2020.03.22 – Dios tiene que ser glorificado
in SermonesDios tiene que ser glorificado
( Juan 15:1-11 )
Dios
es espíritu.
Él
no puede ser visto por el hombre, pero hace Su obra. (Juan 15:1-2)
Dios es el labrador. Y siembra
la vid para que fuera glorificado. (Juan 15:8)
Jesús es la vid y hace que crezca de gran manera.
La vid crece teniendo raíces y pámpanos.
La raíz de la vid es una y muchos son los pámpanos.
Existen muchos pámpanos que son unidas a una sola vid.
Luego tiene frutos, de la misma manera, (Sal 5:7)
la iglesia es el fruto (Ef 1:16-23)
y es el fruto que Dios cosechara.
Si Dios recibe la gloria
nos convertimos en verdaderos discípulos del Señor Jesús. (Sal 1:1-6)
El labrador no es quien se ensucia las manos. Él es quien hace la ‘obra’ de labrar.
Si la raíz de la vid crece con fuerza entre la tierra,
podrá producir pámpanos que den frutos.
Jesús tiene el deber de ser la vid. Él cuida de la iglesia.
La iglesia tiene que ser ligada a la vid para tener frutos.
El Espíritu Santo da los dones para que la iglesia pueda tener frutos.
○ No podemos ver la obra de Dios con los ojos.
Como todas las cosas sale de Él, es espiritual.
Dios obra por el espíritu.
○ El deber de Jesucristo es crecer en la tierra como la vid.
Su deber es morir en el Hades y volver a vivir.
La iglesia tiene que pertenecer en el Señor quien recito.
○ La obra del Espíritu Santo es hacer que la iglesia sea espiritual.
Tenemos que ser llenos de los dones del Espíritu Santo.
Sus dones son el fruto de la vid.
※ Sin ser espirituales, nunca podremos perdurar
y no podemos ligarnos a la vid, quien es Jesús.
La iglesia tiene que ser llenos de los dones para que pueda revivir.
Juan 15:1-11
1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
Resumen
Carta de Simuon
Créditos
Centro Misión Iglesia Sungrak
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Departamento de Castellano
Traducción de sintesis: Eun Sol Jang
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang