y el Señor les da el nuevo mandamiento a los que fueron libres del pecado por medio de Su sangre. El nuevo mandamiento es, “Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.” (Juan 13:34).
¿De qué forma nos amó Jesús? Su amor no es mentira. Él amo a nuestro espíritu verdaderamente. Somos miembros del cuerpo de Jesús. Somos quienes han sido creados nuevamente con la sangre y carne de Jesús. Por lo tanto, de la misma forma como Jesús nos dio su cuerpo, también tenemos que amar el espíritu del prójimo dando nuestro cuerpo. El espíritu del primer Adán murió al no cumplir con el primer mandamiento. Aún más, ¿cuál será el resultado de no cumplir con el nuevo mandamiento que el Señor nos ha dado? A la persona que solo trabaja por su espíritu en los postreros días llegara a llorar y el crujir de dientes. Para recibir al Señor con gozo en los postreros días tenemos que convertirnos en verdaderos discípulos que cumplan con el nuevo mandamiento.
El nuevo mandamiento es la carne de Jesús. La persona que ha recibido la vida por medio de la sangre del Señor ahora tiene que comer de la carne del Señor para obtener la vida eterna. Muchos de los cristianos piensan que simplemente con llevar una vida de devoción recibirán la bendición y todo ira bien. Sin embargo, la devoción que solo satisface a su propio estándar no trae ningún beneficio al espíritu. Tenemos que cumplir con la palabra de vida. Tenemos que comer la carne del Señor. Cuando los santos se reúnen en el Día del Señor para partir el pan y beber la copa es llevar la obra de Jesús del partiendo Su carne y derramamiento de Su sangre. Comer el pan y beber la copa desconociendo esto es igual que comer y beber indignamente (1 Corintios 11:26-29). Tenemos que cumplir con el nuevo mandamiento para no cometer el pecado de comer y beber indignamente.
Amemos a los espíritus. Abramos nuestras bocas y evangelicemos sobre Jesús. Guardemos el nuevo mandamiento. Ya que al beber la sangre del Señor somos salvos del pecado, ahora debemos comer de la carne del Señor. Vivamos una vida idónea como los que han recibido la sangre del Señor. No abandonemos la Palabra de vida sino preparémonos para entrar al reino del Señor cuidando nuestra deber.
Pastor Lee Ki Taek
Centro de Misión Sungrak
Carta de Simuón
Queridos santos de Sungrak, oro con sinceridad por sus familias y sus almas.
Yo, Simuón, he dedicado toda mi vida a forjar discípulos basado en el movimiento de “Regresar a la Biblia”, respetando completamente el poder y las señales milagrosas de la Palabra escrita en la Biblia. Nunca he monopolizado el preciado mensaje contenido en la Biblia, sino que he provisto el mismo a todos los siervos de Dios. Nunca ha cesado mi pasión no solo por las iglesias coreanas, sino también por las iglesias de todo el mundo para que regresen a la Biblia.
Sin embargo, como no todas las personas son honestas, algunas se alejarán del camino o abandonarán el preciado poder y los dones espirituales, siendo influenciadas por la persecución. Aunque he perseverado con voluntad y viviendo bajo la filosofía representada por mi nombre, “Simuón”, ahora soy anciano y soy el obispo mayor, físicamente débil, alcanzando los límites de mi vigor.
La razón por la cual nombré a mi hijo como obispo sucesor es porque podía ver de ante mano la reciente situación. Incluso si todos fueran a actuar de forma desagradecida y en traición, tenía la certeza de que mi hijo y mi nieto serían la excepción. Como era de esperarse, ustedes podrán percatarse de cuantas personas me han abandonado, dejándome mucha tristeza y daño en nuestra iglesia.
Con su actitud se disfrazaron como siervos fieles de Dios, pero ya se estaban sirviendo a sí mismos cuando fueron ordenados como pastores de la Iglesia Sungrak y el movimiento de Berea ante Dios y nuestra iglesia. Impusimos nuestras manos sobre ellos, creyendo en su dedicación. Sin embargo, están separando personas de mí, el obispo mayor, y el obispo basado en sus deseo físicos y emociones, llegando muy lejos con su traición.
Como dije anteriormente, mi tumba solo es la iglesia Sungrak, el Seminario Teológico de Berea, la Academia de Berea y mis libros. Me he percatado que es muy difícil encontrar a una persona que cuidará de mi tumba, pero confío en el obispo Sung Hyung Kim. Lo engendré, lo crié, y planté el mejor amor y la esperanza en él. Él completamente seguirá mi camino, al igual que mi nieto.
Mis queridos santos, si algún Pastor que solía ser miembro de la iglesia los tienta con dulces palabras de plantar su propia iglesia, ya no lo aceptaré. Somos miembros de la iglesia a la cual nos hemos dedicado. Por favor, protejan nuestra iglesia para que sea fortalecida. Que cada uno de ustedes construyan su fe en la roca fuerte por su bien y el de sus almas. ¡Muchas gracias!
Columna de Adoración del Día del Señor
Pastor Ki-Dong Kim
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Interpretación: Ministro Da Un Chung y Eun Sol Jang
Traducción: Ministro Da Un Chung, Eun Sol Jang y Richard Olivieri