2016.04.10 – La realidad de la fe
in SermonesLa realidad de la fe
(Juan 14:1-17)
Dios
Está vivo.
Él
Se manifestó al mundo a través de Jesucristo
Y nos otorgó la fe. (Juan 3:16)
Nadie ha visto a Dios jamás, (Juan 1:18)
Pero a través del Unigénito que salió de su seno le vimos.
Jesús fue elevado al Cielo luego de resucitar,
Se sentó a la diestra de Dios (Hechos 7:56)
Y está allí preparando lugares para nosotros.
Cuando llegue el tiempo nos tomará,
Esta es nuestra fe y esperanza. (Mateo 24:37)
Nuestra fe no es una religión, es una realidad.
Jesús se encuentra en el Padre; (Juan 14:11)
Por esta razón, así como Él tuvo poder,
Todo el que cree en el Señor puede realizar sus obras. (Juan 14:12)
Por esto,
Nos mandó a recibir el Espíritu Santo. (Hechos 1:8)
La impotencia es no tener fe. (1 Corintios 4:20)
De forma natural, cada uno debe realizar las obras de Jesús.
El Espíritu Santo preserva esto eternamente. (Juan 14:16)
○ Tenga fe que Jesús, quien está en el Padre Dios,
Realizó la obra del Padre.
Nuestra fe es real.
○ Los que creen y están en Jesús
Pueden realizar sus obras.
Nuestra fe no es una religión, sino una realidad.
○ Los que creen en Jesús
Tienen su poder.
Jesús es el mismo ayer, hoy, y por todos los siglos.
※ ¿Por qué se jacta de la impotencia?
¿Piensa que esto es tener salud?
Arrepiéntase por la impotencia y reciba el poder.
Juan 14:1-17
1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?
6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.
9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
Resumen
La fe que conoce al Dios viviente
Dios está vivo. Como está vivo aún ahora sigue haciendo su obra. Aunque el mundo no tiene su interés en Dios, Él sigue haciendo su obra en el tiempo que ha determinado. Hay una persona que dice que cree en Cristo, pero al decepcionarse del hecho de que Él no viene pronto comienza a acumular duda en su fe. Sin embargo, antes de discutir sobre cuándo vendrá nuevamente el Señor, hay algo que primero debemos saber ciertamente. Es el punto de que la longevidad que cada persona puede tener en esta tierra no es tan larga.
Los israelitas pensaron que estaban sirviendo bien a Dios, pero mataron a Jesucristo. Esto es porque no conocían a Jesucristo. Jesús vino a la tierra fue para hacer la voluntad de Dios (Juan 6:38-39). No conocer a Jesucristo significa que no conoce la voluntad de Dios al enviarlo, y no conocer la voluntad de Dios, quiere decir que no conoce a Dios. Una persona que no conoce a Dios no tendrá más opción que inevitablemente obrar menospreciando a Dios.
Los Israelitas cuando se refieren a la palabra de Dios, generalmente entienden esa palabra como la ley. Si miramos en la ley, vivir es igual que decir que siempre estará consciente de que si uno no guarda esa ley recibirá el castigo. Por lo tanto, la persona que toma la palabra de Dios como la ley no tendrá más opción que siempre vivir dentro del miedo y la tensión, y para no violar esa ley no tendrá más opción que ser hipócrita.
El ángulo en el cual nosotros los cristianos tomamos la palabra de Dios, sobrepasa al de los Israelitas. Para nosotros, la palabra de Dios es vida. Recibir la palabra de Dios no significa guardar un reglamento determinado, sino que estamos siendo suministrados con la vida de Dios. El hecho de que nosotros estamos leyendo la Biblia no es para leer una escritura religiosa para fomentar la disciplina, sino con el propósito de conocer la obra que Dios está haciendo por medio de Jesucristo y revestirnos de esa obra.
