2016.07.17 – Los santos que obran según la voluntad del Padre
in Sermones
Los santos que obran según la voluntad del Padre
(Mateo 12:46-50)
Dios
Envió al Hijo según su voluntad
Y derramó su misericordia sobre toda la humanidad. (1 Juan 4:14)
Él
Busca a los pecadores arrepentidos. (Lucas 5:32)
La voluntad de Dios
Es amar eternamente
A los que sirven al Señor
Sirviendo a la Iglesia con un humilde corazón arrepentido. (Hebreos 5:9)
Él
Ama y ayuda
A los que rinden una vida de arrepentimiento y obediente.
El Espíritu Santo
Vino para guiar a la Iglesia
A cumplir diariamente la voluntad de Dios. (1 Corintios 12:11)
Dios encomendó su voluntad a la Iglesia
Y la Iglesia la cumple.
Por lo tanto
La Iglesia es el lugar donde nos conducimos
Para realizar la voluntad de Dios. (1 Timoteo 3:15)
El nuevo mandamiento es la base de nuestra fe
Para cumplir la voluntad de Dios. (1 Juan 3:23)
○Confiemos en la Iglesia
Y seamos una congregación confiable.
○Construyamos
A través de la obediencia absoluta
La voluntad de Dios.
○Todos
Somos hermanos y hermanas,
Somos madres.
※Hasta el último día de este mundo
No olvidemos nuestra pasada identidad de pecadores
Y cumplamos de forma abundante la voluntad de Dios.
Mateo 12:46-50
46 Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar.
47 Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar.
48 Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?
49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.
50 Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.
Resumen
Seres quien el Señor ha tomado como su familia que estará juntos por la eternidad
Al escuchar que afuera le esperaban su madre y sus hermanos, Jesús señalando a sus discípulos dijo, “¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?”. Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo, “He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, hermana, y madre.” (Mateo 12:46-50).
Cuando consideramos la situación de esa época, la importancia de la relación entre la familia, el hecho de poner a un lado a la familia e introducir a sus discípulos como su familia es algo difícil de aceptar inmediatamente. Jesús teniendo en cuenta de que en el futuro sería levantado al Cielo y teniendo esperanza en lo que sucedería, por eso hablo hablo de esta manera.
Jesús revela claramente a los seres que tomaría como su familia por la eternidad, estos son los que obran según la voluntad de Dios. Que tan importante es hacer la voluntad de Dios que Jesús dijo, “No cualquiera que diga, Señor Señor entrará en el Reino de los Cielos, sino solo aquellos que hacen la voluntad del Padre que está en los Cielos.” Cuando nosotros otra vez estemos delante del Señor, para ser santos que obtendrán la gloria de ser hijos de Dios, mientras estemos en esta tierra tenemos que hacer la voluntad de Dios.
4 cosas que debemos practicar para realizar la voluntad del Padre
Para realizar la voluntad de Dios hay 4 cosas que primordialmente debemos practicar.
Primero, es el diezmo y las ofrendas. En el concepto de hoy en día las ofrendas incluyen la ofrenda de agradecimiento, ofrenda de mensualidad, ofrenda de construcción, ofrenda de una festividad, ofrenda de voto especial, etc. Si uno es una persona que no tiene la firmeza de que es una persona de Dios no puede entregar el diezmo y las ofrendas a Dios, y aunque si lo entregara no podrá hacerlo continuamente. En el estado en el cual no puede obedecer el mandamiento sobre el diezmo y las ofrendas con gozo, será difícil obtener la firmeza de que recibirá lo que pida. Con este significado podemos ver que el diezmo y las ofrendas son el mínimo requisito para poder obtener la respuesta de las oraciones.
Segundo, el servicio y la evangelización. Cualquiera que es santo tiene que practicar el servicio. No debemos gastar las especialidades y talentos que uno tiene en el mundo, sino que deben ser usadas para la iglesia del Señor. Hasta una persona que sus condiciones no le permitan servir podrá recoger los papeles en el centro de adoración o limpiar los baños. La evangelización es el deber básico que los santos tiene que sostener toda sus vidas. No debe haber ni siquiera un día en el cual no pensemos en evangelizar. Siempre debemos estar preparados para evangelizar a cualquier persona.
