2018.02.04 – Clamen el nombre de Jesús
in Sermones
Clamen el nombre de Jesús
(Romanos 10:1-15)
Dios
Es único.
Él
Es nuestra única vida (Juan 17:3)
Y único Salvador. (Juan 3:16)
¿Quién es Dios?
Es el único de nuestro espíritu
Es el principio y fin de nuestros espíritus. (Apocalipsis 22:13)
Por lo tanto,
No trate de guardar su nombre
Sino el de Jesús. 2 Corintios 13:5)
Si el espíritu vive y tiene la victoria
Clama el nombre de Jesús.
Si quiere vencer la autoridad del Hades (Mateo 16:16-20)
Clame el nombre de Jesús.
Si quiere vencer al diablo y a los demonios (Marcos 16:17)
Clame el nombre de Jesús
Si quiere vencer el pecado y la pobreza clame el nombre de Jesús
Exalte el nombre de Jesús.
Solo por el Espíritu Santo
Podemos ser llenos de ese nombre.
◌ Si quiere vencer los deseos de su carne
Llame y exalte el nombre de Jesús.
Exalte la autoridad del nombre de Jesús.
◌ La Palabra que nos salva
Esta en nuestra boca y corazón.
Clame el nombre de Jesús y adórele.
◌ Quien llama el nombre de Jesús no es pecador
Es hijo de Dios.
Si es lleno del Espíritu Santo llame su nombre.
※ Encienda el fuego al clamar el nombre de Jesús.
Que su espíritu encienda el fuego
Y así nuestra familia.
Romanos 10:1-15
1Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.
2 Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.
3 Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;
4 porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
5 Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas.
6 Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo);
7 o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).
8 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón.Esta es la palabra de fe que predicamos:
9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
12 Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;
13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: !!Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
Resumen
Busque la vida de Dios
Dios es el único quien nos pude salvar. Muchas personas piensan que el poder, el honor, y la riqueza les pueda dar la salvación por lo cual las buscan. De hecho, las personas caen por ello. Pero a pesar de esto, las personas gastan su vida para poder obtenerlas. Tenemos que tener en claro la verdad de que solo Dios es la única vida, y el origen de ella. El buscar a Dios es buscar la vida: y el afrimar diciendo: “En mí esta Dios”, es lo mismo que afirmar: “La vida esta dentro de mí”.
Hay personas que aunque dicen que han encontrado a Dios, son desinteresados sobre la vida. Cuando vienen a la iglesia en el día del Señor ellos participan en el culto, alaban y escuchan la predica, pero los que ellos buscan por medio de ello no es más que tener paz en sus corazones como una vida religiosa. Sin embargo, la vida de fe no es una religión. La razón por la cual nosotros aunque enfrentemos todo tipo de persecuciones en esta tierra y continuamos en la vida de fe es para que la vida que hemos recibido pueda ser nuestra por la eternidad.
Aunque muchas personas buscaron a Jesús y habla sobre la vida eterna diciendo: “Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.” (Juan 6:55-56), la mayoría de ellos le dejaron. Eso es porque ellos fueron indiferentes a la vida eterna que Jesús hablo. Como Jesús dijo: “De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.” (Juan 6:26), ellos no deseaban la vida eterna sino que no era más que el beneficio que ellos pudieran obtener por medio de Jesús.
La justicia de Dios que es obtenida por la fe, y no por el bien y el mal
Las personas que tienen una vida religiosa toman su consciencia como la justicia. Ellos definen lo que esta bien y mal por medio de su consciencia, por lo cual viven para satisfacer su conciencia. Sin embargo, esto delante de Dios no tiene ningún significado. La ley ofrece una consciencia a los israelitas como base de su fe. Esta consciencia tiene el importante rol de hace que las personas comprendan que son pecadores y hace que se arrepientan. Según esta perspectiva podemos ver que la consciencia tiene el mismo rol en el proceso en llevar el evangelio de Jesucristo. Pero el problema está en que las personas aún luego de que hayan recibido el evangelio siguen tomando como justa a las personas y sí mismo según los términos de su consciencia, y llegan a juzgar a los que son injustos.
El determinar si uno recibe la vida eterna no es juzgada por la consciencia de lo bueno y lo malo. El hecho de tomar la consciencia como justicia es lo mismo que tratar de ser justo por medio de la ley, lo cual es lo mismo que escoger el estar debajo de la maldición. Gálatas 3:10 dice: “Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.” A diferencia de lo que las personas que dependen de la consciencia esperan, en conclusión serán juzgadas y perecerán.
Los que son esclavos de la consciencia discuten de lo bueno y malo en términos morales y éticos. Sin embargo, la discusión sobre lo bueno y malo ya fue dada por terminado cuando el espíritu del hombre murió en el huerto del Edén. Por lo que ahora la salvación no es determinada por medio de lo bueno y lo malo. En los días postreros cuando Jesús vuelva de nuevo Él salvara a los que son justo, entonces ¿quiénes son estos justos? Jesús no considera a los que tienen una vida buena según la consciencia como justos, sino a los que tienen la fe.
Romanos 10:2-3 dice: “Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios.” Las personas que ofrecen su propia justicia, no podrán obedecer la justicia de Dios. Jesús da por terminada la ley para poder dar la justicia a todos los creyentes. Por lo tanto, para poder recibir la salvación, tenemos que creer en la obra que Jesús realizo y clamar en ese nombre. La vida que diferencia lo bueno y lo malo según la consciencia no tiene relación con la salvación. El hecho de que las personas diferencien lo bueno y lo malo comienza cuando el diablo sedujo al hombre en el huerto de Edén. Pero el resultado de ello no fueron para obtener la justicia de Dios, sino todo lo opuesto.
Jesús quien da la vida y la vida eterna a la humanidad que estuvo dentro de Adán
El espíritu de la humanidad murió en Adán. Esto no significa que el espíritu de algunas personas hayan muerto y otros no. La muerte en el espíritu no es por medio de las acciones de cada uno. Como el primer Adán desobedeció a Dios, el espíritu de toda la humanidad que estuvo dentro de Adán muere. Por lo cual toda la humanidad en los postreros días tienen que ir al infierno. De esto, Romanos 5:12 dice: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” Por lo tanto, el hecho de que el hombre tiene que ir al infierno no son por las acciones que cada uno hace, sino por medio del pecado que Adán cometió.
La forma para salvar al hombre del castigo del infierno es por medio de la paga del pecado de Adán. Solo así es como el espíritu que murió dentro de Adán puede vivir. La estado del espíritu que tiene el hombre por medio de Adán, no es algo que uno puede cambiar por medio de las buenas acciones. Como el pecado de Adán llevo a la muerte del espíritu del hombre es necesario la paga del precio de ese pecado para que pueda vivir. Para eso, Dios envía a su Hijo a este mundo como el último Adán. Este es Jesucristo. Romanos 5:19 dice: “Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.”
