Servicio del Día del Señor del 25 de junio del 2023

(Efesios 1:3-4)

Pastor Sung Hyun Kim

Alabemos a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesús. Él es digno de recibir alabanza porque es bueno. Él bendice. Bendice aquellos que están en Cristo, específicamente a los fieles en Cristo. Aunque no hay nada en nosotros que pueda complacer a Dios, Él nos ha dado toda clase de dones y regalos perfectos. Por lo tanto, si estamos disfrutando de esta bendición, debemos alabar adecuadamente a Dios bueno.

Dios nos ha dado la bendición espiritual. La bendición espiritual no se refiere a algo abstracto o conceptual. No es necesario limitar el alcance de esta bendición espiritual. Cualquier forma de bendición que provenga del Espíritu Santo es una bendición espiritual. Nosotros, que estamos en Cristo, ya hemos recibido esta bendición. Algunos dicen que todavía no hemos recibido la bendición, sino que la recibiremos más adelante. Pero esto no es cierto. Dios ya nos ha bendecido en Cristo.

La bendición de Dios no viene del cielo y se va, sino aún mora en el cielo. Pero la razón por el cual podemos disfrutar de ella es porque nos hemos convertido en ciudadanos del cielo. Es muy incómodo ser ciudadano del cielo y vivir en esta tierra. Sin embargo, podemos tener valentía porque nuestra ciudadanía está respaldada por el cielo. Ahora que hemos recibido esta bendición, no debemos seguir los deseos de la carne, sino seguir al Espíritu Santo. Al hacerlo, aunque parezcamos que siempre estamos afligidos en esta tierra, siempre seremos gozosos; aunque parezcamos ser pobres, enriqueceremos a muchos; aunque parezca que no tenemos nada, podemos poseerlo todo.

La razón por el cual podemos disfrutar de esta bendición es porque estamos en Cristo. No existe bendición alguna al ser separada de Cristo. Si no estamos en Cristo, no podemos difundir esta bendición. Nos hemos convertido en un espíritu con Cristo al confiar y dedicarnos a Él, moramos en Cristo. El hecho de que hoy podemos disfrutar de esta bendición se debe a que Dios nos ha escogido desde antes de la creación de todo. Antes de crear todas las cosas, Dios nos ha escogido en Cristo, y según Su voluntad hace que nos convertimos en la iglesia de Cristo. Por lo tanto, no debemos manejar la vida de la iglesia según nuestros deseos. No vean la iglesia con los deseos terrenales. No piense que puede dirigir la iglesia según la voluntad del hombre.

Padre Dios, deseamos ser una iglesia digna de Tu voluntad. Ayuda a nuestra iglesia. Tú eres digno de recibir toda gloria, digno de recibir bendición y digno de recibir nuestra gratitud debido a Tu bondad. Señor, te alabamos con esto. Obra para que nuestra iglesia pueda tener la actitud apta como aquellos que han recibido Tu bendición. ¡Haz que nuestra iglesia sea llena de Tu bendición espiritual según Tu voluntad eterna!