2017.07.02 – Su cruz
in SermonesSu cruz
(Mateo 16:21-28)
Dios
Es absolutamente santo.
Él
Aunque fue insultado al ser colgado en la cruz
Los que tienen fe en la cruz tienen poder. (1 Corintios 1:18)
Sin dolor de parto no hay hijos (Génesis 3:16)
Por esta razón Dios no ignoró el dolor de parto
Y manda a que los santos que le aman
Tomen su cruz y le sigan.
La cruz es madero de maldición y vergüenza. (Gálatas 3:13)
Esta
Es la tarea que debe ser cargada por Jesús. (Mateo 16:24)
Sin la muerte en la cruz no hay resurrección.
Nosotros
Vemos la gloria de la resurrección por medio de Jesucristo
Esta es nuestra esperanza. (Filipenses 3:14)
El dolor de la cruz, más que dolor corporal
Es dolor del corazón.
La gloria mundana que recibe la carne es pérdida
Solo hay vida si hay victoria espiritual (Filipenses 3:8)
El Espíritu Santo vino para cumplir esto. (Romanos 8:11)
○ Mire la cruz donde está colgado Jesús
Esta
Es el camino hacia el Padre.
○ Vean el sufrimiento en la cruz
Es el camino santo
De Jesús hacia el Padre.
○ Cada uno debe cargar la cruz
Y por medio de esta camino entrar por la puerta.
El Señor prepara este camino y puerta.
※ El movimiento de Berea de volver a la Biblia no es fácil.
Tiene dolor de parto,
Pero también victoria.
Mateo 16:21-28
21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.
22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.
23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: !!Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
28 De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.
Resumen
Dios es perfecto. Aunque en este mundo haya muchos dioses, Dios es diferente a todos ellos. Dios existe por sí mismo. Como Dios es invisible y por ende muchas personas niegan su existencia o lo consideran como un concepto abstracto, sin embargo Dios verdaderamente existe. Él es omnipotente. Él no es igual a los ídolos que fueron creados con madera o piedras. Él es el único Dios.
Dios envió al Verbo, y el Verbo se hizo carne y vino a este mundo. Esto significa que se convirtió en hombre. Toda persona fue concebida en el vientre de la madre, experimentando el nacer, el crecer, y eventualmente también experimentará la muerte. No hay nadie que vive en la tierra que pueda evitar este proceso, y universalmente se conoce que el hombre al nacer corre a su propia muerte y no podrá escapar.
Hebreos 2:9 dice, “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustese la muerte por todos.” El Hijo de Dios vino a esta tierra en la carne para morir. Esta es la razón por la cual Él experimento la vida como hombre. Él vivió por treinta tres años y murió en la cruz. Cuando clamó, “Consumado es.”, justo antes de morir, declaró que cumplió con el propósito por el cual Él había venido al mundo en la carne.
Jesús nunca desobedeció al Dios Padre en su vida. Sobre esto, Filipenses 2:6-8 dice, “El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló así mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, muerte de cruz.” Jesús no solo obedeció a Dios Padre sino que también se sometio a Él. La obediencia y la sumisión pueden parecer similares, pero estas son diferentes. Mientras que la obediencia es el completar el cargo asignado, la sumisión es ceder a la voluntad y autoridad del que da la ordenanza, por el hecho de tener confianza en él. Jesús no deseó obedecer todo lo que el Padre le ordenó que hiciera. Esta es la razón por la cual clama diciendo, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” La razón por la cual la justicia de Dios fue acreditada a Jesús es porque Jesús no desobedició a ninguna ordenanza del Padre. Siquiera una.
Por el contrario, el hombre no es justo. Romanos 10:2-3 dice, “Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios.“ Lo que el hombre toma como justicia es su propia justicia. Sin embargo el problema es que eso no puede salvar el espíritu del hombre. Solamente la justicia de Dios puede salvar a la humanidad. Por lo cual, Jesús dijo, “No os afanéis en, ¿qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia.” (Mateo 6:31-33).
Incluso si un hombre cultiva un sentido de justicia, podría ser alabado por ello, pero no puede salvar a su propio espíritu. Por lo tanto, la Biblia siempre nos advierte que no dependamos de nuestra propia justicia, sino que en la justicia de Dios. Las personas dicen con frecuencia, “No soy lo suficientemente bueno.” Esto significa que él o ella no depende de su propia justicia. Es absolutamente correcto que nosotros no tengamos ningún mérito para salvar nuestro espíritu, por lo cual dependemos completamente en el mérito y la obediencia que Jesús tuvo al venir a esta tierra y obedecer al Padre Dios hasta el punto de morir.