Jesús murió derramando la sangre en la cruz. Las personas al ver esto consideraron a Jesús como pecador. Sin embargo, la razón por la cual Él recibió la condenación no es por su propio pecado. En Él no hay pecado. ¿Quién podría dar testimonio sobre esto? Quien testifica es Dios. Dios testifica la justicia de Jesús al resucitarlo de entre los muertos. Hechos 3:14-15 nos dice: “Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios a resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.”
La resurrección de Jesús demuestra que su muerte en la cruz no fue por su propio pecado. Entonces se podrán preguntar, ¿por qué Dios dejo que el Hijo de Dios quien no tiene pecado fuera crucificado en la cruz? Dios hace que Jesús redimiera el pecado de Adán. Como el último Adán tomo el pecado del primer Adán y recibió el castigo, limpio por completo el pecado del primer Adán. Por lo tanto, la humanidad que estuvo dentro del primer Adán no tienen la necesidad de pagar la deuda del pecado por si mismos.
Aun el precio del pecado de los incrédulos fuera de la iglesia ya ha sido pagado. La muerte del último Adán no solo soluciona el pecado de un grupo especial de personas, sino que como paga el pecado del primer Adán, toda la humanidad que esta dentro de él reciben la redención. En el mundo no existe ninguna persona que vaya a ir al infierno por el pecado de Adán. Sino por el no aceptan la obra que Jesús hizo. Por lo tanto, lo que cada persona tiene que hacer es aceptar lo que Jesús realizo al derramar su sangre, y revestirse del merito de Jesús para que su espíritu pueda vivir. Y las personas que han vivido tienen que entrar en Jesús y hacer la obra que Jesús nos ha ordenado. Jesús nos ha dicho que tenemos que tomar de su sangre para obtener la vida, y tenemos que comer de su carne para que obtengamos la vida eterna.
Clame el nombre de Jesús
Romanos 10:13 dice: “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Dios nos hace conocer Su nombre. El nombre de Jesús no es el nombre de un joven de Nazaret. Originalmente ese nombre es el nombre de Dios Padre. Dios Padre heredo ese nombre a su Hijo, y también ese nombre entra en nosotros por medio del Espíritu Santo. Ese nombre es el nombre de Dios Padre, Hijo y del Espíritu Santo. Los discípulos de Jesús teniendo este conocimiento y según el mandamiento del Señor de ir a todos las naciones bautizándolos en el nombre del Padre, Hijo y el Espíritu Santo, ellos al bautizar siempre lo hicieron en el nombre de Jesucristo. (Hechos 10:48)
Nosotros no hemos visto a Dios con nuestros ojos. Sin embargo al clamar al nombre de Dios confesamos su existencia. Esto es lo mismo como si un granjero, aunque no haya visto al rey en toda su vida, reconoce la existencia del rey al usar su nombre para dirigirse sobre él. El culto es ver el rostro de Dios. ¿Cómo podemos ver el rostro de Dios nin ni siquiera haberlo visto? Al clamar el nombre de Dios, osea el nombre de Jesús, vemos a Dios. El clamar al nombre de Jesús es posible porque conocemos al Dios único. No trate de ver a Dios con los ojos, sino clame el nombre de Jesús.
En el pasado como no conocían el nombre de Dios no tenían más opción que clamar: “Señor, Señor”. Sin embargo, nosotros ahora conocemos el nombre de Jesús. Llame al nombre de Jesús. Obviamente, esto nos significa que Dios podrá su oído a todo aquel que clame: “Jesús, Jesús”. Además muchos entre los Israelitas tenían el nombre de Jesús. Cuando clamemos en el nombre de Jesús tenemos que hacerlo sabiendo que ese nombre es el nombre compartido por el Padre, Hijo y el Espíritu Santo. Si clamamos el nombre de Jesús es escuchado por el Padre, por el Hijo y por el Espíritu Santo.
Si vamos a orar tenemos que hacerlo creyendo en el nombre de Jesús. También al rendir el culto tenemos que hacerlo creyendo en el nombre de Jesús. También al sanar las enfermedades tenemos que hacerlo creyendo en el nombre de Jesús. También al escuchar la palabra tenemos que obedecerla creyendo en el nombre de Jesús. El nombre de Jesús nos da la salvación, el nombre de Jesús nos da la sanidad. Nosotros en el mundo enfrentamos situaciones que necesitamos la ayuda de Dios. En esos momentos clame el nombre de Dios. Clame: “Jesús, Jesús.” Esta palabra: “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Romanos 10:13) es realizada en las personas que claman el nombre de Jesús.
Carta de Simuón
Pronto
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Traduccion de la sintesis: Da Un Chung
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang
2018.01.28 – El yugo de Jesús
in Sermones
El yugo de de Jesús
(Mateo 11:25-30)
Dios
Es gracia.
Él
Tuvo misericordia del mundo
Y derramó su gracia sobre él. (Juan 1:16)
¿Hay alguien libre como Dios? (Juan 8:32)
El hombre pierde su libertad cuando es pecador.
El hombre carga un yugo
Que el mismo desconoce.
El pecado, la muerte y el castigo son un yugo de temor
Que el mundo carga.
Jesús vino al mundo siguiendo la voluntad del Padre
Para cargar el yugo de la humanidad. (Juan 1:36)
Además
Nos dijo que nosotros carguemos su yugo
La carga de la humanidad
Es la vida del Señor Jesús
Y el yugo de Jesús
Debe convertirse en la vida de la humanidad.
El yugo de Jesús es yugo y Verdad. (Juan 14:6)
El Espíritu Santo es nuestro yugo.
◌ Quien carga el yugo de la Ley es destruido.
La cruz de Jesús cargó nuestro yugo
Esta es nuestra fe.
◌ Jesús tiene el yugo de Verdad.
El yugo de la Verdad es liviano
Y permite entender qué es la felicidad.
◌ Nuestro cuerpo carga el yugo de la Ley
Pero nuestro espíritu debe cargar la gracia.
Hay vida cuando en el espíritu hay verdadera libertad.
※ Dejemos nuestro yugo
Y recibamos el yugo de Jesús.
Seamos libres eternamente con Jesús.
Mateo 11:25-30
25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.
26 Sí, Padre, porque así te agradó.
27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Resumen
El evangelio es la fe
Dios es quien da la gracia. El hombre conoce la gracia de Dios a través del evangelio. El evangelio y la fe son inseparables. El libro de Mateo es el testimonio de la fe de Mateo sobre Jesús, el libro de Marcos es el testimonio de la fe de Marcos sobre Jesús. Podemos decir que el evangelio en sí es la fe.
Aunque en el libro del Antiguo Testamento es escrita la obra de Dios, no enseña a Dios como el Padre ni introduce al Hijo de Dios. Sin embargo, según Marcos 1:1 el cual es el primer libro escrito en el Nuevo Testamento dice: “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”. Finalmente nos revela a través de Jesucristo la relación entre Dios Padre y el Hijo, y el hecho que por medio de Jesucristo el evangelio comienza.
