2016.10.02 – Reciba la salvación del pecado
in SermonesReciba la salvación del pecado
(Juan 16:1-9)
Dios
Es santo.
Él
Nos santifica (Hechos 10:15)
Y derrama una gran gracia para seamos justificados, (Efesios 2:8)
Esto lo hizo al enviar al mundo
Al Hijo amado que estaba en su seno. (Juan 1:18)
Cuando vino al mundo, lo hizo como hombre,
Y fue visto como maldito y pecador (Filipenses 2:6-8)
Para cargar nuestras iniquidades. (Juan 1:36)
Por esta razón
Debemos reconocer sus obras,
Que su sufrimiento fue por nosotros
Y que no teniendo donde ir
Ahora somos justificados cuando vamos a Él. (Hebreos 10:19-25)
Acerca del pecado
Es que no creamos en Él. (Juan 16:9)
El Espíritu Santo obra
Para que creamos en Jesús. (2 Corintios 1:20-21)
Los que realmente creen en Jesús
Reciben su amor y el de Dios. (Juan 15:10)
○ Amemos verdaderamente a Jesús
Si hacemos esto
Recibiremos su amor.
○ Si recibimos el verdadero amor de Jesús
Recibiremos el amor de Dios
Seremos hijos suyos.
○ Quien no recibe el amor de Dios
No puede ser hijo de Dios
Y no puede reconocer al Espíritu Santo.
※ Recibamos el amor de Dios.
Seamos llenos del Espíritu Santo,
Creyendo en Jesús.
Juan 16:1-9
1 Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo.
2 Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios.
3 Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí.
4 Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho.
Esto no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros.
5 Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas?
6 Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón.
7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
9 De pecado, por cuanto no creen en mí;
Resumen
Los hijos que pertenecen al Dios santo
Dios es santo. En el mundo hay muchos dioses. Dios es el único que puede ser diferenciado entre esos dioses. Dios es el Padre de Jesucristo, y Padre de todas las personas que reciben a Jesucristo. Por el solo hecho de llamar a Dios Padre no cualquiera se convierte en hijo de Dios. Solo el que come y bebe la carne y sangre de Jesucristo es hijo de Dios. Jesús dijo, “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.” (Juan 17:3). Para obtener la vida eterna tenemos que conocer a Dios quien envió a Jesucristo.
Cualquier hombre tiene religiosidad, y por ende busca y sirve a su dios dando lo mejor de si. La fe de los cristianos es diferente a esta religiosidad. Dios envió a su Hijo quien estaba en su seno, y nosotros por medio de ese Hijo pudimos conocer a Dios. Las palabras conocer a Dios también quieren decir ser que pertenece a Dios. El que no permanece con Dios no tendrá más opción que seguir bajo el dominio del diablo como antes lo estaba (Efesios 2:2). Aunque estas personas tengan su vida en la iglesia del Espíritu Santo, eventualmente caerán atrás. Por lo tanto, tenemos que saber con certeza si cada uno de nosotros pertenece a Dios o no.
La salvación por medio de los méritos de Cristo
¿Cuál es la razón por la cual creen en Jesús? Si es un cristiano tiene que preparar la respuesta a esta pregunta. Los cristianos son seres que creen en el nombre de Jesús. El nombre de “Jesús” significa el que salva al pueblo de sus pecados (Mateo 1:21). Nuestra fe comienza cuando se conoce con certeza la verdad de que se recibió la salvación del pecado. La persona que no tiene la certeza de esta fe aunque dice que tiene una vida de fe en la iglesia podrá dejar a un lado el nombre de Jesús para obtener algún beneficio en este momento que está delante de sus ojos.
