Servicio del Día del Señor del 5 de enero del 2025
Entiende cuál es la voluntad del Señor
(Efesios 5:17)
Pastor Sung Hyun Kim
La vida después de recibir la salvación es la única oportunidad que se nos ha dado, por lo que debemos comprarla a toda costa. Para ello, primero debemos conocer la voluntad de Dios. Aquel que no conoce cuál es la voluntad de Dios terminará dirigiendo la oportunidad que se le fue dado según sus propios deseos. Además, intentarán justificar esa decisión creando méritos visibles, mostrando un fervor especial en sus esfuerzos. Sin embargo, esto podría llevarlos rápidamente a un camino que Dios aborrece. El Señor nos advierto sobre ello diciendo: “Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.” (Ef 5:17).
Cuando se encuentra con un miembro que lidera acciones destructivas contra la iglesia, ¿es realmente conforme a la voluntad del Señor preguntarle cómo está, compartir una comida con él y establecer comunión? Si alguien causa confusión en la fe de los miembros y, al ser reprendido por la iglesia, insiste en sus derechos como miembro y genera disputas, ¿es esto actuar según la voluntad del Señor? Si se queja de que la prédica del pastor no resuena con uno y decide en no escucharlo en lo absoluto, ¿puede considerar que esto está en línea con la voluntad del Señor? Si observamos cualquier cosa desde nuestra propia perspectiva, siempre parecerá que estamos en lo correcto, pero si las vemos desde la gran voluntad del Señor todo se verá completamente diferente.
La persona insensata ignora los caminos del Señor y toma todas sus decisiones según su propio criterio, disfrazando los deseos de su corazón como si fueran la voluntad del Señor. Sin embargo, la voluntad del Señor está escrita en la Biblia, y es proclamada continuamente a través del pastor. Esto no es diferente cuando se trata de los principios que guían la vida individual. ¿Desea entender la voluntad del Señor? Entonces, pongamos nuestro corazón en el Señor. Pongamos nuestro corazón en el siervo del Señor que proclama Su voluntad con el corazón del Señor. Al hacerlo, entenderemos plenamente la voluntad del Señor, y también obtendremos el poder para obedecer según Su voluntad.