Dios ama al Hijo y se complacé de Él. El experimentar dentro del Hijo, la maravillosa relación entre el Padre y el Hijo es nuestra fe. Nuestra fe no es una religión. La religión da la ley al hombre, y los que han cumplido con ella tienen paz en sus corazones. En la superficie, la religión parece dar la libertad a las personas. Sin embargo, es todo lo contrario. La religión solo da el yugo del martirio a las personas.
Aunque la ley de la religión da el remordimiento a la conciencia, las personas podrán anhelar la salvación, pero esto en sí no puede llegar a salvar al hombre. Esto es igual para la Ley del Antiguo Testamento. Aunque la Ley hubiera podido llegar a disciplinar el cuerpo de hombre, esto no puede salvar el espíritu. La Ley es un tipo de yugo. El yugo es una barra que es amarrada en el cuello del caballo o vaca para empujar un coche o la aradura. Jesús uso el ejemplo del yugo para hablar sobre la diferencia entre la Ley y el evangelio.
Los que conocen al Padre y al Hijo tienen la vida
Mateo 11:25-30 dice: “En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó. Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”
El evangelio no puede ser recibida con la sabiduría del hombre. Cualquier personas que se considere sabio tendrá dificultad en obtener la fe por su propia teoría. La fe es obtenida por aquellos que tenga los oídos abiertos. Romanos 10:17 dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Para obtener la fe no se necesita ser inteligente sino tener un corazón puro.
El evangelio habla sobre la relación entre Dios Padre y el Hijo. Jesús siempre enfatizo diciendo: “El Padre me ama. Yo obedezco al Padre. El Padre es el Altísimo. Y delante de Él yo soy menor.” ¿Quién es Dios? Es la fuente de vida. ¿Por qué le llamamos Padre? Porque es el más alto de todas las alturas. El decir: “¿Para usted, Dios existe?”, es lo mismo que decir: “¿Usted tiene la vida?” El experimentar esta relación entre Dios Padre y el Hijo, es el obtener la salvación y la vida eterna.
Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados”. La ley es quien da al hombre esta carga pesada. La ley pide la mortificación a las personas. Las personas que están en el dominio de la ley tratan de ser libres de la maldición y el castigo que trae el pecado por medio de las buenas acciones o la mortificación, en cambio de recibir la gracia. Esta es la forma como ellos tratan de ser libres del yugo que los está oprimiendo. Sin embargo, Jesús nos dice: “Vengan a mí y tomen mi yugo.”
Tome el yugo de Jesús quien es manso y humilde
¿Quién es Jesús para que nos diga que tomemos su yugo? Él dijo que: “Soy manso de corazón”. ¿Qué es el ser manso? Jesús dijo: “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.” (Mateo 5:5). La persona que es manso en esta tierra tendrá muchas personas a su alrededor. El ser manso es el no tener odio en el corazón. Podemos encontrar la mansedumbre en el amor de la madre hacia sus hijos. No importa que tantas cosas malas haga su hijo, la madre no podrá odiar a su hijo. En el caso de que si nosotros constantemente recibimos ataque y persecución de alguien, podemos terminar odiando a esa persona. Sin embargo, una persona que es manso sobrepasara esto.
Jesús dijo: “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo dijo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?” (Mateo 5:43-47). El no odiar al enemigo y en cambio el amarlos, es el ser manso.
Jesús también dijo: “Soy humilde”. Él aun siendo igual a Dios, no estimo el ser igual sino que se rebajo a los más bajo. Filipenses 2:6-8 nos dice sobre esto: “El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó así mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombre; y estando en la condición de hombre, se humilló así mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” De esta misma forma, Aquel que se rebaja a sí mismo delante del Padre Dios y obedeció hasta la muerte en la cruz es el Hijo de Dios; y el conocer y creer en Él es el evangelio.
Jesús nos dice: “Tomen mi yugo”. Las palabras tomen mi yugo son las mismas palabras que, reciba la gracia. Aunque para el hombre el sostener el yugo de la ley es difícil y una carga pesada, el yugo de Jesús es fácil y ligera. Pero a pesar de esto, hay ocasiones en que las personas tratan en cargar lo difícil y pesada, y no le dan valor a la carga liviana. Sin embargo, solo el yugo de Jesús es quien nos puede dar el descanso verdadero.
Permanezca en la gracia
Algunas personas dice: “Pastor, me siento muy triste. ¿Como puede esa persona reciba la gracia? Luego de que vi que recibió la gracia, ya no deseo recibirla.” Aunque puedo entender ese deseo de que una persona que ha pecado reciba el castigo. Sin embargo tenemos que esforzarnos en no tener ese corazón sino tenemos que sobrepasarlo. Tenemos que examinarnos cada uno de nosotros si somos personas que han aprendido de Jehová o personas que han aprendio de Jesús.
El hecho de que Jesús haya recibido el castigo no es para que nosotros la recibamos de la misma forma. Sino que Jesús dijo: “Pecadores, para pagar el precio de su pecado yo ya he recibido el castigo. Por lo cual, no hay la necesidad de que ustedes vuelvan a tomar la responsabilidad. No traten de recibir la salvación por medio de la mortificación sino por la gracia.” Cuando el dolor venga a ustedes no piensen: “Eso es lo que recibo por ser un pecador”. Cuando el dolor venga ante nosotros arrepiéntase y salir de aquí.
Hay personas que piensan que si no cumplen con el Día del Señor la ira de Dios vendrá en ellos, por lo que asisten a la iglesia a la fuerza. Aunque estas personas rinden el culto, cuando ofrendan e oran no tienen el gozo sino que todo lo hacen a la fuerza. Tenemos que tener en claro que el Día del Señor no es un yugo pesado, sino es un yugo de gracia que bendice y enriquecé a nuestro espíritu.
Permanezca dentro de la gracia. Tome el yugo de Jesús. La conciencia el hombre condena sin parar. No solo por las acciones que hace, sino también cuando tiene deseos carnales en su corazón, celo en su corazón u odio en su corazón. Si uno acepta estas acusaciones, no tendremos más opción que alegarnos de Dios. Una persona que esta lejos de Dios al tener un problema en el cuerpo piensa que es el precio que tiene que pagar por su pecado, en cambio de revestirse de la gracia de Dios.
Las personas que cargan el yugo pesado no acepta la gracia que ha recibido y la gracia que otros han recibido. Ellos con frecuencia dicen: “Si uno peca tiene que pagar ese precio. De que gracia me está hablando.” Sin embargo, las personas que pertenecen en la gracia aunque hayan cometido un pecado, experimentan con más profundidad la gracia de Dios por medio de ello. De esto, Romanos 5:20 dice: “Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia.”