Como hemos dependido en la justicia de Dios, hemos sido salvos, recibido el Espíritu Santo, y recibido el cargo santo. Pero, aún muchas personas no están interesados en la justicia de Dios, sino que están concentrados en su propia comodidad y la de su familia. ¿Cómo podemos decir que tenemos una buena fe con este tipo de pensamiento y a pesar de cuánto estamos orando? El Señor nos promete que cuando nosotros buscamos Su justicia, Él nos dará todo lo que necesitemos. Por lo cual tenemos que esforzarnos por la justicia de Dios.
Jesús murió en la cruz. En los tiempos de Jesús, el imperio romano usó la crucifixión como castigo a los crímenes más graves. La crucifixión era reservado para los crímenes más graves que no se podría esperar ninguna misericordia. Cuando un hombre era crucificado moriría colgado derramando su sangre y fluidos corporales. La escena era tan terrible y chocante que las personas que pasaban volteaban sus cabezas, escupían en ello, y maldecían a la persona colgada.
La cruz era asociada con una maldición. Lo que los judíos deseaban no era el solo matar a Jesús, sino que también querían remover a Jesús de sus memorias. A nadie le gusta habla sobre el escrementó, especialmente cuando están comiendo. Es un tema desagradable y es un tema del cual nadie quiere hablar. De la misma manera, cualquiera que comenzara a hablar sobre la cruz, las personas preferían no hablar sobre ello. Ellos pensarían, “¿Por qué estás hablando de la cruz?”, porque ellos no quieren ser recordados de la horrible escena. Por lo tanto, la razón por la cual ellos querían crucificar a Jesús, era para que nadie quisiese hablar sobre Él y eventualmente sería borrado de sus memorias.
¿Quién recordaría una persona que fue crucificado? No obstante, si alguien hubiera declarado que Jesús, quien murió en la cruz, es igual que Dios, entonces ¿quién hubiera creído? La cruz fue usada para borrar de la mente de las personas a Jesús. Pero, por el contrario, el Espíritu Santo nos hace recordar sobre Jesús. Jesús dijo, “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” (Juan 14:26).
La razón por la cual Jesús ordenó a sus discípulos que se quedarán en Jerusalén y esperaran el Espíritu Santo fue para que ellos pudieran ser verdaderos testigos, lo cual solo pueden llegar a ser hecho cuando el Espíritu Santo llegue en ellos y reciban poder espiritual. Quienes no han recibido el Espíritu Santo nunca podrán testificar sobre Jesús. En el caso de que si usted anima a las personas a que vengan a la iglesia diciéndoles que serán prósperos y que sus hijos serán bendecidos, usted no ha predicado el evangelio y usted no ha testificado sobre Jesús. Claro está, que uno pueda usar varios métodos para implementar la fe cristiana a otros, pero no podemos olvidar el deber que todo cristiano que ha recibido el Espíritu Santo tiene. Nuestro deber es ser testigos de Cristo Jesús.
Jesús dijo, “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese así mismo, y tome su cruz, y sígame.” (Mateo 16:24). Jesús no murió porque alguien tomó su vida, sino porque Él mismo la dió. Es porque el Padre Dios le dió la ordenanza de morir (Juan 10:17-18). Cuando Jesús dijo, “Toma tu cruz y sígueme.”, quiso decir que para poder seguirle nosotros también tenemos que recibir la ordenanza de morir.
Cuando predican, muchos cristianos dicen cosas como, “Si cree en Jesús, vas a prosperar e incluso vas a poder comprar una casa muy pronto.” Estas enseñanzas ponen la fe de una persona en la bendición en ves de Jesús, lo cual es algo que no debemos hacer. Los incrédulos pueden prosperar, mientras que creyentes pueden pasar por dificultades. Sin embargo, creer en Jesús no es para cosas materiales. Jesús le dijo a los que le querían seguir, “Si no toma su propia cruz, no podrá ser mi discípulo.” Esto significa que uno para ser discípulo de Jesús tiene que aceptar la ordenanza de morir que el Padre dá.
Vergonzosamente, aunque he dicho que he abandonado toda mi honor, las circunstancias recientes me han hecho reconocer que yo me he preocupado mucho por mi honor. Sin embargo ahora mi honor ha sido golpeado brutalmente hasta el punto de ya no poder mostrar mi rostro al mundo. He perdido todo lo que tenía y lo único que me queda es mí espíritu. Por lo tanto, al predicarles en este momento a ustedes no es por mi honor ni tampoco es para ejercer mi autoridad sobre ustedes, porque todo el mundo sabe lo poco que queda de mi honor.
