2016.03.13 – Siervo fiel y prudente
in SermonesSiervo fiel y prudente
(Mateo 24:37-51)
Dios
Es quien reina sobre los Cielos y Tierra.
Él
Creó los Cielos y la Tierra
Y puso allí obreros, (Génesis 2:1-17)
En el Cielo los ángeles (Ezequiel 28:14-15)
Y en la Tierra a los obreros. (Mateo 20:1-6)
Así como el Señor Jesús fue al Cielo,
Regresará de nuevo, (Juan 14:1-3)
Hasta ese momento hay obreros con tareas,
En el Cielo se le entregó la tarea a los ángeles
Y en la tierra a los obreros.
Los obreros son los ungidos,
Ellos tienen la tarea de cumplir lo que el señor les encomendó.
Por esta razón,
Cuando el señor no está, no puede quedar el puesto vacío
Y deben ser bien cuidados su hogar y bienes.
Satanás es el arcángel
Que luego de ungido se corrompió. (2 Pedro 2:4)
Si caen los obreros que han sido ungidos
Serán castigados y echados. (2 Pedro 2:5-8)
○ Dios está vivo.
Los siervos que tienen tareas
Deben apropiarse y ser fieles.
○ Quien viola la voluntad de Dios
Acarreará castigo.
Seamos siervos que sean reconocidos en aquel momento.
○ Quien tiene sentido de propiedad es fiel
Y complace a Dios.
Dios no olvida su recompensa.
※ ¡Santo!
Seamos obreros fieles.
Tengamos como nuestra la obra de Dios.
Mateo 24:37-51
37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,
39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.
40 Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.
41 Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada.
42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.
45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?
46 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
47 De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.
48 Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir;
49 y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos,
50 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe,
51 y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Resumen
Dios escoge a los que obedecen
Dios es quien reina sobre los Cielos y la tierra. Dios creo todas las cosas que están en el cielo y las que están en la tierra, las cosas que no se ven y las cosas que se ven. Entre ellos no hay nada que no tenga uso. También las hiervas silvestres, que se pueden ver como insignificantes, son usadas para el suministro de oxígeno para el hombre, y aparte de esto, el resto de las cosas fueron usadas valiosamente mientras el Hijo de Dios estuvo en la tierra.
La humanidad también son seres que Dios creó para su uso. Sin embargo, Dios no escoge a toda la humanidad para usarla. Aunque toda la tierra estaba llena de hombres en los días de Noé, Dios sólo escogió a Noé y a los ocho miembros de su familia, mientras el resto de los hombres fueron completamente destruidos en el diluvio. Cuando Noé construyó la gran arca, la cual su distancia era de 140 metros de largo, en la punta de la montaña, las personas se burlaron de él. Pero la familia de Noé sin ningún cambio por varios años construyeron la arca encajando los pedazos de madera. Cuando ellos terminaron con el arca entraron en ella y estuvieron dentro de ella por cuarenta y un días. Ellos no podían saber lo que estaba ocurriendo en el exterior. Después de los cuarenta y un día, cuando ellos salieron del arca no había ni un rastro de las personas que se burlaron de ellos. De la misma manera como Noé y su familia obtuvieron la salvación por medio del arca, hoy en día nosotros al recibir el bautismo en el nombre de Jesucristo recibimos la salvación (1 Pedro 3:21). Aún no sabemos si las personas del mundo se burlen de nosotros al vernos recibir el bautismo, después de que salimos del agua somos seres completamente diferentes al que entro al agua.
Dios nos da la fe para que podamos recibir la corona de justicia. Las personas que sufren dificultades y reciben aflicciones por la fe, reciben la promesa de que se les será dada la corona de gloria. En Apocalipsis 3:11 nos dice, “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.” Hasta el día en que el Señor vuelva de nuevo, tenemos que realizar la obra que Él nos ha dado. Esa es la obra que el Señor comenzó en los treinta y tres años que estuvo en la tierra. El Señor dejó a cargo esa obra a la iglesia y subió al cielo. Como el Señor rindió culto nosotros también debemos rendir el culto, como el Señor evangelizó nosotros también debemos evangelizar, y como el Señor enseño, nosotros también debemos enseñar.