Cuando las personas al diezmar e ofrendar no lo pueden hacer con un corazón de gracias y gozo, sino que lo hacen con tacañez y a la fuerza. Esto es porque no están dentro de la gracia. Dios dice a los que hipócritas que no conocen la gracia: “Ustedes quienes han menospreciado mi nombre. Cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? Quisiera que alguien cerrará la puerta del templo para que ustedes no puedan entrar.” (Malaquías 1:6-10).
Sea libre del yugo de la conciencia. No hay ningún problema el vivir en el mundo con solo la consciencia. Sin embargo, en la consciencia no hay la obra del Espíritu Santo. El Espíritu Santo solo obra por medio del yugo de Jesús. ¿Tiene la enfermedad? Permanezca dentro de la gracia. ¿Es pobre? Permanezca dentro de la gracia. ¿Está lleno de diversos problemas? Permanezca dentro de la gracia. ¿Sí le molesta que las otras personas reciban la salvación fácilmente y sin ningún sufrimiento? Entonces, permanezca dentro de la gracia. Venga hacia Jesús y cargué Su yugo y aprenda de Él.
Carta de Simuón
Pronto
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Traduccion de la sintesis: Da Un Chung
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang
2018.01.21 – Hable por el Espíritu
in Sermones
Hable por el Espíritu
(1 Corintios 14:1-25)
Dios
Es espíritu.
Él
Creó al hombre
Toda la tierra de hombres y se originó el lenguaje. (Génesis 1:28:30)
Sin embargo,
El lenguaje del hombre es solo un sonido, (Génesis 11:1)
Mientras
Que la Palabra de Dios es espíritu y vida. (Juan 6:63)
El espíritu del hombre tiene vida
Pero
La Palabra de Dios es la que otorga vida
Y el espíritu del hombre vive por ella. (1 Corintios 15:45)
El lenguaje del hombre es para comunicarse
Pero no puede comunicar lo del espíritu.
No puede expresar los secretos del espíritu. (1 Corintios 2:11)
Sin embargo,
El Espíritu puede comunicar los secretos del espíritu
Y manifestarlos a Dios. (1 Corintios 14:2)
Solo el Espíritu
Conoce las cosas profundas de Dios.
◌ Las lenguas dadas por Dios no son palabras humanas
Sino espirituales.
Solo Dios las entiende.
◌ Al vivir como pecador el espíritu es mudo
Pero cuando recibe el perdón de los pecados es libre.
Las lenguas son el clamor del espíritu.
◌ Las profecías son esperanza.
Son palabra de Dios.
El Evangelio es palabra espiritual.
※ Hablar en lenguas
Es hablar con Dios.
Debemos orar con el corazón y con lo espiritual.
1 Corintios 14:1-25
1Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.
2 Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.
3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
4 El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.
5 Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.
6 Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?
7 Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara?
8 Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?
9 Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire.
10 Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado.
11 Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí.
12 Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.
13 Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla.
14 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.
15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.
16 Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.
17 Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado.
18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros;
19 pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.
20 Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.
21 En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor.
22 Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.
23 Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?
24 Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado;
25 lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.
Resumen
Comunión con el Ser Viviente
Dios es espíritu. Las palabras “Dios es espíritu” significa que Él vive por toda la eternidad. La forma en la cual Dios y nosotros nos comunicación es completamente diferente a la comunicación que tienen las personas del mundo con los muertos. Cuando ellos visitan a sus familiares en el cementerio dice: “Abuelo, he venido. ¿Cómo ha estado?”, ellos no necesariamente esperan que ellos vayan a responder. En cambio, ellos lo hacen por razones personales, para consolarse a si mismo. Sin embargo, nosotros expresamos nuestros problemas a Dios es porque tenemos la fe de que Dios todopoderoso escuchara nuestras peticiones y nos responderá.
Dios tomo la fe de Abraham como justicia. En la región donde vivía todas las personas se arrodillaban a los ídolos, pero Abraham fue diferente. Él creyó en su corazón y confeso que: “Dios debe estar vivo. Él tiene que escuchar la voz del hombre. Dios siendo todopoderoso tiene que ser nuestro Señor. Debe de tener la autoridad de dar el mandamiento. Y el cumplir su mandamiento es mi fe.” Dios llamó a este y le ordeno a que fuera a la tierra que le había ordenado, tomando la fe de Abraham como justicia. De esta forma, Abraham no sirvió a ídolos muertos sino a Dios viviente.
Jesús dijo: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” (Juan 4:23-24). Cuando dice que Dios es espíritu significa que vive por la eternidad. Para poder adorar al Dios viviente tenemos que abandonar la actitud y el método de servir a los ídolos que no tiene vida, y necesitamos la actitud y método espiritual para poder verle.
Aunque los ciegos no pueden ver a sus padres, ellos cuando tienen algún problema consultan sobre ello a sus padres, obtienen el consuelo de sus padres, y la ayuda de sus padres. De la misma forma, aunque nosotros nos podemos ver a Dios con los ojos, el servirle estamos teniendo comunión con un ser viviente. Por lo tanto, las personas que vienen a la iglesia para rendir el culto deben tener este anhelo en sus corazones: “En el día de hoy veré al Dios viviente, voy a decirle todas mis necesidades, recibiere Su consuelo, recibiré Su amor, recibiré Su gracia, y recibiere Su guía.”
El espíritu de las personas que no creen en Jesús está muerto. Por lo tanto, aunque ellos se esfuercen con todas sus fuerzas no pueden tener una comunión con Dios. Sin embargo, como el espíritu de las personas que creen en Dios está vivo, Dios tienen una comunión y escucha sus necesidades. Así de grande es la diferencia entre las personas que creen en Jesús y los que no creen. Las personas que creen en Jesús pueden ver a Dios con el espíritu y pueden tener una comunión con el espíritu.
Hable en lenguas según el Espíritu Santo
Luego de que Jesús resucito y subió al Cielo, como prometió el Espíritu Santo comenzó a morar en las personas que creían en Él. Hace dos mil años atrás el Espíritu Santo vino a esta tierra por primera vez. Hechos 2:2-4 dice sobre esto: “Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados: y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”
La naturaleza existe cuando el mundo fue creado. Sin embargo, el hablar en lenguas existir en el mundo luego de que Jesucristo ascendió y el Espíritu Santo morá por primera vez hace dos mil años. Por lo tanto, esto no es un fenómeno natural, sino es algo que solo es manifestado en los que creen en Jesucristo. Jesús refiriéndose a esto dijo: “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas.” (Marcos 16:17).
Las personas que están llenas del Espíritu Santo experimentan que su lengua es movida sin involuntariamente. Esto también es un testimonio de que Espíritu Santo ha morado en esa persona. Como no podemos ver al Espíritu Santo es difícil saber cuando el Espíritu Santo ha morado en uno. Sin embargo, como nos dice en la Palabra: “comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”; si una personas comienza a hablar en lenguas demuestra que en esa persona ha morado el Espíritu Santo.