Comúnmente el pecado es determinado según el criterio de la conciencia. También el criterio de la ley es basado en la consciencia de la fe. Por eso, las personas piensan que si no sienten culpa en sus corazones no es pecado. Sin embargo, cualquier persona es pecadora. Originalmente el pecador es correlacionado al esclavo. El esclavo es pertenencia del dueño. En el pasado los esclavos fueron sellados en el cuerpo para manifestar a quien pertenecían. El hombre que cometió el crimen fue hecho esclavo del diablo, y por medio de ello obtuvo la marca del pecado. De la misma manera en que una vez que un esclavo es marcado no puede ser libre de la identidad de esclavo, el hombre que obtuvo la marca de pecador no tiene forma de librarse de la identidad de pecador.
Sin embargo una persona sin la marca del pecado se manifestó en el mundo. El Hijo de Dios, Jesús, quien tomó la posición como Cristo y vino a este mundo. Pilato quien encabezó el juicio de Jesús, no pudo encontrar ningún pecado en Jesús. Sin embargo, él no pudo romper con la terquedad de los judíos quienes querían matar a Jesús, hasta que terminó declarando la pena de muerte en Jesús. Cuando Jesús recibió los látigos, su cuerpo fue herido claramente. Pero lo sorprendente es la verdad de que por medio de Él nuestras marcas del pecado desaparecieron (1 Pedro 2:24).
Originalmente por medio del pecado no teníamos más opción que ser destruidos. Pero los méritos de Cristo nos abrió el camino de la vida. Confesar esta verdad es nuestra fe. Tenemos que guardar esta verdad hasta el final. Si no sabemos la verdad de que la evidencia de que nosotros somos justificados es por los méritos de Cristo, nosotros no podemos garantizar nuestra salvación.
La posición que tiene que ser sostenida por el Espíritu Santo
Dios sella a la persona que han recibido la salvación del pecado por el Espíritu Santo (2 Corintios 1:21-22). Por lo tanto cuando la fe del que ha recibido la salvación es certera podemos estar llenos del Espíritu Santo. No importa que tanto uno vaya a la vigilia o ayune, si no tiene esa fe no puede estar lleno del Espíritu Santo. El Consolador, el Espíritu Santo, al morar en nosotros nos convierte en santos miembros. El ser santos miembros significa que hemos recibido la posición de obedecer a la obra de Dios.
En Hechos 10:38 dice, “Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes.” Los “bienes” que es mencionado no se refieren a las acciones que coinciden con la ética y la moral, sino que están hablando de la obra que realiza la voluntad de Dios. Antes de realizar esta obra también Jesús recibió el Espíritu Santo. Esto es porque si no es hecho con el Espíritu Santo no puede ser realizado. Porque la obra de salvar a los espíritus sin la ayuda del Espíritu Santo es imposible de realizar. El llevar el amor de Dios ciertamente tiene que ser realizado junto con el Espíritu Santo.
Si la obra que Dios nos encomienda es rechazada la inspiración del Espíritu Santo desaparecerá. Si la obra de Dios no está siendo realizada en nosotros, esto es evidencia que nosotros no estamos llenos del Espíritu Santo. Jesús dijo, “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.” (Juan 4:34). También la comida de nuestro espíritu es realizar la obra que Dios nos ha encomendado. Hemos recibido el trabajo de Dios. Esto es amar al prójimo, es amar a nuestros hermanos.
El hombre del Espíritu Santo quien lleva la verdad
Los seres que podrán gozar de la gloria del cielo en el futuro con Jesucristo son seres quienes han recibido el sello del Espíritu Santo. Son seres quienes seguirán al Cordero a cualquier lugar que los guíe, pero ante todo son seres que en sus bocas no hay mentira (Apocalipsis 14:1-5). Por el contrario los que dicen mentiras entrarán en el lago que arde con fuego y azufre (Apocalipsis 21:8). De esta manera, ciertamente Dios distingue entre los que no tienen mentira y los que la tienen.
También, entre las personas que vienen a la iglesia hay quienes la mentira se convirtió en una costumbre. En Juan 7:38-39 dice, “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu Santo que habían de recibir los que creyesen en él.” Una persona que está llena del Espíritu Santo en su boca solo debe salir la verdad. La persona que tiene evidencia del Espíritu Santo sobre la fe no debe decir mentiras. Aunque no tiene fe, el pretender tener una buena fe también es igual que decir mentiras. Aunque uno enseñe a alguien tenemos que enseñar lo que nosotros mismos creemos. También en el hogar tenemos que decir palabras de verdad, también entre los miembros de la iglesia se debe decir la verdad. Aunque allá sido engañado cien veces tiene que ser determinado en no engañar a las otras personas.
