2014.11.30 – La esperanza de Jacob
in SermonesLa esperanza de Jacob
(Génesis 28:10-22)
Dios
Es nuestro Padre.
Él
Abrió las ventanas de los cielos y derramó su bendición, (Malaquías 3:10)
Y por tener fe en Él recibimos la bendición por medio de la gracia.
Dios es el único Dios verdadero
Y todas las cosas provienen de Él. (Génesis 1:1)
Él siembra la semilla
Y nuestra alma es su labranza, colaboradora
Y edificio.(1 Corintios 3:9)
Por su providencia, (Marcos 3:13-15)
Dios establece su casa donde lo anhela
Y utiliza a los que Él desea para cumplir su voluntad.
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. (Hebreos 13:8)
La fe es la puerta del cielo
Es la casa de Dios. (Génesis 28:17)
Jacob estableció como pilar de esperanza
La piedra que había puesto de cabecera
Y guardó su promesa con Dios,
Esto se convirtió en el lugar de nacimiento de nuestra fe y misión.
La Ley del Espíritu de vida nos salvó de la Ley. (Romanos 8:1-2)
○ La fe debe soñar con la esperanza.
Los que son acompañados por Dios
Se convierten en fuente de bendición.
○ Nosotros
Creemos en el Dios verdadero.
Él está vivo y cumple su voluntad.
○ Las bendiciones espirituales son eternas
Mientras las bendiciones comunes son testimonio en el mundo.
Creemos en esa promesa.
※ Nosotros
Tenemos un pacto con Dios y lo cumplimos
Debemos tener paciencia hasta la primera resurrección.
Génesis 28:10-22
10 Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán.
11 Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar.
12 Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella.
13 Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.
14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.
15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.
16 Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía.
17 Y tuvo miedo, y dijo: !!Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo.
18 Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella.
19 Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero.
20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir,
21 y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios.
22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.
La esperanza de Jacob
(Génesis 28:10-22)
Vivamos por la gracia del Padre Dios
Dios es nuestro Padre. No es el padre de nuestro cuerpo, sino el de nuestro espíritu. El cuerpo debe honrar al padre del cuerpo y el espíritu debe honrar al padre del espíritu. Vivimos la vida eclesiástica para que nuestro espíritu esté bien. El cuerpo es efímero, pero el espíritu es eterno. Dios sabe cuán horrible es que el espíritu entre al infierno, por esta razón hizo que su Hijo unigénito muriera en la cruz para salvar nuestro espíritu.
Si queremos recibir el consuelo del Señor debemos dejar nuestra propia justicia y recibir la gracia del Señor. Los que confían en su justicia niegan la gracia de Dios y siguen su conciencia, el resultado de esto es la destrucción. No podemos ser como Judas Iscariote, quien siguiendo su conciencia se colgó de un árbol, sino que debemos recibir la gracia de Dios.
No nos echemos para atrás
Algunas personas se alejan de la Iglesia, porque se sienten avergonzadas luego de no poder cumplir con la ofrenda que prometieron dar; sin embargo este pensamiento no complace a Dios. A pesar de hacer el compromiso de entregar cierta ofrenda teniendo la esperanza de que los negocios irán bien, debemos tener en cuenta que las circunstancias del mundo no siempre van de acuerdo a nuestros deseos. Dios sabe esto muy bien. Obviamente, debemos ser cuidadosos al realizar algún voto delante de Dios. Jesús dijo, “De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.” (Mateo 5:26). De esta manera, el que hace un compromiso, incluso si no lo logra hacer inmediatamente, debe proyectarse a cumplirlo aunque sea en diez o veinte años.
El pensamiento de dejar la Iglesia por vergüenza sale de las personas que no tienen fe. Aunque en el presente uno no pueda servir a Dios materialmente, hay que buscar otras formas de hacerlo. Nuestro cuerpo, conocimiento y sabiduría, el esfuerzo por evangelizar, todo esto puede ser utilizado por el reino de Dios. Al evangelizar a diez personas a la Iglesia, la ofrenda de esas diez personas juntas alcanza a ser mayor que la ofrenda de una sola persona. De esta manera, la obra del reino de Dios puede desarrollarse sin ningún obstáculo.
A pesar de no alcanzar el tiempo estimado para entregar la ofrenda deseada, uno no debe sentir temor o vergüenza, sino buscar cumplir el pacto y buscar constantemente la bendición de Dios. Nuestro clamor vehemente debe ser “¡Dios, dame bendición!, ¡me esforzaré por realizar tu obra!”, de esta manera Dios obrará. El Señor nos mandó a pedir, buscar y tocar la puerta, por lo tanto debemos pedir, buscar y tocar la puerta para recibir la bendición
Hagamos que nuestro espíritu sea feliz
Sin importar las circunstancias debemos buscar el beneficio de nuestro espíritu. Jesús dijo, “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”. Arrepentirse significa volver a Dios, de esa forma viene el reino de los cielos. También dijo, “Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.” (Mateo 12:28). Cuando por el Espíritu Santo son expulsados los demonios, entonces significa que “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” se ha realizado. El fracaso del diablo y el hecho de que se vayan los demonios significa que el reino se ha acercado.
