2016.04.03 – Las llaves del Cielo

Resumen

Guardemos la forma firme de un hijo

Dios es el creador. El hecho de que Él haya creado el cielo y la tierra fue por su Hijo. Jesucristo después de su resurrección recibió toda la autoridad del cielo y la tierra y al ascender al cielo se convirtió en el Rey de reyes. Él es el soberano de todas las cosas y Señor del cielo y la tierra. Pero lo sorprendente es la verdad de que da la autoridad que tiene a todos los que creen en Él. Nosotros ya somos hijos de Dios y en el futuro resucitaremos y heredaremos el Cielo. Lamentablemente, muchos de los cristianos olvidan la verdad de la gran autoridad que tienen y se tratan a sí mismo como si fueran huérfanos.

Jesús dijo, “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8:31-32). Para ser verdaderos discípulos tenemos que permanecer en la Palabra. Las palabras permanecer en la Palabra no significan acumular la sabiduría que otras personas no tienen sobre la Biblia, sino que es conocer la voluntad de Dios que es manifestada en la Biblia y al cumplir con ella realizar la voluntad de Dios.

También, Jesús dijo, “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.” (Juan 15:7). Si la palabra de Dios permanece en nosotros, cualquier cosa que pidamos el Señor nos los dará. Pero, algunas personas aunque reciben este tipo de promesas en vez de usar la autoridad que se le fue dada, siguen buscando primero la ayuda del hombre, y así pierden la apariencia firme como hijos de Dios.

Tengamos la fe para vencer la autoridad del diablo

Después de que las personas de Cesarea de Filipo le dieron la bienvenida a Jesús, Él le preguntó a sus discípulos, “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?” Los discípulos respondieron, “Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.” Si Jesús se hubiera presentado a sí mismo como un profeta, esa conclusión no lo hubiera llevado a la muerte. Él se presentó como Hijo de Dios, por lo cual sufrió la muerte.

Jesús edifica su iglesia sobre la roca de fe que confiesa, “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:18). Aunque hoy en día existan muchas denominaciones en el Cristianismo, la iglesia no fue edificada encima de esas denominaciones sino que esta edificada en la fe que confiesa que Jesucristo es el Hijo de Dios. Jesús dijo que la iglesia que fue edificada arriba de esta roca de fe, la autoridad del diablo no prevalecerá contra ella (Mateo 16:18).

¿Cual sería la razón por la cual la iglesia no puede prosperar? Esto es por la opresión del diablo. Efesios 2:1-2 nos dice, “Y Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.” Si las personas o la iglesia están en el pecado seguirán las corrientes de este mundo, esto es la evidencia de que están recibiendo la opresión del diablo. Solo la iglesia que acepta minuciosamente el hecho de que Jesucristo es el Hijo del Dios viviente, prevalecerá contra el diablo y prosperará.

Use la llave del Reino de los Cielos

Jesús le dijo a la iglesia, “Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.” (Mateo 16:19). Dios le dio la llave a David (Apocalipsis 3:7). La razón por la cual fue posible que el Rey David reinara en paz a sus cuarenta años de reinado sobre Israel, fue porque él tenia la llave. La persona que tiene la llave tiene la autoridad de cerrar y abrir las puertas. El Señor, quien recibió toda la autoridad de Dios, al darnos las llaves nos dice, “Yo les doy la llave abran todo lo que quieran. Todo lo que desaten en la tierra se desatará en el cielo y todo lo que ustedes aten será atado en los cielos.” Debemos usar la llave que recibimos del Señor y abrir las puertas de los cielos. Sin importar que tan santo el alimento es que haya traído para su vida en la iglesia, si no abre las puertas no podrá progresar en la vida espiritual.

¿Cúal es la llave del Reino de los Cielos? Es el nombre de Jesús. El nombre de Jesús es la mejor llave que Dios le dio a su Hijo. Jesús ahora nos da ese nombre a nosotros. Si nosotros no hubiéramos tenido el nombre de Jesús, ¿cómo hubiéramos sido libres del pecado? No importa cuanto nos hagamos disciplinados y cultivemos la moral, con eso no podremos ser libres de nuestros pecados. Por el nombre de Jesús podemos ser libres del pecado, por el nombre de Jesús recibimos el bautismo y obtenemos la marca de Jesucristo, por el nombre de Jesús el Espíritu Santo mora en nosotros y podemos manifestar todo tipo de dones.

Algunas personas cada vez que algún problema aparece en vez de depender en el nombre de Jesús y buscar la ayuda de Dios, buscan a una persona determinada consultándoles y pidiéndoles que oren por ellos. Este tipo de personas en el exterior puede parecer que tienen una buena vida de fe, pero en realidad son personas quienes tienen una tendencia a ser místicos. Esto es lo mismo si esa persona busca a un pastor en la iglesia. Cuando nos encontramos con un problema es preferible no ir en busca de personas sino del nombre de Jesús. Cualquier cosa que pidieres en ese nombre, lo haré, esta es la promesa del Señor hacia nosotros (Juan 14:13). Nosotros quienes hemos heredado la gloria del Reino de los Cielos somos herederos de Dios. Los hijos quienes tienen esta autoridad, no deben titubear al usar la llave del Reino de los Cielos en esta tierra.

Arrodíllense en el nombre de Jesús

Generalmente a la persona que uno busca al tener un problema, son personas que se han puesto como ídolos en sus corazones. Esas personas en vez de recibir la ayuda de Dios, ellos serán ignorados por Dios. Dios advirtió que aquellos que teniendo un ídolo consultaban sus problemas al profeta y el que le responde con mentira a aquellos serían destruidos juntos (Ezequiel 14:3-10).

Dios escucha las oraciones de las personas que son humildes delante del nombre de Jesús. Por lo tanto, las personas que ignoran las obras que fueron ordenadas en el nombre de Jesús por Dios, será difícil recibir respuesta de sus oraciones. Por otro lado, las personas que se arrodillan humildemente delante del nombre de Jesús, o las personas que son diligentes con su cargo que se le fue dado por el nombre de Jesús, y las personas quienes están usando fielmente los dones recibidos por el nombre de Jesús recibirán fácilmente las respuestas de sus oraciones.

No se rindan con solo pedir una o dos veces al Señor, sino que sigan pidiendo hasta que reciba la bendición. Daniel al iniciar una oración no paró de orar hasta que recibiera la respuesta. La verdad es que Dios respondió la oración de Daniel rápidamente, pero el diablo obstruyo el camino del ángel que llevaba la respuesta de Daniel. Sin embargo, Daniel no se rindió en la oración y en conclusión después de veintidos días recibió la respuesta (Daniel 10:13-14). El tiempo de la respuesta está en Dios. Lo que nosotros podemos hacer es no rendirnos hasta que la respuesta venga e ir delante de Dios.

Tenemos que convertirnos en quienes al tener un problema primero buscan a Dios, en vez de depender de las personas. Aunque haya recibido el nombre de Jesús, pero si no lo usa, las puertas del cielo estarán cerradas como siempre. Por lo contrario, si usamos el nombre de Jesús el Señor abrirá las puertas del cielo y nos suministrará sin parar las cosas espirituales del cielo. El Señor ya nos dio las llaves del cielo. No dejemos las llaves guardadas en almacenamiento y no andemos mendigando ante las personas, sino que todos los días llevemos esa llave y vayamos delante de Dios.

Pastor Lee Ki Taek

Centro de Misión Sungrak