2016.07.10 – La fe y la paciencia que vencen la tentación
in SermonesLa fe y la paciencia que vencen la tentación
(Santiago 1:12-18)
Dios
Es inmutable (Santiago 1:17)
Y confiable.
Jesucristo,
Nuestro Dios y verdad,
Es el Señor que nos guía al Cielo.
Él vino como hombre y venció la tentación por la paciencia (Mateo 4:1-11)
Y así guardó la obediencia y la fe. (Romanos 5:19)
Por lo tanto, sin paciencia no se puede vencer la tentación
Ni guardar la fe.
Personalmente nos mostró la realidad de la fe. (Santiago 1:12)
Dios
Nos hizo nacer por la Palabra de verdad (Santiago 1:18)
Y por la paciencia y carácter de Cristo
Debemos vencer.
La paciencia
Es algo que debemos mantener
Para recibir la guía de Dios,
Es la virtud que el Señor solicita.
La fe se completa por la Palabra de obediencia
Y obediencia requiere sin falta obediencia.
◎ No olvidemos,
El Señor solicita
Una vida de absoluta paciencia.
◎ Los deseos de la carne
Deben ser vencidos por la paciencia.
Venzamos la tentación.
◎ El nuevo mandamiento
Puede ser obedecido
Basado en la virtud de la paciencia.
※ Debemos hacer que la fe crezca
Fundamentada en la paciencia y esperanza,
Venzamos toda tentación y reto.
Santiago 1:12-18
12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
16 Amados hermanos míos, no erréis.
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
18 El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
Resumen
Para guardar la fe es necesario el esfuerzo
En la vida de fe hay ocasiones en la cual escuchamos las palabras “recibir tentación”. El ser tentado significa recibir un reto que puede traer dificultad en la fe. La tentación no es algo que algunas personas especiales reciban. Obviamente, cualquiera con relación al honor, al sexo opuesto, etc., puede ser tentado, o también por un cambio repentino en su entorno inevitablemente tiene que pasar por una prueba. El recibir la tentación es un hecho que está mucho más cerca de lo que nosotros pensamos.
Las personas al ser tentados comúnmente tratan de poner la responsabilidad de esto en otras personas. Sin embargo, hay una cosa que primero debe saber la persona que está recibiendo la tentación. Es la verdad de que no otra persona sino uno mismo quien está recibiendo la tentación, debe llevar la responsabilidad que viene con ella. En la vida de fe no solo hay momentos de gozo. Aunque la salvación nos fue dada como regalo por la obra de Cristo, en la vida después de la salvación, es absolutamente necesario el esfuerzo personal.
Dios es un ser que nunca cambia. Jesucristo quien Él envió es la verdad. Toda la obra que Él hace y toda palabra que da es verdad. La más grande en la verdad es el hecho de que en cualquier situación no se sacude y no cambia. Hay una verdad que no cambia, que Dios por medio de Jesucristo nos hace saber. Esto simplemente se podría resumir en dos, primero “Si se cree en Jesucristo recibirá redención de pecados”, segundo “Dios guía a su reino a los que recibieron la redención.” Nosotros somos personas que entre estas dos ya hemos experimentado una. Sin embargo, todavía no se ha realizado el otro. Nosotros que ya hemos recibido el perdón de pecados solo nos hace falta entrar al Reino de los Cielos.
Aunque no se haya cumplido el hecho de que nosotros entremos en el Reino de los Cielos, es algo que ya ha sido determinado. Esta verdad solo se recibe por medio de la fe. Es una realidad que no puede ser recibida por el sentido común de la humanidad, y el creer en algo que ni siquiera podemos ver con los ojos es algo que es difícil para el mundo aceptar. La verdad es algo que simplemente es difícil de aceptar con los estándares de la carne. Asimismo, cuando pensamos desde el punto de vista de creer y aceptar la verdad, podemos saber que en la fe ciertamente se tiene que tener paciencia.
La paciencia en la fe es diferente
Jesucristo quien es la verdad de la fe, antes de ser enviado a la tierra, Dios entrenó a las personas para que la humanidad pudiera recibir la fe. Noé siendo juzgado por las otros, construyo el arca encima de la montaña. Esto fue porque es el trabajo que Dios le ordeno que hiciera. Para él el construir el arca no era un hecho gozoso sino que era un trabajo duro en el cual necesitaba la paciencia. Abraham quien escucho la voz de Dios dejando su tierra natal tuvo una vida de peregrino. El dejar su tierra natal era un acto peligroso el cual equivalía a entregar su vida. Sin embargo, Abraham para hacer suya la bendición que Dios le prometió, fue paciente por mucho tiempo (Hebreos 6:14-15). Moisés era la persona que recibió mucho más estrés entre los personajes que salen en la Biblia. Él aún después de haber salvado a Israel de Egipto, él tuvo que soportar hasta el día en que dejo la tierra la rebelión y traición de las personas. Asimismo, la característica que podemos encontrar en común entre los ancestros de la fe y el concepto más central es la paciencia.