Jesús al decir: “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas.”, estaba diciendo: “Los que creen en mí, por lo menos él tendrá que hacer estas cosas”. Él estaba determinando el nivel básico y los requerimientos necesarios que los creyentes deben de tener. Nosotros no deberiamos simplemente conformarnos por el solo clamar que somos creyentes, sino que tenemos que hacer que Dios testifique por nosotros diciendo: “Esa persona verdaderamente cree.” 2 Corintios 1:22 menciona sobre esto diciendo: “El cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.”
Jesús dijo: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo.” (Hechos 1:8). Según esa promesa nosotros hemos recibido el Espíritu Santo, y según el Espíritu Santo comenzamos a hablar en lenguas (Hechos 2:4). Lo que tenemos que tener saber con exactitud, es que el hablar en lenguas es solo el comienzo de los poderes cuando el Espíritu Santo mora en nosotros. Como un soldado al paso del tiempo sube de rango, la persona que recibe el Espíritu Santo tiene que hablar en lenguas, la persona que habla en lenguas tiene que recibir la palabra de sabiduría, y la persona que recibe la sabiduría en la palabra tiene que tiene que recibir el conocimiento de la palabra. De esta forma, tiene que recibir todos los dones que el Dios quiere dar.
Trate de profetizar más
En 1 Corintios 14 explica con detalle sobre las lenguas y la profecía entre los muchos dones del Espíritu Santo. Nos está diciendo que tan importante son las lenguas y la profecía. La persona que habla en lenguas no debe satisfacerse por el solo hecho de que ha recibido los dones del Espíritu Santo, sino que tiene que ir aún más y profetizar. Cuando habla sobre la profecía no está hablando sobre la adivinación, y tampoco es que profetice como lo hicieron los profetas en el Antiguo Testamento. El evangelizar sobre la verdad que creemos es el profetizar. El hecho de que el Señor haya dicho: “Si ustedes creen en mí recibirán la salvación.”, es la profecía; también al decir: “Reciban la vida eterna.”, es la profecía. También es profecía cuando nos dice: “En los postreros días, ustedes participarán en la primera resurrección y entraran en el Cielo.”, y al decir, “Ustedes tienen que tomar de mi sangre para que tengan la vida, y tienen que comer mi carne para que tengan la vida eterna.”
Para que una persona reciba la salvación tiene que tener la fe, para obtener la fe tiene que escuchar la palabra, y si escucha la palabra tiene que llevarla. Romanos 10:14-15 dice: “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!!”. Si no hay nadie que predique tampoco abra persona que reciba la salvación. Por lo tanto, la persona que habla en lenguas tiene que anhelar el profetizar. Uno no tiene que satisfacerse del don que ha recibido sino tiene que seguir creciendo espiritualmente.
No importa cuanto las personas que estén debajo de la Ley se esfuercen en buscar a Dios no puede recibir la ayuda espiritual porque espiritualmente han estan muertos. Sin embargo, luego de que Jesús resucitó y subió al Cielo y el Espíritu Santo mora, las personas comienzan a hablar en lenguas. Ahora las personas que estaban en la puerta del infierno se le es dada la abilidad de poder decir todos sus secretos a Dios por el espíritu (1 Corintios 14:2). El hablar mucho en lenguas es muy beneficioso para nuestro espíritu (1 Corintios 14:18).
Sin embargo, el profetizar es de gran ayuda para la iglesia. Pablo enfatizando la verdad de que el profetizar es muy importante para la iglesia diciendo: “Quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis.” (1 Corintios 14:5). Aunque el hablar en lenguas es de más provecho para uno mismo, para la edificación de la iglesia el profetizar es mucho más importante. El profetizar en simples palabras es el llevar el evangelio, enseñar a las personas para que estén despiertos y alentarlos. Solo así, los creyentes podrán estar despiertos en cualquier situación y sostener hasta el día en que el Señor vuelva de nuevo.
La razón por la cual las personas aun teniendo sus vidas de fe caen es porque menosprecian el profetizar. 1 Timoteo 4:14-15 dice: “No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.” Especialmente las personas que fueron ungidas como lo son, los pastores y diáconos no deben menospreciar los dones.
Uno tiene que esforzarse en hablar en lenguas, pero tenemos que esforzarnos aún más en profetizar. Hay personas que por no sostener bien las lenguas termina perdiéndolas. ¿Será que estas personas tienen el poder de predicar? Por lo menos se debe tener la fuerza de hablar en lenguas, para así poder llevar el evangelio con ello. De la misma forma, como la temperatura del agua tiene que llegar a cien grados para que hierva, las personas que están llenas del Espíritu Santo hablarán en lenguas. En otras palabras, sin la llenura del Espíritu Santo no podrá hablar en lenguas.
Haga que su espíritu pueda clamar sus necesidades a Dios. 1 Corintios 2:11 dice, “Porque, ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.” ¡Reciban la llenura del Espíritu Santo! ¡Hable en lenguas y crezca aún más y profetice! Esto no significa que sea adivino. El primer pacto también es la profecía, y el nuevo pacto también lo es. El primer pacto ya ha sido cumplido, y en los postreros días se cumplirá el nuevo pacto de que Jesús volverá. Esforcémonos en profetizar diciendo: “¡Preparémonos para recibir al que vendrá de nuevo!” ¡Anhelemos el llevar y enseñar el evangelio!
¡La sangre preciosa, el Espíritu Santo y la Palabra! Yo he vivido toda mi vida predicando estas tres cosas y seguiré haciéndolo. Aunque yo era un pecador que tenia que ir al infierno a través de la sangre preciosa he obtenido la salvación. Y Dios ha enviado el Espíritu Santo a este como yo. Yo predicare toda mi vida dependiendo del Espíritu Santo. ¡Si en su interior tiene la sangre de Jesucristo haga que el Espíritu Santo more en usted! ¡Si ha recibido el Espíritu Santo, este lleno de Él y hable en lenguas! ¡Y crezca aún más y lleve el evangelio!
Carta de Simuón
Pronto
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Traduccion de la sintesis: Da Un Chung
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang
2018.01.14 – Ustedes son fuente de bendición
in Sermones
Ustedes son fuente de bendición
( Génesis 12:1-3 )
Dios
Es el Señor de toda la creación.
Él
Llamó a la creación frente a Él (Números 30:10-20)
Para que fuera bendecida.
Dios es Omnipresente,
Pero para salir delante de Él se necesita la fe (Juan 3:16)
Y esa fe es tomada como justicia. (Génesis 15:6)
La que Dios considera como justa
Fue encontrada en Abraham. (Génesis 12:1)
Para Abraham
Dios está vivo,
Él es Omnipotente,
Escucha las situaciones de los hombre
Y es Señor del hombre.
Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
Él ciertamente es Dios.