Una vida de fe con poder
Jesús desea que tengamos una vida de fe con poder. Hoy en día muchos cristianos viven una vida incompetente, pensando que eso es algo obvio. Ellos, para defender su incompetencia, juzgan a los santos que tienen poder. Esto es repetir lo que los fariseos y escribas hicieron mal. ¿Cuál sería la razón por la cual Dios los reprendió diciendo, “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!” (Mateo 23:13)? Esto es porque aunque tenían un aspecto como de dioses (de justos), no tenían poder (2 Timoteo 3:5).
Pablo dijo, “Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.” (1 Corintios 4:20), y además dijo, “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros.” (2 Corintios 12:12). Jesús dijo: “Y estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño, sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” (Marcos 16:17-18). De igual manera, no podemos pensar que la fe y el poder son separables el uno del otro.
Lo que Jesús hizo después de escoger a los doce discípulos fue darles el poder de expulsar a los demonios y sanar a los enfermos. Jesús al enviarlos les ordenó, “El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.” (Mateo 10:1-8). ¿Será que hoy en día los cristianos están obedeciendo la ordenanza del Señor?
La mesa que recibiremos delante del enemigo
Una de las razones por la cual las personas no obedecen la Palabra del Señor, es porque fallan en diferenciar lo que obtuvieron con la obra preciosa de Dios y lo que obtuvieron con sus propia obra. La gracia es obtenida por la justicia de Dios, la cual son, las obras preciosas de Jesucristo. Esto es un regalo que el Señor nos da, no hay necesidad de alguna obra o precio de parte de nosotros. Originalmente nosotros, como pecadores, debimos morir, hijos del diablo, y eramos personas que debieron entrar al fuego del infierno. Pero, el Señor derramó Su sangre en vez de nosotros, murió y fue resucitado por medio de Dios y nos dio la vida. El hecho de que el Señor nos dio la vida fue dada por gracia. También el Espíritu Santo fue dado por gracia, también la verdad fue dada por gracia, también la inspiración de la palabra fue dada por gracia, también la inspiración de la preciosa sangre fue dada por gracia, también la inspiración del Espíritu Santo fue dada por gracia, y también el nombre de Jesús fue dado por gracia. La gracia es dada a toda las personas sin importar su esfuerzo, si es educado o ignorante, rico o pobre. Cualquiera, con el solo hecho de querer recibirla puede obtenerla.
No culpen a Dios sino pidan
Cuando las personas encuentran dificultad para realizar sus planes, culpan a los padres diciendo que como sus padres no lo ayudaron, sus planes no pudieron triunfar. En cambio, una persona que es madura en vez de culpar a sus padres en cualquier situación, estaría agradecido por la gracia que tuvieron, por el solo hecho de que haya sido criado saludablemente. Este tipo de actitud también tiene que ser igual delante de Dios. No debemos culpar a Dios olvidando todo lo que Dios nos ha dado pensando, “Aún atendiendo a la iglesia no hay nada que salga bien.” “¿Dios por qué no escucha mis oraciones?.” Dios ya nos ha dado el derecho de la oración. Nosotros nunca debemos culpar a Dios si ni siquiera pedimos lo que queremos y tocamos con nuestro propio esfuerzo.
Para que los dones y el poder del Espíritu Santo que Dios nos dio se manifesté dentro de nuestras vidas, debemos cumplir con la promesa entre Dios y nosotros. Es un hecho y algo obvio que la persona que es perezosa en la oración no tenga poder. De igual forma, es obvio que las personas que no obedecen, las que se abandonan a sí mismas, las personas que para proteger su dignidad desobedecen la palabra, no tengan prodigios. Por lo tanto, no es culpa de Dios cuando lo que queremos hacer no es realizado, sino que tiene que arrepentirse de su pereza y su desobediencia. En cualquier situación no debemos menospreciar la gracia de Dios. No importa que tan buenas obras allá obtenido en esta tierra, esto es algo que no puede ser llevado al cielo. Sin embargo, lo que Dios nos dio por gracia es eterno. La vida es eterna, la verdad también es eterna, y también el Espíritu Santo esta dentro de nosotros por la eternidad.