Cuando el cuerpo del hombre es golpeado, experimente un gran dolor. Sin embargo, si su honor es herido, su dolor es mucho más grande. Pero esto es mucho más profundo que esto. Alguien hubiera podido responder a las palabras de Jesús, “toma tu cruz”, y pensar, “¿qué tan pesado hubiera sido?”, “¿cuanto dolería el ser crucificado?”. En realidad el dolor físico no puede ser comparado con la agonía que Jesús experimento antes de ser crucificado. Incluso Jesús dijo a sus discípulos, “Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.” Luego Jesús ora con fervor hacia el Padre diciendo, “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa.” (Mateo 26:38-39).
Las personas que quieren “la reforma” en la iglesia están creando una gran confusión en la iglesia. Aunque en la superficie sus intenciones puedan verse buenas, con el paso del tiempo, sus intenciones reales han sido evidentes. La primera prioridad de ellos es remover a Simuón. Ellos dicen que la Iglesia Sungrak puede sobrevivir si él es eliminado. Ellos también dicen, “¡No hagan de Simuón un ídolo!” Sin embargo, un ídolo es algo creado que es convertido en un dios y nadie hasta ahora a tomado a Simuón como el objetivo de su fe. Ellos están tratando de borrar a Simuón para que así puedan borrar lo que Simuón ha hecho.
¿Qué es lo que Simuón ha hecho hasta ahora? El Movimiento de Berea, que es volver a la Biblia. Desde el momento en el cual los líderes espirituales y la doctrina comenzaron a surgir, las iglesias cristianas se han alejado del modelo de la iglesia que la Biblia nos enseña. Por lo cual, el Movimiento de Berea se esfuerza en volver al modelo bíblico de la verdadera fe cristiana, proclamando el, “Volver a la Biblia”. Pero, la pregunta es, ¿si las iglesias ya establecidas y las denominaciones dejarán que el Movimiento de Berea prospere? El impacto y la influencia del Movimiento de Berea ha aumentado constantemente porque nuestra iglesia firmemente ha manifestado señales y prodigios con poder, testificando por la señales que Dios está con nosotros. El segundo objetivo de aquellos que están incitando a “la reforma“ en la iglesia es destruir el Movimiento de Berea.
Lo tercero que ellos desean es quitar el nombre de la Iglesia Sungrak. Ellos han declarado que en el caso de que si ellos triunfan con la reforma cambiarán el nombre de la Iglesia Sungrak. Ellos dijeron que quitarían la iglesia donde el Movimiento de Berea comenzó. ¿Será que estas son verdaderas marcas de la reforma, el borrar a Simuón, Berea, y la Iglesia Sungrak? Simuón, la Iglesia Sungrak, y Berea nunca pueden ser separados. En el caso de que Simuón es quitado del registro, el Movimiento de Berea será recordado como una leyenda, pero eventualmente desaparecerá. Para prevenir esto, tiene que ser recordado como una persona en la historia, con el nombre de Simuón, él que comenzó el Momiviento de Berea.
He sido atacado y calumniado toda mi vida y he sostenido. Yo puedo aguantar todo ataque directo hacia mí como persona. Sin embargo, no puedo dejar que el intento de quitar a la Iglesia Sungrak y el Movimiento de Berea triunfe. Esto no es un desafió propio sino este es un desafió para todos de las personas de la Iglesia Sungrak y los bereanos. Como dijo Jesús, “Toma tu cruz y sígueme.”, todos nosotros tenemos que recibir el mandamiento del Padre Dios de morir.
¡Amemos a nuestra iglesia! Seamos unidos todos como miembros de la Iglesia Sungrak para el triunfo del Movimiento de Berea. Como está escrito, “Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.”, en el caso de que si Simuón desaparece, los miembros de la Iglesia Sungrak serán dispersadas, divagando. Yo resistiré hasta el final por nuestra iglesia. Por lo tanto, por favor dediquen todo su corazón para proteger a nuestra iglesia. Como está escrito, “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” Congreguémonos todos juntos en la iglesia y tomemos nuestra cruz, cada uno de nosotros, y sigamos a Jesús.
Carta de Simuón
Pronto
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Interpretación: Ministro Da Un Chung y Eun Sol Jang
Traducción: Ministro Da Un Chung, Eun Sol Jang y Richard Olivieri