2018.07.22 – Hagamos que el Espíritu Santo obre
in SermonesHagamos que el Espíritu Santo obre
(Hechos 1:6-14)
Dios
es nuestro Padre.
Él
preparó un gran regalo para darnos
y envió a Jesucristo para que derramara Su sangre (Hechos 2:38).
Esto es para la redención de nuestros pecados,
También es para entregar la promesa del Espíritu Santo,
para aquellos que el espíritu que ha sido limpiado y ha sido santificado (Hechos 1:4).
Cuando el Espíritu Santo mora, uno recibe poder (Hechos 1:8)
y se convertirá en testigo de Jesús.
Todos los discípulos de Jesús eran de Galilea.
Ellos obedecieron la palabra de Jesús y se reunieron en el aposento alto
orando con todo fervor.
Ellos creyeron en la palabra de Jesús,
anhelaron recibir al Espíritu Santo verdaderamente,
ellos desean con todo fervor recibir el poder sin límite,
para convertirse en testigos de Jesús.
El Espíritu Santo mora en ellos quienes se han preparado,
y Dios usa a las personas del Espíritu Santo como si fueran suyas.
El prepararse a uno mismo es recibir el perdón de pecador.
El prepararse a uno mismo es el orar con todo fervor.
◌ Sin la preciosa sangre de Jesús
nadie puede recibir el Espíritu Santo
Por lo tanto, seamos santos una y otra vez.
◌ Pida para que el Señor derrame el Espíritu Santo sin límites.
El Espíritu Santo fue derramada continuamente
a los discípulos que no volvieron a ver a Jesús.
◌ En donde se ora con todo fervor
el Espíritu Santo mora y los poderes vienen junto con Él.
Pidamos para que estemos llenos del Espíritu Santo una y otra vez.
※ Donde no haya la obra del Espíritu Santo no es la Iglesia.
Haga que su familia sea donde el Espíritu Santo obre.
Haga que su espíritu sea donde el Espíritu Santo obre.
Hechos 1:6-14
6 Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?
7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;
8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.
10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,
11 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
12 Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.
13 Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo.
14 Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.
Resumen
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Carta de Simuón
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Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Traduccion de la sintesis: Eun Sol Jang
Traducción del resumen: Eun Sol Jang
Interpretación: Eun Sol Jang