Dios nos llama como siervos fieles
En el cielo hay una cantidad innumerable de ángeles, tantos como las nubes. Entre ellos hay quienes con un liderazgo especial manejan su posición como arcángeles. De esta manera, antes de que el Señor se sentara en el trono, también había un ángel con el nombre de Jehová que estaba encargado y mantenía todas las cosas en la tierra y en el cielo. También si miramos el tabernáculo de Israel en el pasado, podemos observar que las personas que trabajaban ahí adentro, tenían diversos cargos. Habían muchas personas que trabajaban en el atrio del tabernáculo, sacerdotes que trabajaban en el lugar santo y estaba el sumo sacerdote quien podría entrar en el lugar santísimo.
Aunque hayan muchos siervos en una gran casa, entre ellos hay un siervo quien cuida y maneja a los otros siervos, el cual es el administrador. El administrador continúa con el trabajo del dueño cuando va al extranjero, obra para que no se sienta la ausencia del dueño. En el administrador está la consciencia de un dueño. Sin importar cuán grande sea el cargo que se le fue dado, si el administrador no tiene la consciencia de dueño, entonces no da todo su corazón y no tiene sentido de responsabilidad en el trabajo que se le fue dado. El Señor, quien nos entrega nuestro cargo, espera que tengamos la postura de un administrador. Si somos grandes administradores, haríamos que no hubieran vacíos en la obra del Señor después de que subió a los Cielos. También cuando es el tiempo compartirían el alimento a los espíritus y los cuidarían.
Recientemente, el campeonato de Go entre Lee Sedol y AlphaGo nos muestra que tan lejos ha llegado la inteligencia artificial, y al mismo tiempo, fue un evento que nos hizo saber el comienzo del primer acto para la generación de la inteligencia artificial. Cuando venga el día en que el nivel de la inteligencia artificial crezca más que ahora y sobrepase a la humanidad, entonces la tecnología científica que ahora se desarrolla rápidamente, se desarrollará a una velocidad que ni el hombre podrá imaginar. Hay una persona que predijo que el desarrollo de esa tecnología podrá cambiar la forma de la humanidad que ya ha existido hasta ahora, y en el año 2040 desaparecerán los hombres con los genes que una vez tuvieron cuando fueron creados.
Si la vida dependiente en la inteligencia artificial incrementa, el corazón de las personas se secará y el llevar la vida eterna se convertirá en algo muy difícil de hacer. Más aun así, tenemos que estar llenos del Espíritu Santo y recibir la guía de la inspiración de Dios. Cuando Sodoma y Gomorra fueron destruidos, Abraham, quien recibió la inspiración de Dios y la guía de Dios, supo de ante mano lo que había de pasar. Esto es porque Dios a sus santos miembros que tienen la postura como administradores no les esconde nada sino que les hace saber todas las cosas.
Cuando el Señor vuelva de nuevo, los que guardaron su cargo serán llevados, y los que abandonaron su cargo, como lo hizo Satanás, serán dejados (Mateo 24:40). En la época de Noé, Dios, a las personas que dejaron la posición que se les fue dado, aunque fueron descendientes de Adán o nefilines, todos juntos fueron destruidos. Debemos convertirnos en obreros del Señor con la consciencia de dueño. Aunque Dios les de un trabajo pequeño, si trabajan con la consciencia de dueño, obtendrán la confianza de Dios y podrán sostener un trabajo aun más grande. El Señor, quien observó y elogió el corazón puro de Natanael, no olvida a los santos miembros y recordará todas las cosas. Por lo tanto, sin importar si alguien esta viendo o no, tenemos que ser fieles al trabajo que nos fue dado.
Seamos dueños de la iglesia
Para que recibamos la gloria arriba en el Cielo, debemos ser administradores del Señor mientras estemos en esta tierra. Cada persona aunque esté sosteniendo el cargo que se les fue dado con fidelidad, deben tener esos ojos de amor y cuidado hacia la iglesia. Como los administradores deben tener amor y la consciencia de dueño hacia la iglesia. Ciertamente, hay una diferencia entre las personas que llevan sus vidas en la iglesia con la consciencia de dueño y los que no la tienen. Por ejemplo, si uno pasa por un corredor y encuentra un objeto peligroso que obstaculiza el camino, las personas que no tiene consciencia de dueño lo evadirán, pero los que tienen la consciencia de dueño quitarían el objeto para que otras personas no se lastimaran con ello.