Somos personas que creen en Jesús. Cuando recibimos los méritos de Jesucristo, nuestra marca del pecado desapareció. Dios a estos envía el Espíritu Santo. Él nos hace pensar por medio del Espíritu Santo, hablar por el Espíritu Santo, trabajar por el Espíritu Santo. Desde la obra más pequeña hasta lo más grande tenemos que hacerlo por medio del Espíritu Santo. Siempre tenemos que pensar por medio del Espíritu Santo, hablar por el Espíritu Santo, trabajar por el Espíritu Santo; tenemos que ser personas del Espíritu Santo.
Pastor Lee Ki Taek
Centro de Misión Sungrak
Carta de Simuón
He vivido por casi ochenta años y pastoreado por cincuenta y cinco. Hasta ahora he conocido un gran número de personas y he compartido con ellas, pero ellas han cambiado causando mucho daño en mi vida. Todos ellos me han engañado y grandemente decepcionado. No dude de ninguno de ellos, sino confié plenamente. Sin embargo, esto se convirtió en un serio problema para mí.
Muchas personas se han quejado, “Pastor usted es muy inocente, y usted cree en todo tipo de personas.” Los engaños se han convertido en una gran amenaza para mí, no solo porque tengo que mantener mi honor por mi posición en la iglesia, sino también el honor es para todos los fieles creyentes dispersos por el mundo. Esa es la razón por la cual he estado tan preocupado. No se si falleceré hoy o mañana, y si tengo algo más que terminar para ser complete ante Dios.
He vivido como una persona tonta he ignorante. Incluso aunque tuviera mucho dinero, ¿en qué me beneficia esto?, o aunque tuviera alguna codicia, ¿qué significaría esto para mí? Lo que deseo es mantener la obra que he comenzado y he estado realizando, incluso hasta el día de mi muerte. Sin embargo, veo que algunos que están ante mi tienen sus propios deseos y buscan su porción primero, así que me siento angustiado.
Solo he realizado la obra del Señor, y quiero ser un mártir al último momento. Todos de seguro al final rendiremos cuentas ante Dios, y estoy seguro que el Señor separará a aquellos que han engañados a otros de aquellos que solo han sido engañados. Estoy agradecido porque nunca he engañado a otros, aunque he sido engañado en numerosas ocasiones. Si he engañado al menos a uno, no sería como las persona de este mundo.
Algunos piensan que he engañado a otros, pero, ¿qué he hecho para engañar a otros? ¿A quién le he mentido? Si alguien me dice, me arrepentiré de inmediato, y me reconciliaré con esa persona. Aunque no siempre he sido engañado y hay aquellos que me han ayudado y caminado conmigo, he sido engañado en múltiples ocasiones dejándome un gran daño. No tengo un largo camino por recorrer. Me quiero preparar para tener la mejor fe por el bien del día que se encuentra ante mis ojos. Si recibo dinero, quiero construir nuevamente otra iglesia. Esto es porque creo en Dios y estoy lleno con la esperanza del cielo.
¡Mis queridos amigos! Lo que quiero de cada uno de ustedes es que crean en Dios. Plenamente, crean en Él. El paraíso esta ante nosotros, y podemos ver la Casa del Padre. Vivamos eternamente con gran júbilo. Creo en Jesucristo. Por lo tanto, vehementemente dependo en Su Palabra, más que en cualquier tipo de ciencia y conocimiento. Amén!
Columna de Adoración del Día del Señor
Pastor Ki-Dong Kim
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Interpretación: Ministro Da Un Chung y Eun Sol Jang
Traducción: Ministro Da Un Chung, Eun Sol Jang y Richard Olivieri