Tercero, orar incesantemente y congregarse. Desde el momento en que abrimos nuestros ojos hasta el momento en que durmamos debemos orar sin parar. Nuestro corazón siempre tiene que estar abierto para Dios. Tenemos que participar activamente en las diferentes reuniones en la iglesia. Hay personas quienes dicen que no participan en las reuniones porque no son de gran ayuda. Puede ser verdad que las reuniones no le dan una gran ayuda a esa persona. Sin embargo, la razón más importante por la cual nos reunimos no es con el propósito de obtener ayuda. Dios desea que por medio de las reuniones tengamos una relación con los otros miembros y más allá con Dios. Aunque nosotros no seamos de gran ayuda a Dios, de la misma manera en la que Dios no nos abandona, aunque las reuniones no sean de gran ayuda, no debemos quitar las reuniones.
Cuarto, amar a la iglesia. El amar a la iglesia es igual que el nuevo mandamiento. El amar a la iglesia tiene relación con la forma en que pensamos, las costumbres de nuestra vida y la filosofía sobre la vida. Para realizar la voluntad de Dios primero debemos practicar el nuevo mandamiento. En el momento en que recibimos la salvación hasta el momento en que dejamos este mundo es la oportunidad que Dios nos da. Para el fruto eterno nos da el cargo, el deber, y la personalidad para sostener durante este corto tiempo. Nosotros que sin ninguna obra obtuvimos la vida de Dios somos seres quienes tiene una gran deuda con Dios. De la misma manera como dijo Dios a Pablo, “Bástate mi gracia.” (2 Corintios 12:9), la gracia que hemos recibido es suficiente. Por lo tanto, no debemos seguir tratando de recibir de Dios, sino que debemos obedecer el nuevo mandamiento y amar a la iglesia.
Amemos a la iglesia según la voluntad de Dios
En el evangelio, el cual es una de las dos partes en la que se divide el Nuevo Testamento, están escritos los hechos que el Hijo de Dios hizo para realizar la voluntad de Dios. Entonces, ¿qué es lo que nosotros tenemos que hacer? Lo que Jesús preparó para que nosotros podamos realizar la voluntad de Dios, es la iglesia. El trabajo que hace la iglesia es esparcir el evangelio y el manejo de la misma. En el Nuevo Testamento, con relación al establecimiento de la organización de la iglesia, el cargo, las actividades, etc., nos muestra las epístolas. En las epístolas está escrito como tema como las enseñanzas de Jesús están aplicadas en las distintas situaciones.
Las epístolas nos revelan tres voluntades de Dios. Primero, el autor de Hebreos enfatiza que Jesús entrego su vida para que nosotros podamos entrar al templo (Hebreos 10:9-22). Él primero menciona las obras que Jesús realizo para hacer la voluntad de Dios, y luego habla de los que los creyentes tienen que hacer. De esto Hebreos 10:23-25 nos dice, “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
Segundo, Pedro dice sobre la voluntad de Dios, “Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.” (1 Pedro 4:1-2). Y continua enfatizando diciendo, “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.” (1 Pedro 4:8-10).
Tercero, Pablo dice en Romanos 12:2, “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”, y luego nos enseña detalladamente las obras que los miembros de Cristo deben realizar siguiendo los principios del amor. Esto es servir entre nosotros siguiendo los dones que le fueron dados a cada uno, gozarse con los gozosos, llorar con los que lloran, no levar nuestros corazones, no pagar el mal con maldad, hacer el bien, y dar paz a todas las personas. Y en el capítulo 13 versículos 8-10 nos dice, “Porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Todos los mandamientos de la ley están en el mandamiento: amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.”