La fe es real. No debemos convertirnos en una religión, sino que debemos ser santos que tienen poder. Debemos obtener poder como el Señor nos lo está pidiendo. No solo nosotros, sino también nuestros hijos tienen que ser personas que manifiesten la obra de Dios. Si se ha descubierto así mismo sin poder debe arrepentirse. Al estar llenos del poder del Espíritu Santo, debe manifestar la realidad de la fe.
Pastor Lee Ki Taek
Centro de Misión Sungrak
Carta de Simuón
¡Queridos miembros de Sungrak!,
Hoy, Corea del Sur ha llegado a un estado de maldad extrema, asemejándose a las antiguas Sodoma y Gomorra. Aún más, las amenazas nucleares del Norte en contra del Sur en este momento son verdaderamente serias. Corea del Norte niega completamente y reta a Dios, es la torre de Babel de estos tiempos. Cuando esta situación empeore, el resultado será una gran catástrofe, con daños de una magnitud miles de veces peor que la de los terremotos y tsunamis, que actualmente son presenciados en todo el mundo. Y ese será el tiempo cuando toda la nación tendrá que arrepentirse en cilicio. Tendrán que buscar la gran misericordia de Dios así como hicieron las personas de Nínive. Este es un tiempo donde todos tienen que levantarse y orar por el país y la nación.
El servicio unido que se realiza a las 3:00 p.m. cada día del Señor, es el servicio de la tarde que nuestra iglesia anteriormente tenía, siendo realizado en un hora más temprano. Pero, hasta ahora este servicio de adoración estuvo casi muerto. Sin embargo, esta no es la forma que nuestra iglesia debe tener, porque la iglesia Sungrak debe mantener el poder espiritual que Dios le ha confiado para esta generación. Si la iglesia muere, la fe de cada familia morirá junto con la iglesia. ¿Cómo, nosotros que proclamamos conocer “el panorama de la voluntad de Dios”, podemos ser tan negligentes, corruptos y faltos de poder? Incluso cuando todas las Iglesias a través del mundo mueran, ¿no debería ser la Iglesia Sungrak la última en mantenerse como mártir?
Por los últimos 60 años, mi ministerio en su totalidad fue realizar la obra de Dios como un avivador. Así como las gemas son encontradas escondidas en la tierra, triunfé hasta el final a pesar de las incesantes persecuciones y rechazos. Finalmente, nuestra iglesia se ha convertido en la cuna de la misión mundial. Sin embargo, la Palabra del Señor Jesús, “cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos”, ha sido puesta en vergüenza.
Durante los días del Señor, comenzaré a dirigir el servicio unido, con toda la inspiración y el poder que Dios me ha brindado, y dirigiré poderosas reuniones cada semana. Por favor, participen del servicio unido sin importar cuan ocupados estén, para tener un tiempo de arrepentimiento y recibir el poder y la bendición de Dios. Pedid, buscad y llamad. Pongamos en práctica los mandamientos con promesa del Señor,
Ahora que soy un anciano, derramaré cada mensaje como si fueran mis últimas palabras. También tenemos que aprender apropiadamente a conocer y creer en el Panorama de la Voluntad de Dios. Confiemos en la Palabra del Señor, “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33). ¿Cómo podemos recibir alguna bendición cuando ni tan siquiera tenemos ardor o amor por Dios?
Si verdaderamente tienen amor por Simuón, por favor escuchen mi petición y formen parte del servicio unido. Yo, Simuón, estaré predicando. Si alguien esta enfermo, venga y sea sanado por la gracia de Dios. Tengamos comunión con Dios. Amémosle aun más. Queridos santos, por favor vengan al servicio. Es con gran amor, por sus almas que los exhorto.
Columna de Adoración del Día del Señor
Pastor Ki-Dong Kim
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Interpretación: Ministro Da Un Chung y Eun Sol Jang
Traducción: Ministro Da Un Chung, Eun Sol Jang y Richard Olivieri