La perseverancia no de los ancestros de la fe. Ante cualquier otro, Dios es el que a perseverado mucho más. En 1 Pedro 3:20, “Los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé.” El caso del diluvio de Noé es la parábola de este mundo que está corriendo hacia el fin. De la misma forma en que Dios perseveró mientras Noé preparó el arca, Dios también ahora está perseverando.
Hay personas que piensan, “¿Por qué es que Dios no realiza su promesa rápido y está tardando.” De esto nos dice en 2 Pedro 3:9, “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”, y en el versículo 15 dice, “Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación.” La razón por la cual Dios es paciente es porque Él desea que muchas más personas reciban la salvación.
Después de que Jesús viniera a esta tierra y nos mostrará a Dios dijo, “Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.” (Mateo 10:38). Esto significa que el que no tiene paciencia no tiene el derecho de seguirle. Por medio de la paciencia de Cristo recibimos el amor de Dios, ahora nosotros debemos aprender sobre la paciencia de Cristo (2 Tesalonicenses 3:5). El hecho de que Jesús tuvo paciencia con Pablo es para que él fuera ejemplo para las otras personas (1 Timoteo 1:16). La paciencia es la naturaleza de Dios. (2 Pedro 1:4). También entre los frutos del Espíritu Santo esta la paciencia (Gálatas 5:22). Jesús también dice que Dios busca a la buena tierra y al que tiene el mismo corazón, estos son los que son buena tierra y retiene la palabra oída dando fruto con perseverancia (Lucas 8:15).
No habrá persona que pueda tener paciencia en medio del sufrimiento sin ninguna meta. La razón por la cual los estudiantes pueden vencer todo tipo de tentación y ser pacientes en el estudio es porque tienen la esperanza de entrar a la universidad, la razón por la cual los soldados tienen la esperanza de soportar la vida de soldado es porque tiene su vista en el día en que podrán salir. De la misma manera, el hecho de que los cristianos pueden perseverar es porque tienen la esperanza de que en el futuro van a resucitar y entrar en el Reino de los Cielos.
La paciencia es la naturaleza básica que los cristianos tienen al esperar por el ultimo día. Como está escrito en Apocalipsis, si vemos en las cartas que el Espíritu Santo le escribe a cada iglesia podemos saber que virtud tan fundamental es la paciencia en la vida de los santos (Apocalipsis 2:2). No solo eso, en Apocalipsis enfatiza que tan importante es la paciencia para la humanidad para los que en el futuro guarden su fe en el mundo en el cual es dominado por la bestia (Apocalipsis 13:10). En el juicio Jesús concluirá todo en lo que ha perseverado cada persona. Dios para convertirnos en seres dignos en el Reino de los Cielos permite que recibamos el sufrimiento en esta tierra (1 Tesalonicenses 1:5). Esta es la razón por la cual nosotros necesitamos la paciencia. La persona que es paciente será tomada como digno en el Reino de Dios, en el justo juicio.
Entrenémonos para poder cultivar la paciencia
De la misma manera como Jesús venció la tentación con la paciencia nosotros tenemos que entrenarnos para que cuando estemos en la tentación podamos vencer con la paciencia. La concupiscencia atrae a la tentación, y la tentación hace menospreciar el valor de la fe. Jesús después de que terminara su ayuno de cuarenta y un día venció la tentación del diablo en la condición en la cual su cuerpo y corazón estaban extremadamente debilitados. También, nosotros al tener quejas sobre la iglesia, al sentir impotencia en la vida de fe, etc., podemos recibir la tentación del diablo, pero aun así tenemos que tener paciencia.
El entrenamiento de la paciencia es el entrenamiento de la fe. La tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza (Romanos 5:3-4). No debemos tomar la paciencia como algo pequeño. El poder más poderoso que Jesús nos mostró es la paciencia. También ahora Dios es paciente con nosotros. Jesús también nos muestra claramente la paciencia de Dios. Nosotros quienes hemos sido revestidos de esa paciencia ahora lo que necesitamos es la paciencia. Job al sobrepasar el sufrimiento con la paciencia recibió gran bendición. El hecho de que Dios hace que seamos pacientes es para que en conclusión nos vaya bien.