El dueño no solo piensa en sí mismo. El que le da de comer a sus siervos, mantiene en buen estado de la casa y el que tiene responsabilidad de ellos es el dueño. Por eso, no hay mas opción que el dueño siempre esté ocupado. El hecho de orar mucho no significa que uno se convierta en el dueño. Tenemos que poner en práctica nuestras acciones. Como el fin del mundo se está acercando como en la época de Noé, si nosotros abandonamos el cargo que se nos fue dado, entonces Dios se decepcionará grandemente.
No debemos satisfacernos con la verdad de que nos hemos convertido en creyentes sino que debemos convertirnos en obreros de Dios. La iglesia es el lugar donde se hace la obra del Señor. Aunque las personas no me reconozcan, debemos saber que hay una recompensa en el Cielo y trabajar. Como Jesucristo recibió la gloria, nosotros para poder recibir la gloria tenemos que recibir los sufrimientos junto con Jesucristo (Romanos 8:17). El que tiene la esperanza verdadera, aún al soportar sufrimiento va a trabajar diligentemente.
Carta de Simuón
Como un joven de 19 años, fui lleno del Espíritu Santo de Dios y sus dones, vi visiones e incesantemente clamé el poder de la sangre de Jesús en el piso del santuario de la iglesia. Desde ese día, leí el Antiguo y Nuevo Testamento una y otra vez llegando al punto de memorizarlos. Ahí fue cuando el Señor me llamó como evangelista, tenía 24 años de edad. Envejecí año tras año dedicado completamente a la predicación, y ahora estoy aproximándome a la puesta del sol de la vida. Desconozco los días restantes de mi vida, los días son digeridos de la misma forma que un gusano de sena se alimenta de las hojas de un árbol de moras.
Cuando me mudé a Seúl, mi familia estaba compuesta por mi esposa, mi hijo y yo, éramos tres. Pero ahora somos siete, con mi nuera y nietos, y la congregación ha crecido de ninguno a decenas de miles. Habiendo caminado un solo camino toda mi vida, estoy físicamente agotado y desgastado, ha sido escurrida de mí hasta la última gota de energía. Solo memorias de los difíciles años pasados permanecen como memorias enterradas en Songjugam (pino, bambú y roca).
No hay nada que pueda tomar de este mundo, sólo tengo cosas para dejar, y mi más sincero deseo es dejar atrás lo más que pueda. Como al raspar los últimos granos de arroz que quedan en el fondo de la olla, quiero dejar atrás cada una de las gloriosas experiencias que tuve. Aunque nunca he sido un hombre de mucho conocimiento, anhelo derramar todo lo que tengo en mi espíritu para la gloriosa mediación del evangelio, y utilizar todos los dones espirituales que tengo antes de mi partida
Entonces, luego de haber derramado todo lo que hay en mi espíritu, espero revivir las lágrimas y el gozo de mi alma, que todas mis experiencias florezcan nuevamente a través de la literatura. Toda mi vida he sido Simuón (aunque veo y escucho, no hablaré), mi cuerpo es una masa de barro que respira y se desvanece lentamente.
Sin embargo, pienso sobre en cómo mis escritos permanecerán para ser traducidos y florecer con semillas, las cuales serán esparcidas por el mundo. Y así deberán ser. Aunque yo mismo he escrito y compuesto esos libros, de seguro contienen la voluntad de Dios. Le pertenecen al Señor, los cuales no puedo tomar conmigo, porque fueron escritos por la inspiración del Espíritu Santo, y por eso serán leídos donde quiera que el nombre del Señor esté.
Ni siquiera una vez en mi vida he escrito a la ligera. Lágrimas de gratitud corren, mientras recuerdo y pienso en cada una de las personas que amo en este mundo. Aquellos contra quienes he tenido resentimiento y desprecio también quedan como una memoria de lamento. Estoy avergonzado de no haber podido amar a aquellos que dejaré atrás de todas formas. Soy humano, un simple hombre. Este hombre está desapareciendo en medio de la neblina . Aquellos que me recuerdan y aprecian, todos desaparecerán con el tiempo; mis seres queridos no me recordarán más. Aun así mis escritos vivirán y resucitarán para florecer con semillas y esparcirse a lo largo y ancho.
Espero que la iglesia que he plantado con todo mi corazón, cuerpo y vida, celosamente ame al Señor en mi lugar. Perdónenme si alguna vez le he fallado a alguien.
Columna de Adoración del Día del Señor
Pastor Ki-Dong Kim
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Interpretación: Ministro Da Un Chung y Eun Sol Jang
Traducción: Ministro Da Un Chung, Eun Sol Jang y Richard Olivieri