Lo que nosotros podemos saber por medio de estas tres cosas en el Nuevo Testamento, es la realidad de que la voluntad de Dios tiene el mismo contexto con el nuevo mandamiento de Jesús. La persona que cumple con el nuevo mandamiento de Jesús es la persona que hace la voluntad de Dios, la persona que ama a la iglesia es la persona que cumple con el nuevo mandamiento.
Dios para realizar Su voluntad por medio de nosotros primero nos da una nueva vida. Él espera que el amor y la misericordia que nos ha dado no desaparezca sino que la llevemos a otras personas. Por lo tanto, nosotros no debemos olvidar el corazón ferviente de las personas que han recibido el amor de Dios. Nosotros con el corazón conmovido de los seres que han testificado cuando el Señor derramo su sangre por nosotros, debemos realizar la voluntad de Dios. Al amar a la iglesia del Señor debemos esforzarnos en pagar por lo menos un poco la gracia de Dios.
Carta de Simuón
Como en todos los años, reunámonos en Monsampo (distrito en Corea del Sur) Sungrak-won como parte del campamento de verano. Este año, tendremos una gran congregación dividida en dos secciones. No para alguien más, sino para su alma. Estemos juntos y recibamos gracia en abundancia.
El mundo gradualmente se debilita, y también las iglesias se están debilitando, así que grandemente me preocupo por lo que está por venir. Sin embargo, nuestra iglesia, con mucho de nuestros miembros reunidos con un mismo corazón todos los años ha estado cumpliendo la justicia de Dios. Este año, esperamos una obra mayor que la del año anterior. Todos nosotros, al igual que los habitantes de Nínive que se vistieron de cilicio y se sentaron sobre cenizas, debemos recibir gran gracia a través del arrepentimiento. Sin poner fuera sus conflictos entre parientes e hijos, cónyuges, hermanos y vecinos, no puedes nunca amar a Dios.
A través de esta asamblea santa, debemos cambiarnos, para que podamos cumplir la voluntad de nuestro Dios amoroso. Muchas personas se quejan contra Dios cuando no son ayudadas por Él. Sin embargo, no es que Dios no los ayuda, sino porque desobedecen a Dios, Él no puede cumplir Su voluntad para con ellos. Si nos convertimos en personas que seguimos a Dios, después que recibamos mucha gracia, Él permitirá que sobrevivamos, y no solo nos dará mucha gracia, sino también gloria y bendiciones. Por lo tanto, con todos los miembros de su familia, debes acercarte a Dios.
En mi vieja edad, no sé cuándo el Señor me llamará. Sin embargo, hasta que el Señor me llame, le serviré con todo mi corazón y poder sin lamentar, acercándome cerca de Dios a través de esta santa asamblea. Haciendo esto, hagamos un gran milagro que grandemente afecte al mundo. Por favor, traigan incluso aquellos que no asisten a la iglesia y amigos, y cumplamos la voluntad del Señor. Incluso si las personas no tienen nada que dar, el Señor prepara lo que dará para todos los que Él llamara.
Las personas de Sungrak tienen más experiencias espirituales y conocen la gracia más que cualquier otro miembro de iglesia en el mundo. Si complaces al Señor ejerciendo a través de sus dones, la gloria del Señor vendrá sobre su hogar y cada corazón de su familia. Por favor, prepárense y hagan planes de ante mano, examinándonos sin cometer equivocaciones, recibamos una gran gracia. Yo les ayudaré con toda mi vida. Queridas personas de Sungrak, seamos vehementes. Obedezcamos al Nuevo Mandamiento del Señor lealmente. Que milagros y experiencias que los acerquen a Dios estén con su familia, para que tengan grandes testimonios.
Créditos
Centro Misionero de Traducción Simuón
Resumen: Pastor Ki Taek Lee
Centro Misionero de Traducción Simuón. Departamento de Castellano
Interpretación: Ministro Da Un Chung y Eun Sol Jang
Traducción: Ministro Da Un Chung, Eun Sol Jang y Richard Olivieri