Al igual al practicar el nuevo mandamiento de amarnos los unos a los otros la paciencia es muy importante (1 Corintios 13:4). A diferencia de recibir el amor, el practicar el amor no es algo que siempre es agradable. También hay ocasiones en la cual cuando uno saluda a una persona con una sonrisa esa persona no recibe el saludo. Aunque vengan estas situaciones la cuales son desagradables, debemos tener la paciencia. También, cuando uno está recibiendo estrés, antes de culpar a otra persona, primero tiene que volver y mirar si uno está recibiendo tentación o no. Una persona que es fuerte en la paciencia aunque esté recibiendo muchas dificultades podrá sostener su cargo en silencio.
Si todos los santos son perseverantes, no importa a donde sean guiados, se convertirán en la iglesia excelente, sin ninguna desventaja. Nosotros debemos parecernos a Jesús y ser personas que den la esencia de Jesús. Tenemos que ser personas que por la paciencia en el último día podamos tener encuentro con el Señor con un corazón gozoso. Somos seres quienes han sido renacidos por la verdad incambiable, por lo cual tenemos que ser un ser paciente. Con la paciencia, la cual es la naturaleza del Dios tenemos que cuidar nuestra fe y ser cristianos que tienen la esperanza en el Reino de los Cielos.
Pastor Lee Ki Taek
Centro de Misión Sungrak
Carta de Simuón
Tres días después que fui a la iglesia por primera vez, mi espíritu cambió grandemente. Y a partir de ese momento toda mi vida he mantenido la gracia y dones espirituales que recibí en ese momento. En aquel tiempo no era ni una persona justa ni inteligente, por el contrario un joven en agonía, una persona de clase social baja con hambre y sin educación, un gusano de persona solitario que tenía nada en que depender. Después que recibí la gracia, mi corazón fue lleno con esperanza, y ansiaba depender en Dios. Su camino era el único, aunque nunca le había visto, mantuve mi vida de oración, constantemente orando en la calle, todo el día y toda la noche.
Sin embargo, aunque había leído la Biblia una y otra vez, el leer la Biblia era como vagar en la jungla; no podía encontrar a Dios; no sabía nada. No había mas que el hecho de que era un pecador, una persona incompetente que no tiene nada de que vanagloriarse ante Él.
Era un pecador sin justicia, incluso peor que nuestra mascota que era un perro, y autoevaluándome era un persona desesperada. Un perro es fiel a su dueño, no cometiendo ningún pecado, como yo había cometido muchos pecados, los que Dios verdaderamente odia, envidiaba a mi perro sin ninguna duda. Este era mi verdadero sentir. Como era peor que un perro, dependía en Jesús para olvidar mi pasado. Jesús perdonó mis pecados y me hizo capaz de olvidarlos. Entonces, confié en Jesús, sin considerar lo que había hecho, y ame a Dios con el poder del nombre de Jesús.
Mi amor por Dios es el mismo que tuve 60 años atrás. Como el Espíritu Santo conocía mi corazón y lo sello, pude convertirme en quien soy el día de hoy, con la ayuda del Espíritu Santo. Si el Espíritu Santo no me inspira desde los pelos de mi cabeza, hasta la punta de los dedos de mis pies, me corromperé. El Espíritu Santo no me considera como una persona justa, sino como una pecador, y me aprueba como aquel que ha recibido la gracia de Jesús y que vehementemente ama a Dios Padre.
Cuando vine a conocer al Señor por primera vez, lo vi. Se dice que Él fue amado por sus padres mientras crecía. Sin embargo, desde el momento que fue bautizado y escucho la voz que decía, “Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.”, sus parientes se refirieron a Él como loco. Sus parientes, junto con las personas de la aldea, trataron de despeñarle desde la cumbre del monte pensando que estaba poseído por Beelzebú, el príncipe de los demonios. Pude ver al que el mundo vio como un loco.
Este es mí Señor y al Dios al que amo. Es mi creer, que de la misma forma que Él “estaba loco”, de la misma forma yo debo estar. Pablo estaba loco. Yo también estoy loco. Han pasado 60 años desde que me convertí en loco de esa forma. Le agradezco a Dios que he estado loco por el Señor.
Columna de Adoración del Día del Señor
Pastor Ki-Dong Kim
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Interpretación: Ministro Da Un Chung y Eun Sol Jang
Traducción: Ministro Da Un Chung, Eun Sol Jang y Richard Olivieri