Servicio del Día del Señor del 5 de octubre del 2025
Obediencia a la fe
(Romanos 1:5)
Pastor Sung Hyun Kim
“¿No es cierto que al creer en Jesús, uno ya es salvo? Pienso que poner mucho énfasis en la obediencia es legalismo. Es ideal vivir una vida de obediencia, pero la obediencia no está conectada con la salvación, ¿verdad? Yo me conformo con saber que he sido salvo. Así que no quiero cargar más con el peso de tener que hacer algo más en la vida de fe.” Muchos creyentes piensan de esta manera. Sin embargo, esto no representa la fe real. Lo que Dios nos ha dado a través del evangelio no es meramente la gracia de la redención. Independientemente de que nuestras habilidades sean grandes o pequeñas, Dios llama a cada uno y nos envía a hacer la obra del Señor.
Al recibir la gracia y la vocación a través del evangelio, nosotros tenemos una fe de obediencia, la obediencia que viene a través de la fe. Aquellos que han recibido la gracia de la redención no considerán la obediencia como una mera opción. Con frecuencia decimos que alguien ha sido ‘salvo’, pero, en otras palabras, significa: ‘guiarlo a creer y obedecer’. Esta obediencia de la fe ha sido transmitida a través de los apóstoles, de Pablo y de muchos creyentes, y finalmente ha sido entregada a nosotros a través del obispo de la iglesia. Ahora, nosotros también tenemos la responsabilidad de transmitir esta ‘obediencia de la fe’ a la próxima generación.
Lamentablemente, muchos cristianos han recibido un evangelio distorsionado y corrupto, el cual ellos mismos también están predicando. El evangelio que ellos predican toma lo dulce, pero ignora la responsabilidad con la que viene. Sus vidas dicen: “He recibido gracia, pero no voy a seguir.” Ellos hablan de la obediencia con persuasión, pero sus vidas están contaminadas por la desobediencia. Esto se debe a que no han sido redimidos verdaderamente desde el principio. Cualquiera puede hablar sobre la fe. Pero, a menos que esto sea comprobado a través de la vida de uno, no será más que una teoría. En su sentido más verdadero, el ser ‘salvo’ equivale a tener ‘obediencia a la fe’.
Pero, ¿por qué debemos obedecer? Porque Aquel que nos ha dado gracia es el Señor que gobierna sobre todas las cosas. Ser redimido es entrar en la relación de obedeciencia con Él. Sin embargo, algunos dicen: “Yo solo obedezco al Señor, así que no diga que obedezca al pastor.” Pero esto, en sí, es una contradicción. El Señor nos ordena: “¡Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado!” y “¡Apacienta mis ovejas!”, y el Espíritu Santo ha puesto al obispo para que apaciente el rebaño de ovejas. ¿Dice que recibe la guía del Señor, pero menosprecia el orden de la iglesia y rechaza la guía del obispo? Al final, tal persona simplemente sigue sus propios pensamientos y sentimientos.
Al recibir la gracia de la redención, somos aquellos que han sido llamados a la obediencia de la fe. Aunque éramos completamente indignos, hemos sido rescatados del dominio y castigo del pecado. Ahora, que pertecemos a Jesús, estamos bajo Su protección y cuidado, y somos hechos nueva criatura al recibir Su vida. Por lo tanto, en lugar de enaltecernos a nosotros mismos, debemos humillarnos completamente y convertirnos en una nueva clase de personas en carácter. Aunque hemos recibido gracia, la naturaleza del pecador no desaparece de la noche a la mañana, así que debemos obedecer con aún más en humildad. Si reconocemos que el evangelio que recibimos es el evangelio perfecto, testifiquémoslo a través de la obediencia de la fe. Y cumplamos con el ministerio de la iglesia, que es guiar a otros en la obediencia a la fe.