Dios tomó la fe de Abraham como fuente de bendición,
Debemos conocer esta verdad. (Génesis 12:2-3)
El que pide bendición recibe bendición,
Pero el que la maldice será maldecido.
◌ Por la fe
Nos presentamos ante Dios.
La fe es justificada.
◌ La fe es fuente de bendición.
La bendición no se recibe por orar mucho
Tampoco por la razón, únicamente por la fe.
◌ Quien tiene fe tiene bendición
Y quien maldice la fe recibe maldición.
La fe es fuente de bendición.
※ La fe no es convicción
Sino Palabra de Dios.
Tengamos fe para recibir la voluntad de Dios.
Génesis 12:1-3
1Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Resumen
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Carta de Simuón
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Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Traduccion de la sintesis: Da Un Chung
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang
2018.01.07 – Su pecado es perdonado
in Sermones
Su pecado es perdonado
(Mateo 9:1-8)
Dios
Es perfecto.
Él
Envió el Verbo
Para que aquellos que creen en Él sean perfectos. (Romanos 12:1-2)
La Ley y los profetas salen para encontrarse con Jesús,
Pero no son la Palabra.
Jesucristo
Es el Logos de Dios. (Juan 1:1)
Las palabras de Jesús
Son las palabras de Dios (Juan 12:48-50)
Por lo tanto deben ser creídas y obedecidas.
Si Jesús dijo “los pecados son perdonados”, es porque son perdonados.
Si Jesús ordena
Es mandamiento de Dios.
Si Jesús dice “toma tu lecho”
Debemos obedecer.
Dudar
Es no creer en la palabra de Dios
Y quien no recibe la Palabra de Dios no tiene vida.
Quien no obedece la palabra de Jesús no tiene poder. (Lucas 1:37)
◌ Por el Espíritu Santo entendemos esa Palabra
Somos perdonados de los pecados.
Jesús nos redimió.
◌ Si Jesús dijo que somos sanos
Debemos obedecer y levantarnos.
Creer en Jesús es obedecer.
◌ Jesús derramó su sangre para salvarnos
Y fue azotado por nuestras enfermedades.
Jesús es nuestra salvación.
※ La Ley trae muerte y pecado
Pero Jesús trae vida y libertad.
Jesús es la Verdad y la vida.
Mateo 9:1-8
1Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad.
2 Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.
3 Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema.
4 Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
5 Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?
6 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa.
7 Entonces él se levantó y se fue a su casa.
8 Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres.
Resumen
Dios es perfecto. Por lo cual su salvación es eterna y perfecta. Aunque muchas personas tienen su vida de fe no tienen la certeza de que han recibido la salvación. Esto es porque no han tenido el entendimiento correcto sobre la salvación.
El espíritu del hombre murió con la caída de Adán, por lo cual no tienen más opción que recibir el castigo eterno en el infierno. Dios, para salvar el espíritu muerto de la humanidad, envía a Su hijo. El pecado de Adán que llevo a la muerte espiritual es llamado el pecado original. El pecado original no es un pecado que aún Dios todopoderoso puede solucionar con solo perdonar. Para solucionar el pecado original, ciertamente tiene que pagar el precio de ello. El Hijo de Dios al morir en la cruz pagó la deuda de la humanidad.
Como el último Adán, Jesús, murió para redimir el pecado del primer Adán, por lo que el espíritu del primer Adán pudo vivir. Así mismo, por medio del bautismo experimentamos en la fe que nuestro espíritu que estaba muerto ahora vive. Por medio de la acción de ser sumergido y ser levantado en el agua, experimentamos que hemos enterrado el viejo ser que murió por el pecado original y levantados junto con la resurrección de Jesucristo siendo seres nuevos. El hecho de que nuestro espíritu ha vivido no es algo abstracto sino una verdad. Esto es testificado por el Espíritu Santo.
No ha habido ningún caso en el cual el Espíritu Santo haya morado en una persona que esté debajo de la Ley. La Ley, que es la ley de la carne, aunque puede santificar la carne, no puede salvar el espíritu del hombre. Las personas debajo de la ley tenían que cumplir con el día de redención una vez al año. En ese día el sumo sacerdote entraba al Lugar Santísimo con la sangre del sacrificio y la derramaba en el propiciatorio para redimir el pecado de todo el pueblo. Esto era una parábola del que tenia que venir, y nosotros hemos visto esa realidad. Jesucristo murió en la cruz, resucitó, y fue alzado al Cielo. Por medio del bautismo somos personas que hemos experimentado la sangre preciosa de Jesús. En otras palabras, somos personas con espíritu vivo. Nosotros no debemos dudar de esta verdad que el Espíritu Santo testifica.
A pesar de esto la razón por la cual las personas se confunden, es por el hecho de que aun las personas que han vivificado su espíritu sigue pecando. Aunque jura de que no cometerá algún pecado repetidamente sigue cometiéndolo, por lo cual la persona cae en el remordimiento. En estas situaciones comúnmente dicen: “He vuelto a crucificar a Jesús en la cruz.”, aunque esto no es verdad. El sufrimiento de Jesús en la cruz es algo que no se repetirá. De la misma manera, si uno recibe el bautismo una sola vez no hay la necesidad de volverlo a tomarla. Aunque pequemos con la naturaleza de la carne, la verdad de que nuestro espíritu ha sido vivificado no cambia. Lo que ahora nosotros necesitamos no es la redención sino el perdón del Señor.
No importa si queramos o no, una y otra vez vamos a pecar. El Señor toma el menospreciar a una persona con palabras leves, como un pecado grave (Mateo 5:22). No solo eso, sino como dijo el Señor: “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya a adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:28), Dios juzga hasta el corazón del hombre. El hombre peca con el corazón y también con sus acciones. El primero se le llama el pecado de los pensamientos, y el segundo el pecado de la conducta.
Al cometer el pecado con nuestro corazón o con la carne lo que necesitamos es el perdón del Señor. Aunque cometemos el mismo pecado repetidamente no debemos dudar en recibir el perdón. El Señor nos dijo que perdonáramos a una persona que cometió un pecado con nosotros setenta vez siete (Mateo 18:22). También en la oración que nos enseño diciendo: “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.” (Mateo 6:12). El Señor no solo desea que nosotros perdonemos hasta el final, sino que nosotros recibamos el perdón del Señor continuamente.
La razón por la cual Jesús aun sin volver a derramar la sangre nos puede perdonar sin ningún limite, es porque es su poder. Había una vez un paralítico en cama que vino delante de Jesús. El Señor le dijo: “Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.” Los escribas al ver esto pensaron: “Este blasfema. El único que puede perdonar el pecado es Dios, ¿cómo puede este perdonar los pecados?” De esto Jesús dijo: “¿Qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?” (Mateo 9:1-8).