¿Cuál es la razón por la que las personas no tienen gozo en su corazón? Esto es porque están siendo engañadas por el diablo. El diablo tiene la autoridad de la muerte. El corazón de las personas que están oprimidas está lleno de desespero y temor. Aunque las costumbres de este mundo cambien, no podemos tener un corazón de doble ánimo. La Iglesia fue establecida por el Espíritu Santo y recibe su consolación (Hechos 20:28). Por esta razón nuestro espíritu debe tener gozo al confiar en el Espíritu Santo (Romanos 8:2).
Pongamos una piedra de fe
Cuando Jacob huía de su hermano tuvo un sueño, luego de este estableció como señal la piedra que había tomado por cabecera y prometió que entregaría su diezmo a Dios si volvía en paz a la casa de su padre. (Génesis 28:29-32). Dios lo estableció como fuente de bendición e hizo que toda su descendencia recibiera la bendición a través de él. Si Jacob no hubiera puesto por señal una roca, sino un árbol entonces este hubiera desaparecido. Jacob puso una piedra como señal de algo inmutable. Nuestra fe debe parecerse a esta piedra. Debemos guardar nuestras promesas delante de Dios.
Dios guarda sus promesas. Si el promete que bendecirá, lo hará sin falta. Números 23:19 dice, “Dios no es hombre, para que mienta Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?”. Nuestro espíritu puede tener verdadero gozo al recibir la promesa de Dios.
En toda situación debemos mantener el gozo. Los salvos no pueden dejarse engañar por el diablo. La decepción proviene del diablo. El Señor entregó su vida por nosotros. Debe ser motivo suficiente de gozo el hecho de que a través de Él tenemos salvación y vida eterna. Nuestra alegría no proviene del mundo. Somos salvos por la sangre de Jesús, el Espíritu Santo vino a nuestro corazón y recibimos las promesas de Dios, hemos recibido la bendición mandada por Dios. La bendición que Dios ordenó ya está en nosotros.
No despreciemos la bendición que Dios nos ha dado y pongamos una piedra de fe. No podemos menospreciar la base de la fe. Incluso si alguien desea sacarlo de la Iglesia, uno debe hacerlo todo por cuidar su espíritu. No podemos maltratar nuestro espíritu, sino que debemos cuidarlo. Dios entregó al Hijo por nuestro espíritu, por lo tanto debemos amar nuestro espíritu. No debemos seguir nuestra propia conciencia, sino que debemos permitir que el amor de Dios venga a nosotros.
Carta de Simuón
Desde mayo de 1962 he testificado el Evangelio del Señor. Desde entonces, el nivel de persecución y condenación que he soportado durante los últimos 50 años han aumentado. Yo soy un defensor de volver a la Palabra y no soy místico. Dios ha demostrado que está vivo y yo soy Su siervo a través de las sanidades y santas señales de Jesucristo. Sus obras en el pasado permanecen activas en la actualidad. Las obras de Dios en la actualidad son el continuo actuar del Espíritu Santo.
Mi fe y perspectiva del mundo están alineados con la voluntad del Señor Jesús. El Señor Jesús dijo, “Alzad vuestros ojos y mirad los campos”, también dijo, “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones… enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”. Lucho por cumplir su Palabra.
Mi llamado y fe no permanecen únicamente en mi espíritu. Ellos existen en los discípulos y líderes de todas las naciones, y por lo tanto mi obra todavía no tiene fin. Sin embargo, donde voy o donde Berea es predicado, siempre hay cristianos surcoreanos que quieren perseguir y destruir las obras del plan que quiero ejecutar. Usan todo tipo de instrumentos para alienar el Movimiento de Berea y distraer a la gente de sus grandes obras.
Sin embargo, los que se oponen y persiguen son religiosos sin poder, y entre ellos la mayoría no pueden probar la resurrección de Jesucristo. Es obvio que este tipo de persecución continuará y aumentará hasta el día de Su regreso. ¿Quién podrá permanecer? Yo ya he decidido ser perseguido por dar testimonio de la Verdad. Estoy preparado a morir por la Verdad. Pero, ¿ustedes lo están?
Una persona puede sobrellevar las dificultades si permanece a pesar de la persecución, condenación, negligencia y abandono hasta el último momento como si viera al Señor. El que no es testigo de las sanidades, santas señales y maravillas de Jesucristo acompañadas de la Verdad, no podrá permanecer hasta el final. Únicamente una persona que puede soportar esto puede permanecer hasta Su regreso. Esta persona continuará el Movimiento de Berea, en otras palabras, el Movimiento de Regresar a la Biblia, llevará Berea hasta el final y esparcirá la Voluntad de la imagen de Dios. Quien no lleva su cruz y viene al Señor de acuerdo a Su Palabra, entonces no podrá ser verdadero siervo del Señor. Esto significa negarse a sí mismo e ir más allá de las otras cosas.
Nuestra Iglesia es el cuerpo de Jesucristo, quien recibió mucha persecución del mundo, murió en la cruz y resucitó al tercer día. Por lo tanto, debemos mostrar a Jesucristo a través de nuestra Iglesia. No estoy hablando de la iglesia como edificio, sino el cuerpo de Cristo que se reúne en la Iglesia. Si todos mostramos a Jesús a través de nosotros, entonces podré ver más personas rindiéndose como el inocente Simuón.
Simuón
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Interpretación y traducción: Ministro Da Un Chung