Aunque el Señor le hubiera dicho al paralítico que se levantara y andará, si él no hubiera recibido el perdón del pecado no hubiera podido levantarse y caminar. Por lo contrario, sin importar que tan grave hubiera sido la enfermedad, si hubiera recibido el perdón de pecados hubiera podido levantarse y andar. Cuando una persona obtiene una enfermedad por cometer el pecado, para poder ser sano primero tiene que recibir el perdón de ese pecado. El pecado y la enfermedad son uno. Si recibe el perdón de pecado tendrá la sanidad.
Algunas personas dice: “De ahora en adelante me esforzaré en la vida en la iglesia. Mi enfermedad seré sanada cuando de mi reverencia por varios años.” Estos pensamientos no son pensamientos que salen de una fe sana. Recuerde que el paralítico al escuchar la palabra de Jesús se levanto, tomó su camilla, y caminó. El recibir el perdón de pecados no es algo que necesite mucho tiempo. Esto es lo mismo con la sanidad. Acumular la disciplina y el entregar la reverencia para resolver los problemas es algo que ya los incrédulos han hecho. Si un cristiano tiene este tipo de pensamiento, no ha podido desechar los hábitos religiosos.
Personalmente he dirigido muchos avivamientos, y he sido testigo de muchos casos en el cual la persona que han escuchado por primera vez el evangelio, en ese mismo día recibe la sanidad. Los creyentes que sigue en la enfermedad y no son sanados es porque no creen en la autoridad de Dios. Cualquier persona que desea tener la sanidad de la enfermedad ante todo tiene que tener esta fe: “El Señor perdono mis pecados”.
Jesús al decirle al paralítico: “Tus pecados son perdonados.”, no se refería al pecado original. El pecado original fue redimido cuando Jesús fue colgado en la cruz, pero antes de esto no hubo nadie que recibiera la redención. Sin embargo, también en la Ley podemos encontrar que hubo el perdón de pecados, y por medio de esto también recibieron la sanidad. La carne es quien recibió este tipo de ayuda mientras que el espíritu seguía muerto.
El hecho de que Jesús aunque todavía no había muerto en la cruz dice: “Tus pecados te son perdonados.”, es porque uso su poder. La razón por la cual los escribas pensaron que Jesús blasfemaba era porque había violado el poder de Dios, y ver a las personas al su alrededor dando gloria a Dios por ver en Jesús este poder. Mateo 9:8 dice sobre esto: “Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres.”
Aun las personas que han recibido la salvación puede obtener una enfermedad por medio de su pecado. También la palabra que el Señor dijo a otras personas: “Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.” (Juan 5:14), respaldan esto. Cuando la enfermedad viene por la debilidad que uno tiene, lo primero que tenemos que hacer es recibir el perdón. No hay la necesidad de dudar del poder del Señor. 1 Juan 2:1 dice: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.”
El Señor no solo con derramar la sangre en la cruz nos redime de nuestro pecado original, sino hasta tiene el poder de personar el pecado del pensamiento y de la conducta de cada uno. Esto es lo mismo con el poder que el presidente tiene de amnistía a un criminal. Aunque es obvio que un criminal que recibe el veredicto de ser culpable tenga que recibir el castigo, el presidente tiene el poder de hasta de librar a ese criminal que recibió la pena de muerte.
Hay algunas personas que se quejan diciendo: “Esa persona tiene muchos pecados, ¿cómo puede ser que en la iglesia sea usado de esa forma?” Con el pensamiento humano cualquier pecador tiene que pagar el castigo que se merece. Sin embargo, el otorgar el perdón hasta a estas personas es el poder del Señor, quien está sentado en el trono de la diestra de Dios. El Señor perdona cuanto quiere a los que ha salvado, y los levanta haciéndolos lleno del Espíritu Santo.
Nosotros siempre tenemos que recibir el perdón de pecados. Esto no significa que uno tenga que volver a arrepentirse y recibir el bautismo en el nombre de Jesucristo, sino que cada día tiene que ser santificado. Esto así, el cuerpo puede ser saludable, y el espíritu continuamente puede ir bien. El Señor teniendo el poder para perdonar los pecados, cuando Él dice que somos limpios así lo seremos, y si nos dice: “Tus pecados te son perdonados.”, entonces nuestros pecados son perdonados.
Desafortunadamente, todavía hay personas que aunque tiene la fe no son libre del pensamiento: “Como tengo muchos pecados no será fácil que reciba el perdón.” Estas personas están tomando su propio pecado como algo más grande que el poder del Señor de perdonar. No menosprecie el poder del Señor. Recuerden que también el ladrón quien fue crucificado recibió el perdón del Señor y entro en el paraíso.
Aunque una persona mejore su personalidad o es disciplinado, si el Señor no le dice: “Tus pecados te son perdonados.”, esa persona no puede ser limpio. El Señor desea usar su poder para poder perdonarnos. Él, quien hasta derramo su sangre para redimirnos, ¿por qué dejaría a un lado el pecado que puede perdonar con su poder? En el momento en que el Señor usa su poder para perdonar, nosotros podemos recibir la sanidad y ser libres de la maldición. Por lo tanto, ¡no sostengan más la enfermedad y la maldición, sino acepten el poder del Señor!
Aunque la Ley nos juzgue diciendo: “Eres un pecador.”, y el diablo nos murmura diciendo: “Alguien como tú debes ser destruido.”, nunca sean engañados con sus palabras. El poder del Señor es mucho más grande que la Ley, y más fuerte que el engaño del diablo. ¡Crea en el poder del Señor y sea santo! Así es como puede ganar la enfermedad, la maldición y toda destrucción.
Carta de Simuón
Pronto
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Traduccion de la sintesis: Da Un Chung
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang
2018.01.01 – Jesús no es religión sino resurrección (Culto de Nuevo Año)
in Sermones
Jesús no es religión sino resurrección
(Juan 11:25-26)
Dios
Es vida.
Él
Para dar vida eterna al mundo
Envió a Jesucristo. (Juan 1:18)
Jesús
Es el Hijo unigénito de Dios,
El Hijo del Hombre que vino en amor. (Juan 3:16)
Jesús no es una religión.
Jesús es resurrección y vida. (Juan 11:25)
Creer en esto es vida y resurrección.
No trate de aprender ritos por parte de Jesús
Reciba de Jesús la vida y la resurrección. (1 Corintios 15:17-19)
El nombre de Jesús es un nombre con promesa. (Juan 14:13-14)
Es el nombre de Dios.
Si guardamos el nombre de Jesús en el corazón
Tendremos la autoridad para ser hijos de Dios. (Juan 1:12)
En el nombre de Jesús fue creado todo el universo, (Hebreos 1:2)
En el nombre de Jesús son expulsados los demonios, (Santiago 2:19)
Y en el nombre de Jesús todos son salvos
Y reciben la guía de Dios. (Lucas 23:43)
◌ Si no cree en Jesús
Es un hipócrita que piensa religiosamente.
Jesús es nuestra vida.
◌ Jesús es resurrección,
Él es nuestra fe.
Debemos recibir la resurrección.
◌ Anunciemos a Jesús.
No anuncie religión
Sino vida.
※ La religión no tienen resurrección.
No tiene vida
No tiene vida eterna.
Juan 11:25-26
25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
Resumen
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Carta de Simuón
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Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Traduccion de la sintesis: Da Un Chung
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang
2017.12.31 – Regresará así como se fue (Culto de Fin de Año)
in Sermones
Regresará así como se fue
(Hechos 1:6-11)
Dios
Es honesto.
Él
Cumple sin falta la promesa que ha hecho
Ya que Palabra es Dios mismo. (Juan 1:1)
Dios promete su Palabra por sí mismo, (Hebreos 6:13-16)
La Palabra de justicia.
La justicia de Dios es la base del trono de Dios. (Salmos 89:14)
Jesucristo, luego de resucitar, ascendió al Cielo (1 Corintios 15:4-8)
Y esto fue visto por quinientas personas.
El Espíritu Santo que descendió es la nueva promesa. (Hechos 1:4-5)
El Hijo del Hombre vendrá del Cielo así como se fue. (Hechos 1:11)
En ese momento los santos serán tomados.
En ese momento seremos convertidos en su esposa, y seremos glorificados
Y recibiremos al Señor que viene del Cielo. (1 Tesalonicenses 4:14-17)
Nuestra fe es la certeza de lo que se espera
Y la convicción de lo que no se ve. (Hebreos 11:1-2)
Fe es creer que Jesús vendrá así como se fue.
Los que tienen fe aman a la Iglesia en medio de la esperanza.
Deben dar testimonio del amor hacia Jesucristo.
El Espíritu Santo sella a los que tienen testimonio. (2 Corintios 1:22)
◌ La Iglesia
Tiene la esperanza del regreso de Jesucristo.
Quien espera a Jesús ama a la Iglesia.
◌ Los hombres de Jesucristo le esperan, son santos.
Los Santos que esperan a Jesús
Lo hacen vestidos de lino fino.
◌ Los espíritu caídos, no podrán ver ese día.
Para no caer debemos amar a la Iglesia
Ese es el amor de fe que espera a Jesús.
※ Manifestamos el amor por nuestro esposo.
El Hijo del Hombre que subió al Cielo
Vendrá así como se fue.
Hechos 1:6-11
6 Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?
7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;
8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.
10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,
11 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
Resumen
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Carta de Simuón
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Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Traduccion de la sintesis: Da Un Chung
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang
2017.12.31 – ¿Qué palabras escuchará?
in Sermones
¿Qué palabras escuchará?
(Juan 6:60-71)
Dios
Es vida eterna.
Él
Se manifestó a la humanidad
A través del Logos. (Juan 1:1)
El Verbo se hizo carne, vino y derramó su sangre,
Y luego vino por el Espíritu Santo a nosotros.
Antes de venir la Palabra, estaba la parábola,
La Ley y los profetas eran parábolas, (Hebreos 9:1-10)
Y estas parábolas eran introductoras.
Las parábolas no son fe, sino analogías.
Nuestra fe
Es Jesucristo. (Mateo 16:16-18)
Las palabras de Jesús son vida espíritu y vida eterna. (Juan 6:63)
¿Qué palabras escuchará?
Lo que salvada es el espíritu.
El Verbo de Dios es quien salva.
Jesús es el Verbo que salva.
La sangre y la carne de Jesús son Palabra que salva. (Juan 6:53-55)
La Palabra debe ser experimentada. (Juan 14:7)
El Espíritu Santo nos permite experimentar.
◌ ¿Qué palabra vino a escuchar a la Iglesia?
Solo la Palabra de Dios puede salvarlo.
La Palabra de Jesús es la que puede salvarnos.
◌ Algunos se aferran a las parábolas.
La Ley da muerte, no puede salvar.
Solo la Verdad nos puede salvar.
◌ Jesús es Palabra de vida eterna.
Si no entendemos la Palabra dejamos al Señor.
Habitemos únicamente en la Palabra de vida eterna.
※ La Verdad es Palabra de vida eterna.
La Palabra de Dios
Es inmutable.
Juan 6:60-71
60 Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?
61 Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?
62 ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?
63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
64 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.
65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.
66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
67 Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?
68 Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
69 Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
70 Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?
71 Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce.
Resumen
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Carta de Simuón
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Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Traduccion de la sintesis: Da Un Chung
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang
2017.12.25 – Emanuel (Culto de Navidad)
in Sermones
Emanuel
(Mateo 1:18-25)
Dios
Es amor.
Él
Amó al Hijo y lo estableció como heredero, (Hebreos 1:2)
Creó el Cielo por Él,
Y luego lo estableció a su diestra. (Marcos 16:19)
Por esta razón, el Hijo
No estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse (Filipenses 2:6-7)
Sino que decidió ser siervo que sirve al Padre
Y gustar la muerte como Hijo del Hombre. (Hebreos 2:9)
En este momento dejó el Cielo
Y estableció un ángel que representaría el nombre de Jehová. (Éxodo 3:15)
Un ángel llamado “Lucifer” tuvo envidia de esto
Y se rebeló ante Dios, este es Satanás. (Isaías 14:12-15)
Cuando el Hijo de Dios dejó el trono
Satanás tomó la oportunidad y se rebeló.
El diablo fue encerrado en la oscuridad hasta ser juzgado por el Hijo del Hombre. (2 Pedro 2:4)
Cuando llegó el momento de una virgen nació el Hijo del Hombre, Emanuel.
Quien debía servir a Emanuel era la humanidad. (Malaquías 2:15)
Aunque los hombres son menores que los ángeles
Cuando venga el Hijo del Hombre serán glorificados con el Espíritu Santo. (Romanos 8:16-17)
◌ Nuestra fe es Emanuel.
Él vino como hombre
Pero es Dios.
◌ Su nombre
Es Jesús
Es Dios que salva al pueblo de sus pecados.
◌ Él
Vino de la simiente del Rey David
Él es Dios.
※ Nosotros recibimos la salvación
Y vida eterna
Al creer en aquel que vino de Belén.
Mateo 1:18-25
18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
19 José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.
20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS,[a] porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:
23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel, m que traducido es: Dios con nosotros.
24 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.
25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.
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Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Traduccion de la sintesis: Da Un Chung
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang
Predicaciones recientes
Centro de Misión Sungrak – Departamento de Castellano
Dirección: 379-5 Singil 5-dong, Yeongdeungpo-gu, Seúl, Corea del Sur (150-850)
Teléfono: 82-70-7300-6439
E-mail: iglesiasungrak@nate.com
Horarios
Día del Señor
7:00 a.m: Primer servicio de adoración
9:00 a.m: Segundo servicio de adoración
11:00 a.m: Tercer servicio de adoración (Traducción disponible)
3:00 p.m: Servicio unido